Un piso actualizado y más moderno gracias al color: ¿te atreverías con el verde musgo?
¿Te atreverías con un gris o un verde oscuro para decorar tu casa? Te enseñamos un piso de base clásica que ahora es moderno y muy personal, gracias a la pintura y a muebles heredados
Estilo, personalidad y un punto de descaro. Son las palabras que mejor definen este piso barcelonés. ¿La clave del éxito? El buen feeling creativo entre la decoradora Elena Eyre –¡qué ilusión reencontrarnos tras hacer sus primeros pinitos en el equipo de estilismo de El Mueble!–, y la propietaria Silvia Seró, diseñadora con su propia firma de bolsos. Y es que esta es una familia de emprendedores, porque su hijo ha creado la empresa Brotalic de brotes en vertical, empleados como condimento.
1 / 8
Consola de madera es de Mer&Cia. La lámpara es el modelo Tolomeo de Artemide. El cuadro de Chillida y los cestos de fibras proceden de Sacum.
El Mueble / Pepa Oromí
Juego de contrastes cromáticos
"Decidimos jugar con el contraste para modernizar el piso, que tiene algunos elementos clásicos", cuenta la decoradora Elena Eyre. Y así surgió la idea de "los módulos", uno gris que envuelve todo el recibidor y el beige del salón: "Son como dos cubos, y uno, el de la luz, se come al otro, el de la oscuridad. Al entrar al piso te recibe este gris oscuro, que hace más acogedor y envolvente el espacio, y cuando te adentras al salón, ¡pam!, hay una explosión de luz. Al venir de un espacio más pequeño y oscuro, te da la sensación de que el salón es mucho más grande, por el simple contraste".
2 / 8
Banco, de Ikea. La alfombra tipo kilim procede de Sacum. La pared panelada es original de la casa y se pintó en gris.
El Mueble / Pepa Oromí
Un recibidor muy estiloso y con soluciones ingeniosas
Elena, además de jugar con el color en el recibidor, para darle personalidad y hacer más acogedor este espacio, aprovechó para integrar un armario camuflado en la preciosa pared panelada. Al reproducir las mismas molduras y pintarse también en gris, cerrado, simplemente desaparece.
3 / 8
Sofá, de Miki Beumala con tela de Gastón y Daniela. Alfombra y cortinas, de IKEA..
El Mueble / Pepa Oromí
Un salón con una privilegiada zona de trabajo
Silvia trabaja en casa. Por eso era muy importante poder disfrutar de un espacio de trabajo adecuado donde poder hacer sus creaciones. Y la privilegiada galería que recorre el salón fue el lugar escogido. A modo de escritorio, un precioso secreter de herencia que, además de decorar por sí solo, es muy práctico porque cuando no se usa se recoge quedando el espacio de trabajo ordenado.
4 / 8
Chimenea, de herencia familiar. Butaca, en Sacum. Alfombra, de IKEA.
El Mueble / Pepa Oromí
Una chimenea recuperada que es la estrella del salón
Pero el gris no solo viste el recibidor. Les gustó tanto el resultado que lo han introducido en diferentes zonas, como la pared de la chimenea, en el salón, aunque con en un verde musgo con matices grises: "Nos sirvió para remarcarla, porque es una pieza que hizo el abuelo de Silvia y es de gran valor sentimental. De hecho, es la estrella del salón", resume Elena.
5 / 8
Sofás, de Miki Beumala, con tapicería de Gastón y Daniela. Mesa de centro, diseño de Elena Eyre, con lamas sobrantes del parquet. Cortinas y alfombra, de IKEA.
El Mueble / Pepa Oromí
Un mix de estilos que funciona
Si la chimenea y el secreter son de herencia, las sillas del comedor también atesoran recuerdos familiares: "Son un regalo de bodas y decidimos pintarlas en gris para actualizarlas. Lo bonito es poder y saber mezclar, combinar muebles antiguos, que hacen más vivida y singular una casa, con otros actuales", explica Elena.
6 / 8
Mesa realizada a medida. Lámparas DIY con cestos de Carolina Blue.
El Mueble / Pepa Oromí
Un comedor con originales piezas DIY
Si las sillas del comedor se pintaron para actualizarlas, la mesa y las lámparas son DIY con vocación low cost. Y es que la decoradora nos sopla cómo decidieron aprovechar las lamas de madera sobrantes del suelo para hacer la mesa del comedor, o el singular origen de las lámparas: dos cestos que electrificaron para convertirlos en estas originales lámparas. "Un interiorista siempre busca exclusividad, dar un toque diferente y original", confiesa Elena.
7 / 8
Cabecero realizado a medida. Ropa de cama, plaid y cojines de Filocolore. El bolso es un diseño de Silvia Seró.
El Mueble / Pepa Oromí
Un "doble" cabecero, protagonista del dormitorio
En el dormitorio Elena recuperó el gris presente en la zona de día para enmarcar la zona de cama. El cabecero, tapizado y en gris, se funde con la pared. Y, como contraste, las dos lámparas suspendidas que, en realidad, son dos boles de madera de Ikea que Elena electrificó y transformó en estas originales lámparas que dan una luz cálida súper agradable.
8 / 8
Mueble realizado a medida por un carpintero. Lámparas de Avanluce.
El Mueble / Pepa Oromí
Un baño de contrastes
En el baño, Elena combinó un espejo antiguo con marco dorado que contrasta con la grifería y las lámparas negras, tan de tendencia, o el mueble de sabor rústico. Y es que el mix de estilos está presente en toda la casa.