Annika Bullus esperó trece largos años hasta que encontró el momento para construir la casa de sus sueños en El Madroñal, Málaga. Es arquitecta de interiores, y ella misma diseñó los planos del que sería su refugio en Andalucía. Una casa de estilo clásico, blanca y luminosa, con guiño a sus raíces anglo-suecas, rodeada de paisaje y con grandes porches y ventanales para disfrutar las vistas desde cualquier rincón.
En la entrada, mesa velador, de Crisal. Silla, de anticuario. Alfombra en Pantay, como las bolas de cristal. Plantas, de Viveros González.
El Mueble
Una gran puerta de madera antigua nos da una cálida bienvenida
"Tiramos abajo la vieja casona que existía porque no tenía ningún valor histórico, aunque quise respetar la esencia local y, por ejemplo, lapuerta de entrada es antigua, pertenecía a una finca de caballos andaluza", nos explica Annika, la propietaria. "La compré en Ronda y es la mejor carta de presentación”. ¡No nos cabe duda!
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Porche con banco de obra. Cojines estampados y plaid, en Pantay. Cojines lisos azules, de Gancedo. Puff, de Casa. Mesitas y faroles, de Crisal.
El Mueble
El porche tiene un gran banco en forma de semicírculo ideal
Todo está rodeado de objetos de distinta procedencia y estilo, con una mezcla de linos naturales y esparto y mimbre en algunas alfombras, tanto dentro, como fuera de la casa. El paisajismo, que está lleno de plantas locales, también es obra de Annika. "El secreto de una casa fuerte es cuidar hasta el último detalle", advierte la propietaria.
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Terraza con sofás de mimbre, butacas y mesa de centro comprados en Inglaterra. Cojines, de Gancedo. Puf, de caña de Crisal. Alfombra, en Pantay. Plai, de Zara Home. Plantas, de Viveros González
El Mueble
La gran terraza llena de fibras naturales y plantas tiene grandes vistas
Mezclar es la gran clave decorativa de Annika: "La mayoría del mobiliario viene de una subasta en Inglaterra y combiné un poco de todo: mesas francesas, butacas castellanas antiguas, lámparas marroquíes tradicionales... Incluso el mobiliario de fibras naturales del segundo porche, que es africano", nos cuenta. Esta terraza disfruta de la mejor panorámica y desde ella se puede acceder a la cocina.
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Salón con sofá de Designers Guild. Cojines lisos, en Pantay, y geométricos, de Gancedo. Cojín liso azul grisáceo, en Mandrágora, como las butacas y la banqueta. Mesa de centro, en Pantay, y auxiliar, de Crisal.
El Mueble
El salón tiene una esencia clásica y elegante que enamora
El interior, muy diáfano con espacios abiertos, está lleno de elementos singulares. Empezando por la base, "la piedra del suelo de la entrada proviene de La India y es la misma que la del porche. Tiene una energía especial que se contagia si caminas descalzo", explica. En el gran espacio formado por el salón, el comedor y la cocina, la propietaria puso más piedra, y dio el toque de calidez en los altísimos techos colocando vigas de madera al estilo de los chalets suizos.
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Salón con sofá, de Designers Guild. Mesa de centro, en Pantay, como la alfombra. Mesa auxiliar de madera, de Crisal.
El Mueble
Las vigas y las piezas antiguas son un elemento decorativo más
Otro de los empeños de Annika fueron los muebles de obra: diseñó el banco circular que hemos visto en el porche, la chimenea de leña del salón y también los bancos en las ventanas, como el del comedor. A modo de asiento y con cojines, son un perfecto mirador.
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Cocina con taburetes altos, similares en Mandrágora. Nevera, de Miele. Encimera de piedra natural. Lámparas de techo, similares en Naluz. Plantas y maceteros, de Viveros González.
