25 ideas que nos encantan para llenar tu casa de primavera

El primer paso para preparar tu casa para la llegada de la primavera es adecuar el recibidor. Coge abrigos, bufandas, gorros y todo tipo de ropa de abrigo del perchero del recibidor y guárdalos. Lo mismo con las botas de invierno. Saca los cortavientos y las rebecas ligeritas y despeja la zona. ¡Verás cómo tu recibidor se instala en la primavera en un pispás!

Si tu sofá es de cuero o de un tejido abrigado, conviene vestirlo con una funda fresca, de lino o de algodón. Será mucho más agradable al tacto en contacto con la piel. Las hay ya confeccionadas, con medidas y formas estándar que son universales y se adaptan al sofá. Su acabado, sin embargo, nunca es tan cuidado como el de una funda confeccionada a medida. 

Ha llegado el momento de guardar las alfombras más furry y apostar por una de algodón o de fibras vegetales, que siempre transmiten más frescor que una de pelo largo. ¿Qué pasa si tienes una de lana? Aunque inconscientemente asociamos la lana con el invierno, las alfombras de lana son también una buena opción para la primavera porque la lana, como material natural que es, no solo aísla del frío sino también del calor.

Cierto que, con la llegada de la primavera, los días son más largos y los rayos del sol brillan mucho más. Pero conseguirás multiplicar esa luz si colocas estratégicamente algún espejo que otro. Frente a la ventana, encima de la repisa de la chimenea, sobre el sofá o, incluso, apoyado en un mueble. ¡Verás qué luz!

Pocas cosas son tan efectivas si buscas llevar la primavera a casa como crear puntos de verde y de color con ramos de flor cortada. Si apuestas por flores de temporada podrás tener un bonito ramo por muy poco dinero. Además de dar color a tu casa, un ramo o un centro de mesa de flor cortada regalará frescor y aromatizará de manera natural el ambiente. 

Además de las flores, puedes aprovechar la primavera para hacerte con varias plantas de interior resistentes que se conviertan en parte habitual de la decoración. Ahora es el mejor momento para ver cómo crecen y prosperan según vayan subiendo las temperaturas.   

Con la primavera el día se alarga y hay más horas de luz natural. ¡Qué menos que aprovecharlas al máximo! Abre contraventanas y fraileros, sube persianas y viste las ventanas con telas vaporosas, ligeras y de trama abierta, darán intimidad sin restar luz. 

No esperes hasta el verano, cuando el calor es asfixiante, para hacer la puesta a punto del aire acondicionado. Entonces los técnicos tienen la agenda mucho más llena. Limpia a fondo los filtros y la rejilla del split con agua y jabón y comprueba el estado de la unidad exterior. Es importante verificar que tanto las entradas de aire como el tubo de desagüe no estén obstruidos. 

Una forma estupenda de recibir la primavera es con un colorista papel pintado. Los primaverales se caracterizan por grandes flores y colores vibrantes. Ponlo tan solo en una pared y verás el atractivo efecto que provoca. Descubre las tendencias en papel pintado para primavera y lleva la alegría a tu casa. 

Comprueba que el mobiliario, si ha estado en la intemperie, está en buen estado o, en el caso de la madera, si precisa de una capa de aceite para nutrirla. Haz un chequeo a fondo a las plantas y hasta puedes añadir alguna más. Aprovecha para renovar algún cojín con los colores o motivos de moda de esta temporada. 

Saca todos los cachivaches de tu balcón y verás cómo te parece mucho más grande. De hecho, seguro que hay más de sitio suficiente para una zona de relax. Un banco a medida sacará partido al espacio y os ofrecerá algo de almacenaje extra. Hay un montón de muebles para balcones y terrazas pequeñas.

De acuerdo, quizás tu caso es extremo y no te cabe ni una minimesa para comer fuera. ¡Pero sí unas plantas!, que, además de decorar el balcón de tu casa, llevarán la primavera dentro de casa, porque en vez de ver la calle, verás plantas en flor.

