¡Muy práctico!

El gadget de limpieza que no es común en España y que te salvará la vida cuando friegues el suelo

España es el país que más limpia y muchos argentinos aún no entienden por qué no tenemos este utensilio tan útil. Una advertencia para los maníacos de la limpieza: lo vais a querer

Una advertencia para los maníacos de la limpieza: en cuanto veáis este invento argentino para secar los suelos, lo vais a querer

Una advertencia para los maníacos de la limpieza: en cuanto veáis este invento argentino para secar los suelos, lo vais a querer

España es un país famoso por su afán por mantenerlo todo limpio y ordenado. Somos amantes de la limpieza y de tenerlo todo más limpio que los chorros del oro, tanto, que podemos limpiar el baño cada dos días (o cada día) y levantarnos el sábado por la mañana temprano para darle una limpieza más profunda. Y esto no es algo que digamos en El Mueble porque sí, seguro que habrás viajado fuera de España y te habrás dado cuenta de que la limpieza en otros países no tiene nada que ver con la nuestra.

Pero, aunque los españoles seamos bastante buenos cuidando la limpieza de nuestros hogares, nuestros amigos argentinos nos llevan la delantera cuando se trata de eficiencia en la limpieza de suelos: tienen un utensilio de limpieza que no es común en España y que sirve para secar los suelos en un santiamén sin tener que esperar a que se vaya secando solo con el aire. Se trata del secador de pisos.

El secador de pisos argentino que necesitamos en España

¿Cuántas veces has fregado los suelos de casa a la velocidad del rayo pero has tenido que esperar siglos a que se sequen? Y este tiempo aumenta durante los meses de invierno, por mucho que pases la fregona seca para intentar que haya la menor cantidad posible de agua y se acelere así el proceso de secado, el frío frena esta velocidad. Por eso, en España nos sería muy útil contar con el utensilio estrella que los argentinos utilizan para la limpieza de los suelos, el secador de pisos, un ingenioso utensilio que forma parte de la limpieza de los hogares de Argentina. No hay una casa que no tenga un secador de pisos, de hecho, cuando viajan a otros países y no lo tienen, lo echan muchísimo de menos.

Y es que el secador de pisos lleva muchos años en la vida de los argentinos, concretamente fue José Raimundo Fandi quien creó y patentó el primer secador de piso moderno en 1953. ¿Su funcionalidad? La mejor del mundo: se usa una vez los suelos han sido fregados para esparcir y secar el agua con el fin de que se sequen mucho más rápidamente. Básicamente, su forma es muy parecida a la de la escoba de barrer, pero en lugar de tener en su extremo un cepillo con cerdas gruesas, lo que tiene es una banda de goma vulcanizada blandita capaz de llevarse a su paso todos los restos de agua que se hayan quedado en los suelos.

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El clon del secador de pisos argentino, disponible en Leroy Merlin

Aunque pareciera misión imposible encontrar un secador de pisos argentino en España, en la redacción de El Mueble nos hemos puesto en modo detective y no hemos parado hasta que hemos encontrado el clon de este utensilio para la limpieza de suelos que nos parece tan espectacular para secar los suelos rápidamente. Lo hemos encontrado en Leroy Merlin pero camuflado bajo otro nombre: recogedor de agua.

Este recogedor de agua de Leroy Merlin es la herramienta perfecta para mantener tus superficies limpias y libres de agua estancada en terrazas, escaleras, cocinas, baños, etc. Gracias a su doble labio de goma sintética, este secador de pisos también es capaz de eliminar tanto el agua como la suciedad de los azulejos y los suelos de piedra. Su ancho de 45 cm asegura una fácil y rápida eliminación del exceso de agua, incluso en grandes superficies, con tan solo unos pocos pasos.

Recogedor de agua de Leroy Merlin

Recogedor de agua de Leroy Merlin

Leroy Merlin
Recogedor de agua Classic Telescope Leifheit
19,99 €

 

Este recogedor de agua garantiza una altura de trabajo óptima y respetuosa con la espalda, gracias a su mango telescópico de longitud ajustable, que va de 80 a 132 cm, adaptándose de manera individual a cualquier tamaño de cuerpo y situación de trabajo. Además, su gancho para colgar permite un práctico almacenamiento sin ocupar mucho espacio en la pared.

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