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La cocina tiene una gran isla con taburetes y muchos armarios
"El mobiliario de la cocina con isla –añade Annika– lo traje de Suecia, aunque la encimera, que me encanta, es de piedra natural española”, confiesa Annika, que no dudó en diseñarla con una espectacular zona de trabajo y fregadero central con taburetes.
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Hacia la cocina, mobiliario de Kvänum. Lámparas de techo, similares en Naluz. En primer plano, puff similar en Pantay. Plaid, de Zara Home.
El Mueble
Todas las ventanas y puertas son verdes para evocar a la naturaleza
Por cierto, ¿te has fijado en el color de los cerramientos? Son de un verde muy especial porque lo creó ella misma con la ayuda del artista británico Matthew Carey. "Me decidí por ese verde porque me gusta que los colores bailen con la naturaleza. Es el único tono que destaca en una paleta por lo demás llena de blancos rotos, ocres, marfiles y algún azul claro", apunta.
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Cocina con mobiliario, de Kvänum. Encimera de piedra natural. Taburetes similares, en Mandrágora. Lámparas de techo, similares en Naluz.
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La cocina es el corazón de la casa y donde más cariño ha puesto la interiorista
La cocina es el espacio ideal para reunirse y compartir anécdotas, como la que nos cuenta ella misma: "este es el séptimo proyecto que construyo, incluida una lechería de cabras en Suecia (www.goathagelstad.com) a la que vienen a tomar helado los Reyes de mi país", se ríe. El equipo que la ayudó en esta andadura, eso sí, es de Ronda: el arquitecto César de Leyva y el ingeniero Juan Guerrero, y su constructor favorito, Francisco Guerrero y su equipo.
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Dormitorio en suite con cabecero y banqueta en Pantay. Mesilla de noche antigua. Banqueta tapizada y cortinas, con tela de Gancedo. Lámpara, en Mandrágora.
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Todos los dormitorios, muy sofisticados, tienen baño y vestidor propios
Llegamos a la zona de noche, con cuatrodormitorios en suite llenos de luz: "El truco para que las habitaciones (más un pequeño estudio) transmitan tanta paz es haber unificado el color de sus paredes con los vestidores y baños contiguos", señala Annika.
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Dormitorio principal con cabecero, en Pantay, como el edredón con lazos negros y los cojines con ribete. Mesilla de noche antigua. Banqueta tapizada con tela de Gancedo. Al fondo, cómoda recuperada. Lámpara, en Mandrágora.
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Todos y cada uno de ellos tienen una gran ventana por la que entra mucha luz
Con cabeceros tapizados en tonos claros, cortinas de generosa caída y más piezas antiguas, como las cómodas y las banquetas a pie de cama, los dormitorios no solo desprenden calma, también personalidad. Como en el resto de la casa, en las habitaciones la frondosa vegetación funciona como una pieza más. Las ventanas, verdes y blancas, vuelven a ser las protagonistas, a veces como salida al exterior, otras como pequeños miradores, con más bancosa medida cubiertos de cojines.
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Baño con bañera revestida de mármol. Plantas, de Viveros González. Toalla y alfombrilla, de Zara Home. Bandeja, en Pantay.
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Los baños de ensueño transmiten paz y relax gracias al mármol
En la zona de noche todo es blanco, incluido el mármol de las bañeras y las puertas de los armarios, mientras el suelo, esta vez de roble americano, "me encanta porque es cálido y resistente", confiesa. ¡Volveremos!
Agradecimientos: esta casa está a la venta en Diana Morales Properties (dmproperties.com).
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Un chalet con piscina que ha quedado acogedor
Un chalet con piscina que ha quedado acogedor.
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Un chalet con piscina que ha quedado acogedor
Si tienes ganas de más, en este vídeo te mostramos algunos de los rincones de esta preciosa casa en Vigo, tras pasar por las manos de la estilista Sol van Dorssen. A continuación, veremos las claves de decoración estancia por estancia. ¡No te las pierdas!