Un precioso bajo de 75 m2 muy estiloso y con una terraza que parece un jardín (con plano)

Los padres de la propietaria dividieron en dos este bajo barcelonés y les dejaron la mitad a ella y su marido. ¿La mejor decisión que tomó? Llamar a Belén Campos, de BCA Interiors, quien se dio cuenta de que aprovechar la terracita y hacer de ella un mini jardín tropical ¡iba a darles la vida!

La mesas del comedor, así como la de la terraza “eran esas típicas antiguas que ya no se llevan, pero las lijamos para quitar el barniz y no brillan”, explica Campos. Contrastan con las modernas sillas de rafia, que son las mismas en toda la casa, aunque en la cocina sean taburetes altos y en el escritorio en formato negro.

Aunque con cristal fijo, se abrió un enorme hueco que permitiera que pasara el máximo de luz exterior al salón. Además, el sofá en L permite aprovechar mucho mejor el espacio.

“Convertí el pasillo en el hilo conductor que lo estructura todo, gracias a un único mueble que va desde la entrada hasta la terraza: esa pieza al principio la componen unos armarios altos (el primero para abrigos y el siguiente de ropa de casa), después es una mesa de estudio y, casi al fondo de la casa, es una librería con almacenaje”, explica Campos. ¡Guau! Esta columna vertebral de DM lacado en blanco roto abre visualmente el campo.

La vista desde la terraza da una visión clara de cómo se comunican los espacios en este bajo de 75 m2. Y para ello ayuda el suelo porcelánico que cubre el suelo de todo el interior y también de la terraza.  

Una de las máximas de cualquier piso pequeño es encontrar soluciones de almacenaje. Aquí, la interiorista se decantó por esconder varios armarios entre estanterías con las baldas suspendidas. Así, se ha conseguido espacio para guardar que, al mismo tiempo, decora. 

En la cocina, una práctica barra para desayunar hecha a medida no interrumpe el flujo de la luz.

Los muebles de la cocina son de material posformado en gris antracita y madera de roble. “La cocina la dejé semiabierta, para que los fogones y el fregadero no se vieran desde el salón, solo la barra del desayuno, que está hecha del mismo Silestone que la encimera", añade la interiorista.

La zona de trabajo era una de las peticiones de los propietarios. Y, ante la falta de espacio, se colocó en una zona de paso de forma muy discreta, como continuación de la estantería que decora la pared del comedor.  

En la zona del pasillo, también se planificó una zona con armarios empotrados que regala mucho almacenaje y tan necesaria en un piso pequeño.   

En el dormitorio principal, la pared en color topo (a juego con la del salón) da profundidad a una habitación no demasiado grande. Y se ha aprovechado la profundidad de una viga para crear un práctico cabecero de obra.

Como en todas las casas, aquí los armarios son la mejor solución para el orden. En la foto, el vestidor del dormitorio “Son iguales en toda la casa: con el exterior de DM lacado liso y tiradores de cuero”.

Refleja la luz de la habitación, hace más grande el pasillo y sirve como espejo de vestidor junto a los armarios. Es grande, con un marco grueso de madera resulta decorativo, y apoyado en el suelo queda genial.

Para dar mayor amplitud al baño, la interiorista eligió unas paredes de color blanco, así como la encimera del mueble de madera, que es el encargado de llevar la calidez. 

En la terraza, la interiorista Belén Campos de de BCA Interiors, responsable de la reforma y de la decoración: “No concibo que algo sea bonito y no sea práctico”.

Este bajo es el resultado de dividir una vivienda más grande. Su ‘joya de la corona’ es la terraza y la clave para aprovechar el espacio fue un mueble a medida de DM que recorre desde la entrada todo el salón.