Esta casa es una fiesta: aquí vive una familia numerosa. ¡Y todo es a prueba de niños! (con vídeo)
Tres hijos pequeños. Unos padres cargados de ilusiones. Esta es la historia de una familia que se plantó en este terreno y dijo: 'Es aquí'. Aquí es donde hicieron una casa ¡a su medida!
Periodista especializada en decoración. Directora adjunta de El Mueble
Actualizado a 06 de noviembre de 2022, 14:53
- Yo quiero una casa sin puertas.
- ¡Yo me pido un espacio diáfano!
- A mí me gusta lo de un jardín para que los niños salgan a jugar.
- Oye, pero que los podamos ver bien desde dentro.
- Yo lo que quiero es una gran cocina, con el comedor integrado, ¡algo muuuuy práctico!, pero bonito, ¿eh?
- ¡A mí lo que me apetece es que en el porche pongamos esos muebles con palés tan chulos que vemos en las revistas!
Algo así, nos imaginamos, debieron de ser las conversaciones de Inés y su marido, cuando se animaron a comprar el terreno y a hacerse una casa a su medida, con una cocina familiar de película. ¡La casa de sus sueños! La que ellos querían, con todas sus necesidades de familia numerosa, un hogar para ellos y sus tres hijos.
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Una casa para tres hermanos apta para jugar
Una casa para tres hermanos apta para jugar.
El Mueble
Una casa para tres hermanos apta para jugar
En esta casa rústica, los niños son los protagonistas. Todo está pensado para ellos y hecha a su medida. Con salida al jardín, mucha luz y mucho espacio para jugar.
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Sofá de palés, hecho por el dueño. Cojines grandes, de Calma House. Alfombra, de Sacum.
El Mueble / Pepa Oromí
Casa nueva y un porche super cómodo
“Hicimos una casa de obra nueva y decidimos absolutamente todo junto con la arquitecta, ¡lo diseñamos todo como queríamos! Deseábamos una casa con muchísima luz y un porche donde estar a gusto”, nos cuenta Inés, la propietaria. Y para conseguirlo, el dueño se encargó de hacer un sofá de palets a medida al que no falta nada de calidez gracias a la alfombra y las mesas de centro redondas. Para conseguir un efecto más exótico, se colocó un ventilador de techo con aspas que imitan los abanicos paipai.
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Jardín, diseño de Garden Tona. Flores y plantas, de Bauhaus. Taburete, de Filocolore.
El Mueble / Pepa Oromí
Me pido que la salida al jardín quede abierta
"Queríamos que los niños pudieran jugar a gusto, entrar y salir y hacer vida dentro o fuera con tranquilidad", explica la propietaria. Pero también vigilarlos cuando los padres están dentro. Por eso, diseñaron una gran puerta corredera que comunica el salón con el exterior.
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Sofá, de Maison du Monde. Mesas de centro y auxiliar, de Coton et Bois. Puff y lámpara de pie, de Sacum.
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Un salón sobre todo cómodo
"Anhelábamos un espacio muy diáfano, algo muy cómodo para una familia numerosa, así que unimos salón y cocina sin que hubiera puertas", dice la dueña. También colocaron un cómodo sofá esquinero con espacio para los cinco miembros de la familia.
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Cestos y alfombra, de Sacum. Cojines mostaza y jarroncitos de la mesa, de La Maison.
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¿Vamos a la cocina?
Salón, comedor y cocina están abiertos y comunicados entre sí. "El nexo de unión del salón con el resto de la casa es la cocina, tienes que atravesarla para poder llegar al resto", explica Inés. Otros recursos que ayudan a crear esa conexión entre los espacios son los suelos continuos y el color.
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Recibidor con cajas de madera y perchero.
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Un recibidor con alma DIY
El recibidor se planificó para el trote del día a día. Para ello, se decaparon unas cajas de madera que hacen las veces de zapatero, completamente accesible para los niños. Y se completó el conjunto con un perchero en el que colgar los abrigos. No puede faltar la alfombra redonda de fibras, que aporta calidez y dinamismo gracias a sus formas orgánicas.
