Como si de una novela se tratase, la vida de Naty Abascal siempre ha estado marcada por el glamour. Tras ser fotografiada por Richard Avedon en los 60, la nieta del V marqués de Romero-Toro comenzó a trabajar en el mundo de la moda, protagonizando portadas de las revistas más icónicas y relacionándose con artistas de la talla de Andy Warhol.
Hoy, la musa de Oscar de la Renta y Valentino, pasa sus días a caballo entre su piso del barrio de Chamberí y su casa familiar en Sevilla. Ambas propiedades aparecen a menudo en su cuenta de Instagram, donde Naty acumula cerca de 250.000 seguidores.
EL PISO DE NATY ABASCAL EN CHAMBERÍ
Clásico, elegante, cargado de recuerdos y rebosante de libros. Así es el piso de Naty Abascal en Madrid, un hogar donde la huella de la modelo y su buen gusto se dejan ver en cada rincón a través de numerosas fotografías y obras artísticas.
CLÁSICO Y ECLÉCTICO
Sobre una paleta de tonalidades neutras, los textiles, las pinturas y los objetos decorativos bañan de color las estancias. Todas ellas gozan de ese eclecticismo que solo puede surgir tras una vida de frenéticos viajes alrededor del mundo. De hecho, resulta imposible no sentir cierta envidia cuando una piensa en aquellas cenas de la modelo con actores como Kirk Douglas o Paul Newman, ¡quién pudiera viajar en el tiempo!
ANIMAL PRINT
El estampado de leopardo está presente en pequeñas dosis como en el cojín central del sofá, junto a varios cojines con motivos étnicos en tonos muy vivos.
LIBROS POR DOQUIER
Pintura, diseño de moda, fotografía... Naty Abascal cuenta con una biblioteca de ensueño en su piso de Madrid. Tal es su colección, que no duda en emplearlos como piezas decorativas por toda la casa. Y tú, ¿harías lo mismo o te parece too much?
LA CASA FAMILIAR DE NATY ABASCAL EN SEVILLA
La casa familiar de Naty Abascal en Sevilla es un auténtico tesoro para los amantes de las antigüedades y el carácter tradicional. Los altos techos con molduras o vigas vistas permiten decorar las paredes con múltiples cuadros, litografías, platos de cerámica y espejos cuyos marcos reflejan siglos de historia y varias generaciones.
ELEMENTOS DE ANTAÑO
Tampoco faltan elementos clásicos como las chimeneas de mármol, una lámpara de araña sobre la mesa del comedor, o una butaca con estampado floral a modo de rincón de lectura que se esconde tras este precioso centro de mesa.