Convertir un piso de los años 70, compartimentado, oscuro y obsoleto, en uno luminoso y actual fue el gran reto al que se enfrentó la decoradora Cuca Arraut con esta casa barcelonesa, ahora, completamente reformada. "Los dueños querían espacios diáfanos y abiertos para que la luz llegara a todos los rincones", explica la interiorista.
El piso estaba muy anticuado, con suelos de madera oscura en la zona de día y moqueta en los dormitorios. Lo renovaron por completo, unificando toda la casa, con un parqué de roble color avellana, incluso en los baños. Aquellas paredes setenteras en color crema y empapeladas con flores se pintaron en un tono gris. ¡Todo un acierto! La casa ya empezaba a cambiar. Pero Cuca no se quedó ahí. "Para mí, aprovechar al máximo el espacio es básico. Por eso, eliminamos tabiques innecesarios", resume.