¿Serías capaz de encargar la reforma de tu casa y no supervisarla a diario? Pues los propietarios de este pisazo lo hicieron. “Me reuní con ellos al principio, me enviaron algunas fotos de lo que les gustaba y la reformamos sin que vieran nada. Se la entregamos por sorpresa y cuando la vieron fue muy bonito porque nos dijeron que no hubieran cambiado absolutamente nada”. La interiorista Natalia Zubizarreta recuerda así cómo empezó todo en esta casa que es, según sus palabras, “la niña de los ojos” de su estudio de decoración. Y no nos extraña. Nivelón es poco. Esta casa cuenta con 350 m2 y tanta luz y amplitud, que abruma.
Cosas que este piso debía tener y no tenía
La cocina dio mucho trabajo: "La movimos porque estaba en un patio interior. Allí pusimos la habitación de invitados porque tendría un uso más esporádico, y sacamos la cocina a la fachada para que la pudiéramos unir al salón comedor". Y claro, una cocina como esta debía tener una isla: “Costó meterla porque la cocina es estrecha, pero lo hicimos –cuenta–. Mide 1,80 x 60 cm y está pensada como superficie de apoyo". En el salón también se añadió una pieza estrella: la chimenea. "Dijimos '¡Hombre! Una casa como esta debe tener chimenea', así que hicimos una caja de hierro, hueco para los quemadores y la forramos con piedra". Es de bioetanol y, cuando la tele está oculta, es la verdadera reina de este salonazo.
Detalles que armonizan el estilo
El papel es uno de ellos. Hay el mismo papel en el pasillo que en la cocina. También en el salón hay detalles que "se repiten": detrás de la estantería hay una chapa de madera natural entonada en color con el suelo de la casa: "Creímos que le iba a dar categoría y que iba a quedar bonito en contraste con el blanco". El suelo es un laminado de la marca Quickstep, modelo Majestic, "el más lujoso que tienen", dice Natalia. Son unas tablas muy largas y anchas, en consonancia con la casa, y a la vez es muy trotero y resistente, ideal con dos niños pequeños. "Y los radiadores también los pusimos de hierro y de estética antigua, ¡pero son nuevos!". ¡Qué ideazas, Natalia!

¿Cuál va más contigo?
Un salón clásico con todas sus caras