Antes y después: 13 muebles restaurados que han dado un cambio espectacular

"Esta preciosa vitrina de estilo valenciano fue rescatada de una casa del centro de Madrid y estuvo en el taller unos meses hasta que supo en qué se iba a transformar", nos explica Claudia, la creadora de La Circuleta y autora de estos cambios espectaculares. Mira cómo quedó la vitrina...

"Una buena limpieza, dos manos de chalk paint en color gris, 3 manos de cera blanca y un papel pintado con motivos vegetales hicieron que esta joya viajara hasta la actualidad. Ahora mismo es una librería y mueble para guardar ropa de cama en la preciosa habitación de matrimonio de Belén", nos cuenta La Circuleta.

"Sofía ha vivido varios años entre en Inglaterra e Irlanda, y uno de sus hobbies era ir por los mercados de antigüedades los fines de semana. De uno de ellos salió esta silla, que terminó en el taller de La Circuleta para cambiarle el tapizado", cuenta Claudia. ¡Mira qué cambio!

"Cuando me puse a destapizar la silla salieron restos de ¡hasta 3 tapizados anteriores! Su base es una preciosa estructura de muelles que solo hubo que limpiar cuidadosamente y volver a colocar", explica Claudia.

"También se reforzó el respaldo y se retapizó el asiento con espuma, guata y la tela de pura lana de oveja escocesa que Sofía (la propietaria) compró pensando en esta silla. Lo más curioso es que mientras trabajaba con ella encontré un tesoro, una moneda de un chelín de 1950 escondida entre sus capas",dice Claudia. ¡Espectacular!

"Una vitrina vieja y sin mucha gracia, que de no ser por Eva habría terminado en el punto limpio. Pero ella quería conservarla y que fuera un armarito para la habitación de su hija", nos explican desde La Circuleta. ¿Qué hicieron con ella?

El rosa tenía que estar presente, pero también tenía que aguantar el paso de los años, así que se decidió combinar un rosa antiguo con pátina en taupé con un gris fuerteventura.

En el interior se añadieron unas baldas de madera de pino y los cristales de las puertas fueron sustituidos por rejilla. Sólo había que añadir unas patas para que la transformación fuera completa. ¡Voila!

"A la estilista Eva Baena le emociona conservar la historia de su familia, y esta vez me trajo unas puertas desvencijadas de rejilla de un cubrerradiador con las que quería que hiciera un armario", explica Claudia. ¡Qué buena idea! Y mira el cambio...

"Tras hacer el diseño en 3D y el despiece de la madera necesaria, me puse manos a la obra con cortes y ensamblaje, hasta conformar el mueble que encajara perfectamente con las puertas, a las que hubo que retirar el color oscuro de la rejilla. Finalmente, Eva eligió un color verde oliva un tanto especial que conseguimos con la mezcla de varios colores y cera taupé. Ahora el armario luce en su salón y es donde sus hijos guardan sus juegos de mesa y materiales de manualidades". ¡Espectacular cambio!

"En realidad usé dos sillas como esta, sacadas del trastero de mis padres. Típicas sillas de los años 70 con un barniz oscuro, pero de una calidad extraordinaria, y tenía que hacer algo con ellas", explica Claudia. ¡Te encantará el resultado!

"Fue el primer mueble reciclado que salió del taller. Para empezar, decapé completamente ambas sillas hasta sacar el color natural del nogal. Quité las patas delanteras y uní ambas sillas para conformar la descalzadora. Tengo una debilidad por las telas con personalidad, así que esta tela de fondo negro y motivos japoneses era perfecta para terminar el trabajo. Y como detalle se hizo un cojín a juego. Ahora luce en el dormitorio de una familia muy especial que siente amor por las piezas únicas". ¡Espectacular!

"Cuando Espe y Carlos me trajeron esta mesilla al taller para renovarla llegaron más tarde de lo previsto, y es que tuvieron que parar en mitad de la M30 a rescatar a un perro. La mesilla de la abuela ya tenía una historia más que contar", recuerda Claudia. Fíjate en cómo quedó...

"La mesilla tenía una pata trasera prácticamente carcomida por lo que se sustituyó la parte que estaba en mal estado, se limpió a conciencia y se le dio un tratamiento anti-carcoma. Se le puso un tirador nuevo al cajón y como iba en un salón con tonos muy neutros sugerí ponerle algo de color con un verde vintage de chalk paint De Tiza y protegerla con cera blanca, para conseguir ese aspecto romántico y actual", explica Claudia. ¡Nos encanta!

"De estas sillas hay varias y están repartidas por toda la familia. Teresa Wonton nos confió las dos que ella tiene con la intención de hacer de ellas piezas más frescas y actuales que poder lucir en su preciosa casa", cuenta Claudia.

