Planos de pisos de 50 m2 con superideas

Lo primero que llama la atención de este piso plano en mano es su distribución atípica, ya que se accede al piso por la cocina. 

Armarios para guardar en el acceso a la terraza, un mueble de televisor muy capaz, un sofá confortable, mucha luz ¡e incluso una chimenea! Qué más se le puede pedir a este salón, reformado por completo por el equipo de Nook Architects. 

La cocina era pequeñita y faltaba almacenaje. Así que el equipo de arquitectos no dudaron en sacárselos del pasillo de acceso al piso. Planificaron un completísimo frente de armarios desde la entrada hasta la cocina, que integra además la columna de hornos. Una península separa la cocina del comedor sin restar luz y la encimera se ha prolongado para ganar una mini barra. 

Se quería aprovechar la luz del dormitorio para llevarla a la zona de día también. Así que el equipo de arquitectos decidió cerrar esta habitación con una puerta corredera acristalada, que además no resta ni un cm. Pero para disfrutar de intimidad, planificaron una segunda hoja totalmente opaca. ¡Qué gran idea! 

Este piso de poco más de 50 m² se ha exprimido al máximo gracias a una distribución que organiza el espacio en dos zonas: la de día, con el salón, la cocina y el despacho, y la zona de noche, con un completo vestidor, la zona de cama y el baño.

Para sumar espacio y luz al piso, ya que se trata de un bajo, se tomaron prestados unos metros a la terraza y se hizo un cerramiento acristalado que recorre toda la pared del salón, inundando de luz la zona de día. Y, para no dar ni un cm por perdido, la zona de día se planificó como un loft, integrando el salón, la cocina con una barra que hace las funciones de comedor, y una zona de despacho junto al ventanal. 

La decoradora Emma Masana y el arquitecto Antonio Cortines planificaron una cocina abierta por todos los frentes, así disfruta de más luz y contrarresta la presencia de la madera y de un mobiliario de negro. La despensa y la nevera se integraron en un lateral, en un mueble que acaba vertebrando todo el piso. 

Una de las peticiones de la reforma de este piso fue que el piso respirara un aire masculino, de ahí los colores de la cocina y de la zona de día, y de cabañita. Si en la cocina vimos la isla revestida de madera, en el dormitorio la madera se sube literalmente por las paredes, arropando esta habitación separada de la zona de día por una corredera con una doble función de espejo. 

Antes de que la decoradora Pia Capdevila le metiera mano, este piso era el típico compartimentado y oscuro que no sacaba partido a sus enormes posibilidades, a pesar de sus 50 m². La decoradora tiró tabiques, abrió la cocina y ¡pam! se hizo la luz y se ganó funcionalidad. 

Que este salón sea pequeñito no significa que no pueda tener mucho encanto. De hecho, la decoradora aprovechó los elementos originales del piso y que le dan mucha personalidad en su favor, como las baldosas hidráulicos, el techo de bóveda catalana y las balconeras. Son elementos que, de por sí, decoran. Por lo que pudo optar por pocas piezas, que hacen más amplio el espacio.   

Para disfrutar de más luz y metros en la zona de día, la decoradora eliminó el tabique de la cocina integrándola al salón y a su lado colocó el comedor. Para ganar más plazas de asiento, ideó un banco, cuyo respaldo se apoya en los muebles de la cocina, que además tiene cajones para guardar.  

En el dormitorio Pia optó por pocas piezas, para no recargarlo en exceso, pero especiales, como la cómoda, en vez de la típica mesilla, que además regala más espacio para guardar. Y revistió la pared del cabecero con un papel pintado de color verde agua a juego con las baldosas del suelo. Descubre el resto de soluciones de este piso. 

La clave de este piso de 50 m² ha sido la distribución diáfana de los espacios, con la zona de día compartiendo un amplio espacio central diáfano, y con el dormitorio separado por una corredera, que de abrirse, se integra también al resto de espacios del piso.  

El salón es pequeñito, pero se ha equipado con muebles que aúnan varias funciones para que sea más práctico. Así, el sofá se transforma en cama para recibir invitados, el puff es tipo arcón con almacenaje y la butaca del rincón de lectura puede sumarse a la tertulia cuando se necesite para ofrecer más plazas de asiento. 

La cocina se diseñó en blanco, el color que se impone en todo el piso, para que resultara más ligero. Y con el mismo objetivo se prescindió de armarios superiores. Para optimizar el espacio se integró el comedor, con una gran mesa de madera que da el punto cálido al espacio, y que además puede usarse como superficie de trabajo extra si se necesita. 

El dormitorio, contiguo al salón, se ha cerrado con una puerta corredera, que permite darle intimidad sin restar cm de paso. Como en el resto del piso el blanco domina esta estancia, aunque para darle un punto más acogedor se ha combinado con beige en la cama y el cabecero tapizado. Y el espacio bajo la ventana se ha equipado con un escritorio de poco fondo, 40 cm, para ganar un práctico y luminoso despacho. 

Eliminar el pasillo del salón fue una de las claves de este proyecto: no solo hizo crecer el salón, sino que llevó la luz de los grandes ventanales a toda la zona de día. 

Un aparador antiguo de herencia es el gran protagonista del salón, regalando personalidad y estilo a un espacio dominado por el blanco. Para ganar espacio de almacén, la decoradora Natalia Zubizarreta planificó una librería de pladur lacada que combina una zona de baldas, con espacio para la tele, y armarios para tenerlo todo en orden. 

Natalia no solo se alió con el blanco para inundar de luz el salón, sino que aprovechó la reforma para hacer crecer las ventanas, llevando más luz a toda la zona de día. El sofá en blanco y la gran alfombra beige también contribuyen a multiplicar la claridad. 

La cocina ha crecido y multiplicado su claridad con la reforma. Por un lado, se integró el antiguo lavadero, lo que permitió integrar un pequeño comedor, y esto a su vez inundó de claridad la cocina. Además, una ventana fija y una puerta acristalada la separan del recibidor, lo que favorece la circulación de la luz. Para darle un plus de calidez, la decoradora revistió las zonas menos expuestas al agua con un papel pintado de un color visión. No te pierdas el resto de ideas de este piso.