Antes y después: de muebles feúchos a espectaculares pintados a mano

"Este mueble me lo trajo María Marcela. Lo compró como regalo de cumpleaños  85 para su madre, pero  quería regalárselo intervenido. Había visto la foto de un mueble mío que le gustó, pero como no repito los diseños, usamos ideas de ese para lograr algo bastante diferente", nos cuenta Marcela. ¿Quieres ver cómo quedó?

"Elegí la puerta como centro de atención, y allí pinte el ramos de violetas pedido, pero dentro de una etiqueta que también pinté a mano. Dejé elementos en madera lavada, ya que la madera lo merecía. Acabé a la cera", nos explica Marcela. Nuestro veredicto: ¡es una preciosidad!

"Esta cómoda me llegó ya pintada. Su dueña, Graciela, la compró así. Pero en realidad ¡hubiera sido mucho mejor recibirla en su estado original! Había sido pintada de blanco, pero manos inexpertas usaron sobre ella algún barniz que con el tiempo se vino amarillo revelando cada pincelada, o sea que el mueble presentaba un rayado amarillento y blanco. Fue necesario remover todo ese acabado y también la pintura, llegar a la madera virgen, y empezar de nuevo...", cuenta Marcela. ¿Quieres ver el resultado?

"Graciela me pidió que fuera simple... y rosa. Aprovechando sus hermosos herrajes, decidí aumentar ese detalle agregándole molduras que pinté en color plata. También tuve que pintar los herrajes originales para lograr todo lo que fuera color plata en el mismo matiz. Y como detalle agregué ribetes a todos los cajones y laterales que hice con stencil en relieve y luego pinté en plata con purpurina y goma laca", explica Marcela. ¡Una pequeña obra de arte!

"La historia es más o menos repetida: Andrea heredó este hermosísimo mueble de su madre. Quería conservarlo, pero no había manera de hacerlo combinar con sus ambientes modernos y claros. Por eso me contactó. Su pedido fue: que sea claro, en colores neutros, pero muy fino y delicado", nos cuenta. ¿Quieres ver cómo está ahora?

"Como se trataba de un mueble bastante grande, quise darle algún ritmo al conjunto, y no usar una pintura plana. Por eso usé la técnica del color washing, sobre fondo blanco, apliqué una veladura en gris y otra en beige. Finalmente pinté a mano el motivo floral sobre las puertas y la inscripción Marche aux fleurs. Lo más difícil en este trabajo no fue pintar las flores, como parece, sino lograr que las dos puertas se vieran exactamente iguales!", nos cuenta Marcela. Un trabajo ¡excepcional!

"Generalmente, pinto mis muebles con acrílicos. En este caso, sobre un fondo blanco antiguo recreé una escena de la isla de Madeira, con sus casitas sobre las montañas, sus plátanos y el mar. Aunque pinté la escena también con acrílicos, los trabajé muy diluidos en agua para darle un aspecto de acuarelas", explica orgullosa Marcela.

Marcela la ha bautizado como "Cómoda Madeira".

"Este es otro ejemplo de un mueble que cayó en manos inexpertas. Había sido pintado y decapado, pero lucía muy desprolijo, así que Roxana me la trajo para que la pintara. Sería para el dormitorio de sus nietas, y me mostró unos cuadritos que había comprado con animalitos como bailarinas. Así que fue fácil elegir el tema", explica Marcela. ¿Te imaginas ya cómo está ahora?

"María Laura recibió este antiguo mueble. Pero a medida que fue decorando los ambientes, llegó a la conclusión de que así, en madera oscura, no podría conservarlo. Entonces me lo trajo sin tener una idea clara de que quería. Sabía que lo usaría en la entrada de su casa, que decoraría con una paleta de verdes pálidos, y que hay blancos y neutros en el ambiente. Y también quería que no fuera solo un mueble decorativo sino poder aprovecharlo para guardar cosas ya que el tocadiscos y altavoces desaparecerían". ¿Preparado para ver el cambio?

"Busqué varias propuestas de diseño para darle opciones, y María Laura eligió el estilo étnico, con una idea de mosaico marroquí. Hice cortar stencils con el tamaño exacto para usar sobre sus puertas, y los apliqué con relieves", explica Marcela.

¿Quieres ver qué hizo Marcela con él?

"A pesar de que el estilo del espejo no era en sí semejante al del mueble, me parecio que este marco se adaptaba muy bien a ser transformado simulando mosaicos. Creé zonas de colores y trabajé con cuadraditos de papel simulando mosaiquitos. Usé pintura dimensional transparente para darle el aspecto vitrificado, y dimensional blanco y stencil con relieve para decorarlo. El resultado final fue un espejo muy original y muy engamado con el mueble", explica Marcela. ¡Genial!

Un detalle de cómo simuló los mosaicos

"María Laura heredó la cómoda de su abuela. No la quería perder, pero tampoco la quería oscura y gastada. Me la trajo, ya con algunas ideas. Quería sobre ella la imagen de un pavo real y algunas rosas chinas que le recordaban a su abuela..." ¿Crees que Marcela lo consiguió? ¿Lo vemos?

"El proceso del diseño de este mueble me llevó tiempo, porque las fotos que Laura me mostró de su cuarto ya eran muy coloridas. Agregar elementos de colores estridentes como el pavo real y las rosas chinas podía llegar a quedar ordinario o desequilibrado. Por eso tuve que pensar bien cómo pintarlos, cómo distribuirlos, y sobre todo, a través de los colores que usé en las sombras, lograr armonizar y crear un ambiente del tipo ilustración antigua, sin estridencias pero manteniendo el color". ¿Qué opinas del resultado? A nosotras ¡nos encanta!