"Primero retiramos la tapicería verde y el oscuro barniz de la madera, a mano y con mucha paciencia, para terminar protegiéndola con cera natural. Se conformó todo el asiento con cincha, espuma y guata y se tapizó con la tela de lino a rayas elegida por Teresa. Ahora encajan perfectamente en el salón y en la habitación, gracias a sus tonos tostados y la madera natural", cuenta la creadora de La Circuleta. Esta silla apareció en nuestra revista, ya que la casa de Teresa salió en El Mueble.

"En cuanto vi esta mesa tocinera a la venta en un mercadillo me enamoré de ella. Tiene dos cosas muy particulares, el cajón en uno de sus lados, y una altura un poco especial. Estaba sucia y necesitaba un poco de cariño. Tenía que acabar en el taller"... ¡Mira qué cambio!

"Tras retirarle las capas de grasa y decaparla, se 'calzaron' sus patas con chalk paint y también se pintaron sus laterales. Finalmente se protegió toda la pieza con un barniz al agua incoloro mate para poder usarla otros 100 años más. Está a la venta esperando un nuevo hogar". ¿La quieres?

"La casa de Mónica es especial, cada detalle está cuidado al máximo, y cuando unas navidades un familiar le trajo una silla de brazos en bastante mal estado y con la rejilla rota supo que tendría un lugar destacado en su salón...", cuenta Claudia. Mira cómo quedó...

"Esta silla tenía que lucir en madera natural, y es una de las cosas que más nos piden, el decapado, que lleva muchas horas de trabajo manual pero el resultado es tan agradecido que merece la pena cada hora invertida. Decapé, enceré y cambié la rejilla del asiento, conservando la del respaldo. Ahora, cuando entras en la casa de Mónica lo primero que ves al final del pasillo es esta silla, toda una declaración de intenciones", explica Claudia. ¡Trabajazo!

"Este velador salió de un viejísimo desván de una casa de pueblo y, tras pasar por varias manos, cayó en las mías", cuenta Claudia. Mira cómo ha quedado...

"Al velador hubo que limpiarlo y retirar los restos de barniz y suciedad que tenía. El pie fue pintado con chalk paint y toda la pieza está terminada en cera incolora. Elena se enamoró de ella según la puse a la venta y ahora vive en su salón", cuenta la creadora de La Circuleta.

"La silla la recuperé de una casa de regiones devastada de Majadahonda que estaban a punto de derruir y se fue derechita al taller", recuerda Claudia. Mira cómo quedó...

"La silla pedía a gritos un decapado envejecido y un acabado con cera natural. Está esperando a que termine el confinamiento para servir de silla de escritorio en casa de Espe y Carlos", comenta Claudia.

En el asiento se optó por poner una galleta tapizada con una tela llamativa de Frida Kahlo. 

Ana se encontró estas sillas en la basura, literal, y supo enseguida que iban a ser sus sillas de comedor. Hay muchos tesoros y piezas increíbles de las que la gente se deshace sin ver su potencial... ¡Mira cómo quedaron!

Necesitaban una buena limpieza, encolarlas y conformar el asiento para ponerles una tapicería bonita.

Ana optó por una tela aterciopelada de Julián Lopez de flores grandes y coloridas y pasamanería a juego del color de las sillas. Todo un acierto.

"Estas sillas Thonet originales nº 32 han pertenecido a la familia de Mercedes desde siempre, y quería que se convirtiera en un regalo especial para su hija, así que llamó a La Circuleta"... ¿Y qué pasó? Sigue mirando...

"La idea estaba clara desde el principio, retirar todo el barniz oscuro, prácticamente negro, tanto de la estructura como de la rejilla. A base de acetona, algodón y un cepillo de cerdas suaves se retiró todo el barniz y el tinte que tenía la rejilla, que estaba en perfectas condiciones, y con mucha paciencia y a mano se retiró el color oscuro de la madera para sacar toda su belleza y protegerla con cera natural", nos explica Claudia.

"Soy Claudia, fundadora de La Circuleta y la que aporta las manos, ilusión y energía en este proyecto. Me crié entre carpinteros e "inquietos profesionales" por lo que siempre he estado rodeada de madera, herramientas y pinceles, aunque la vida me llevó a dedicarme a las finanzas. En 2017 tomé las riendas, y decidí dar un cambio radical a mi vida para hacer aquello que me saca la sonrisa e ilusiona cada día. Así nació La Circuleta, un espacio de encuentro en el que mostraros cómo, con tiempo y mimo, se pueden recuperar muebles y convertirlos en piezas que querréis para toda la vida". La Circuleta está en Villanueva del Pardillo, Madrid.