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Mantel, de Filocolore. Jarrones, vajilla y bajoplatos de fibra, de Sacum. Sillas, de India&Pacific.
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Un office y comedor ultracómodo
"Ellos son muy de pasar tiempo en familia y los niños son pequeños, así que decidimos que la clave era el office como zona central de la cocina", nos explican desde Gud Cocinas, autores de la reforma de la cocina.
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Silas, en India&Pacific. Alfombra, en Sacum. Mobiliario, vitrina y banco diseñados por Gud.
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Un cómodo mueble de desayunos
El mueble de desayunos resulta muy práctico para los niños, con todo a mano para el día a día. Como ves, el comedor u office hace de nexo entre el salón y la cocina, dejando todos los espacios separados, pero con ciertas separaciones.
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Cojines en el banco, de Filocolore y La Maison. Lámpara, hecha por un artesano.
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Una cocina abierta con un truco
"La zona de trabajo, abierta, debía quedar un poco reservada, porque la cocina se ve desde el salón. Por eso, creamos dos zonas de agua: una para preparación de alimentos y otra para lavado de platos. El murete tapa lo que no quieres que se vea", explican desde Gud Cocinas.
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Mobiilario, diseñado por GUD.
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Una cocina con todas las prestaciones
Bañada por la luz, la cocina se diseñó con la comodidad que necesita una familia numerosa. Pero también debía ser ligera y decorativa. Para ello se prescindió de los muebles altos y se sustituyeron por unas baldas de madera donde se colocaron varias cestas de fibras. Los muebles en blanco son los encargados de reflejar la luz y el suelo con acabado en madera aporta calidez.
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Lavadero con mobiliario realizado a medida.
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Un lavadero para toda la familia
Otro de los secretos de esta casa es el lavadero, una zona comoda con armarios a medida y empotrados donde, además se ubican la lavadora y la secadora. La estancia cuenta también con estantes para dejar la ropa limpia y una tabla de planchar extraíble que hace que todo esté a mano.
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Cabecero de madera, de Sacum. Mesita de noche, de Coton et Bois. Banqueta y plaid acolchado, en India&Pacific.
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En el dormitorio de los padres
El dormitorio sigue los tonos de la casa, muy suaves, con ese gris que eligieron porque refleja tan bien la luz. Para darle calidez, se colocó un cabecero de madera al natural y se completó el conjunto con una banqueta de los pies de la cama.
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Cojines del banco, de Matèria. Cuadros, de Little House.
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Un dormitorio con vestidor
"No pusimos puertas ni en el baño!... ¡No quería puertas!, y desde la ducha se ve la habitación. Es un detalle que me encanta, para el que se está duchando, parece que está dentro de la habitación", explica Inés. Para llegar al baño hay que pasar por el vestidor.
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Espejo, hecho a medida en L´Art dels Marcs. Lámparas de mimbre, de Sacum. Toallas, de Filocolore.
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En el baño
El baño luce el mismo tono gris que el resto de la casa y se completó con un mueble a medida con encimera de acabado en madera. Nos gusta especialmente el friso de madera que acentúa, junto con las lámparas, el toque campestre del resto de la casa.
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Sillas, de IKEA.
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Uno para todos...
¡Y todos para uno! Tomás, Mauro y Bosco duermen juntos. ¡Qué divertido! Su cuarto tiene zona de juegos y de noche, separadas por puertas correderas. ¡Así hay más sitio para jugar!
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Literas, de IKEA. Alfombra, de Sacum. Fundas nórdicas, de Filocolore. Cojines redondos, de India&Pacific.
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Un dormitorio para tres niños
Las literas son de IKEA, pero Inés las quiso personalizar. "Me sobraba papel pintado de la cocina, y lo puse en las franjas de melanina. Luego les di un poco de cera para que quedara como decapado", nos cuenta.
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Mobiliario, diseño de GUD.
El Mueble / Pepa Oromí
¡Quiero verme en el espejo!
En el baño, crearon este mueble con alzador incorporado. Cuando crezcan, pueden darle la vuelta y servirá de cajón.