Un dúplex pequeño y sin tabiques en el centro de Madrid ¡genial!

Tiene la luz y el look fresco y relajante de las casas de vacaciones. Pero no lo es. El corazón de este dúplex late con fuerza en el centro de Madrid. Pero para lograrlo ha pasado por una profunda reforma, de la mano del arquitecto Javier de la Colina y las decoradoras Isabel Flores y Nuria Almansa. “Buscamos un mobiliario natural, cómodo, práctico, ligero e intemporal, y una decoración fresca y “eco”, en colores neutros, y todo sin hacer un gran desembolso”. Al colocar los sofás-cama en L se ha ganado sitio, y con la tapicería clara, mucha luz

“La planta baja era un tubo, con un mar de tabiques que lo compartimentaban todo y empequeñecían el espacio”, explica Isabel Flores, una de las decoradoras. Los objetivos de su dueño, el arquitecto Javier de la Colina, eran muchos: inundar la casa de luz, eliminar la incómoda escalera de caracol... Al tirar los tabiques el espacio se abrió y todo cambió.

a mesa como separador es una buena idea en salones abiertos. Aquí divide visualmente la cocina de la zona de los sofás. A su lado, la estantería tiene solo 25 cm de fondo para facilitar el paso. Los dueños le dieron nueva vida pintándola con chalk paint.

“Las paredes y los techos se han pintado de blanco. Eliminamos el antiguo color rojo que las cubría y el espacio parece más grande. Incluso la antigua escalera de caracol, de madera y que resultaba incómoda, la hemos sustituido por otra metálica blanca más ligera; lleva un barniz al agua (de Bona) que aporta un aspecto y tacto natural a los peldaños”.

La luz ahora llega a cada rincón. Los estores también dejan pasar la luz. En la zona con mejor luz, la placa, la campana con armario y el ‘frigo’ ¡en 2 m!

La planta de abajo de este dúplex es un rectángulo diáfano. La escalera marca el límite de la cocina, distribuida en dos frentes paralelos. A continuación está la mesa del comedor y al fondo, el salón.

En la planta de arriba se ha reorganizado el espacio y se han ganado dos dormitorios y un baño que ahora cuentan con ventanas de tejado para disfrutar de luz natural. Las decoradoras les han dado encanto con una ‘deco’ natural “Los dormitorios invitan al relax y no resultan agobiantes a pesar de que los techos son bajos. En uno jugué con un papel luminoso para dar personalidad a la pared del cabecero. El resto de paredes y el techo, en blanco, para alejarlos visualmente”, explica Isabel Flores.

1. Con espejo. Ocupa el espacio detrás de la puerta corredera, por lo que no estorba nada, y está colocado justo donde el techo es más alto. De Ikea.
2. Una estantería. Se ha puesto en la zona más baja del techo y sustituye a la típica cómoda, con idéntica capacidad pero más ligera. Combina cajones y cestos para ropa de mucho uso. También de Ikea.
3. Un banco. A pie de cama es perfecto para dejar la ropa del día siguiente o para calzarse y descalzarse como la butaca de la izquierda. De Ikea.

También hay muebles ligeros, ropa de cama neutra y detalles que lo hacen superacogedor. 

Ayuda a tener en orden los libros y la ropa pequeña en las cestas. Hace de mesilla y repisa.