En esta casa con acceso prácticamente directo al mar, todo está extremadamente pensado, pero para poder aprovecharla al máximo, la interiorista Lory Hansen (de A Touch Of Class) tuvo que superar varias dificultades. No solo cada una de sus cuator plantas mide apenas 12 metros, sino que los techos en la casa son de hormigón, así que poner lámparas fue un problema, por eso apostó por guías de focos y leds camuflados en los laterales .
Hansen se encargó de la redistribución y salpicó la casa de detalles geniales. “En la escalera de hierro puse barandilla de cristal. Así no se ve, pero garantizamos la seguridad”, explica Hansen. La pared de la escalera está pintada de un tono pizarra y gana calidez con el sisal que forra los peldaños. La suma de elementos naturales e ideas que aprovechan la luz y el espacio son la clave de una casita ahora sí, perfectamente aprovechada.