Si cuentas con toldo, es un buen momento para comprobar que funciona correctamente y limpiarlo a fondo, porque a partir de ahora es cuando vas a usarlo más. Limpia con agua jabonosa los brazos y haz lo mismo con la lona. En el caso de ser un toldo tipo cofre, que protege la lona, basta con hacer una limpieza a fondo cada dos o tres años, en función de su estado. 

Antes de hacerlo es importante que lo laves. En este sentido, comprueba en la etiqueta si puedes hacerlo en casa o hay que llevarlo a la tintonería. Tiende en horizontal y no lo guardes hasta que esté completamente seco, porque la humedad podría dañarlo. Puedes hacerlo de dos modos: enrollarlo y guardarlo en la misma bolsa de la funda nórdica o usar bolsas de vacío, que al quitar todo el aire, dejan el nórdico a menos de la mitad.

La cama es lo primero que solemos refrescar (y abrigar) con el cambio de estación. Guarda las fundas nórdicas de franela y los tejidos abrigados y apuesta por las de algodón o lino natural (con un bajo porcentaje de acrílico serán más fáciles de mantener. Son más frescas, agradables al tacto y transpirables ya que regulan la humedad. 

Desabrigar la cama, sí. Desnudarla por completo, aún no. No es invierno, pero tampoco estamos en verano, y las noches pueden ser frescas, por lo que no está de más tener a pie de cama un plaid o una mantita de entretiempo. 

En la ropa de cama, cojines, mantelería, vajilla, papel pintado... Apuesta por los estampados florales a tutiplén y verás cómo la primavera se cuela, literalmente, en tu casa.  

Y con la primavera llegó el temido momento del cambio de armario. Un consejo: aprovecha la ocasión para hacer una limpieza a fondo con el método konmari. Quédate solo con la ropa que realmente te gusta y olvídate de los "por si acaso" o "para estar por casa". Lo habitual es quedarse tan solo con un tercio de la ropa que tenías en el ropero.   

Los peques no se libran tampoco del cambio de armario. Aprovecha el cambio de ropa de temporada para poner a dieta su ropero, porque con cada cambio de estación, pegan un estirón y habrá mucha ropa que ya se les habrá quedado pequeña. Haz una limpieza sin piedad, ni nostalgia: lo que puedas aprovechar para un hermanito, guárdalo; lo que no, dónalo. 

Además de la cama, no te olvides del salón. Renueva las fundas de los cojines por unas con los colores o motivos de temporada, y pon a hibernar las mantitas tan gustosas en invierno. Ahora es el momento de plaids ligeros y mantas frescas.

Bastarán unos pocos detalles para que el baño parezca otro: un pequeño bouquet de flores o incluso de verde –el eucalipto perfuma, da mucha sensación de frescor y, además, dura mucho en buen estado. También unos jabones decorativos de diferentes colores, detalles de cristal o, lo que nunca falla, unas toallas de colores alegres, como estas.

Es una manera super fácil y eficaz de colorear tu cocina, restarle sobriedad e inundarla de buenas vibraciones. Además, renuevas su imagen por poquísimo dinero. Los colores cálidos, como calderas, rosas , naranjas o púrpura, un color que también apunta fuerte, darán vitalidad a este espacio de la casa. 

Como con el baño, la cocina también merece dar la bienvenida a la primavera. Y una manera natural, facilísima y que además aromatizará la cocina son las frutas de temporada. Reúnelas en un frutero bonito y deja que, ellas solas, vistan la cocina.

Desde enmarcar hojas secas convirtiéndolas en un elemento decorativo más, hasta vestir las paredes con láminas o cuadros de motivos vegetales, como se ha hecho en este dormitorio tan primaveral.  

Jarrones, portavelas, damajuanas –que siguen de moda–, farolillos... Los detalles de cristal transmiten frescor y ligereza, así que no temas abusar de ellos durante la primavera. Los tintados dan una nota de color y, en este caso con esta damajuana azul, un extra de frescor.