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Jugar con la vajilla

¿Buscas sorprender a tus invitados? Inspírate en esta idea: cada comensal tiene platos distintos. Aún así el resultado es armónico porque se han elegido en colores coordinados. El camino fucsia (de Habitat) que recorre la mesa imprime vitalidad y refuerza este carácter desenfadado.

2.

Un centro muy fresco

Dos jarras y un vaso bastan para crear una original y fresca composición floral para vestir la mesa.

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Doble mantel

Superponer dos manteles es un recurso práctico y muy decorativo para vestir hasta el suelo la mesa. Aquí, se han combinado dos diseños florales, en sintonía con la vajilla, creando un conjunto muy primaveral.

Manteles con tela de Güell-Lamadrid y vajilla, en Riera.

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En blanco, rosa y plata

Es una combinación ganadora para vestir de fiesta la mesa esta primavera. La vajilla blanca es un clásico que nunca pasa de moda, los detalles en plata dan elegancia y un toque vintage y el rosa pálido de las copas y las flores es la nota delicada y femenina.

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El mar, en la mesa

Divertidas aplicaciones de tela de saco y lino en forma de peces en el mantel, cojines a rayas de inspiración marinera, una guirnalda de madera que recorre toda la mesa... Y todo, con los colores de la playa: azul, arena y blanco.

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Vasos de colores

¡Están más de moda que nunca! Darán un toque divertido e informal a tu mesa. Con relieves, como estos, resultan decorativos por sí solos.

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Libélulas, a volar

¿Quieres sorprender a tus amigos con una puesta en escena original y de lo más primaveral? Inspírate en esta idea: calca el dibujo de la libélula sobre fieltro blanco y recórtalo. Haz un agujero, pasa el cordel por él y anúdalo alrededor de la servilleta. ¡Listos!

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Inspiración marinera

Frescor y más frescor. Y es que combinar en la mesa blanco y azul transmite verano. Una estrella de mar a modo de decoración y una vajilla y bandeja de madera en forma de pez completan este look playero.

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Servilletero DIY

Una cinta de rafia, una pinza y un adorno de papel en forma de caracola. Y ya tienes un servilletero personalizado y único para vestir la mesa en tus comidas veraniegas.

Servilleta de Velafusta.

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Vestir con caminos de mesa

¿Quién dice que la mesa debe vestirse con un mantel? Si buscas un look informal, apuesta por los caminos de mesa. Aquí, además, se han combinado tres diseños distintos.

Vajilla, en Coton et Bois.

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Un menú DIY

Aunque sea una comida informal entre amigos, ¿por qué no poner por escrito el menú? Aquí, además, es de doble uso: menú y sobre para los cubiertos.

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Mensaje en una botella

Esta original propuesta handmade para vestir la silla es tan fácil como resultona. Las botellas se han forrado con papeles decorados y se han completado con campánulas, que refuerzan su carácter fresco y de campo.

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El campo más chic

Oro, madera, cristal, hojas y coloristas composiciones florales visten con personalidad esta mesa.

Caminos de mesa Filocolore; vajilla, farolillos y ensaladera de madera, de Cado. Cubertería y copas y vasos, de Zaera Home. 

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Blanco sobre blanco

Esta mesa es tan fresca como elegante. Para destacar la vajilla sobre el mantel, todo en blanco, se ha elegido un bajoplato de fibras que, además, aporta un toque natural.

Si con la primavera han florecido en tu agenda social las comidas y celebraciones con los amigos, vete preparando porque tarde o temprano te tocará hacer de anfitrión. Que si una semana en casa de Juan, que si la otra improvisamos un picnic y cuando menos te lo esperes... en la tuya. Sí, sí, en LA TUYA. Si esto de recibir en casa te da un poco de vértigo no te apures, te echamos una mano para que la puesta en escena sea tan refrescantemente primaveral como sabrosa y ligera la comida. ¡Y a triunfar!

El secreto del éxito: mise en place + puesta en escena

Antes de nada, memoriza la máxima: "la comida entra por los ojos". Las formas, los colores, las texturas y la presentación de los alimentos en el plato tienen la capacidad de despertar nuestro más goloso apetito... o por el contrario mandarlo al traste.

Pero ojo, no solo la mise en place es básica para hacernos la boca agua, sino también la puesta en escena. La vajilla en la que se presenta, el mantel con el que se ha vestido la mesa, el centro de mesa o el detalle personalizado con el que se ha decorado la silla. Sí, el éxito de una comida se lo reparten la destreza del cocinero y el mimo con el que se ha vestido la mesa. Poco importa que sea una comida informal, de fiesta, romántica con la pareja o un picnic con los amigos. Los detalles cuentan. Y mucho.

Vestir la mesa: mantel vs. caminos

O por qué no, ambos. Y es que no tienen porqué ser excluyentes. Elijas la opción que elijas, ten en cuenta que en general una mesa siempre se verá más vestida o formal con un mantel, sobre todo si llega hasta el suelo. Mientras que si optas por unos caminos, darás un look más casual.

La opción de combinar caminos y mantel está muy de moda y, además, es muy práctica, ya que protege el mantel de posibles manchas. Merece la pena valorarlo, sobre todo si la mantelería es delicada. Puedes optar por una base blanca o cruda, y darle color y frescor con los caminos de mesa (verde agua, fucsia, mostaza...). Recuerda, ¡hay vida más allá del azul para refrescar la mesa!

Los salvamanteles son otro complemento muy socorrido. Aunque los hay de muchos materiales (¡incluso crochet!), si optas por los de fibras darás una nota fresca y natural a la mesa.

Vajilla: juega, combina y sorprende

No es cuestión de cambiar la que tienes por cambiar. Si te vale, ¡adelante! Pero si ya hace tiempo que te ronda la idea de jubilarla aprovecha la ocasión y estrénala por todo lo alto. Puedes comprarla a piezas sueltas –muy útil si quieres combinar varios diseños– o apostar por las versiones básicas de 18 servicios. Si no vas a usar ensaladeras ni soperas ni bandejas que no sabes ni para qué son es la mejor opción.

De loza, gres, porcelana, vidrio... Elijas el material que elijas, un consejo: que sea apto para el lavavajillas. Lo agradecerás.

Mixto de colores

Los diseños mates y bicolor están de moda, y lo mismo ocurre con los colores pastel y los empolvados. Tienen la ventaja de ser frescos, elegantes y muy fáciles de combinar. Por ejemplo, un camino de mesa fucsia sacará los colores a una vajilla verde agua o rosa palo.

Cristalería, ¿con o sin color?

Hace unos años esta duda hubiera sido impensable: la cristalería o era de cristal y transparente o no era cristalería. Los colores, para los peques y los vasos de plástico de camping. Pero ahora el color es tendencia. Y no solo en vasos, sino también en las copas. El único "pero" es que el color tiñe el contenido y beber vino con un color azul pitufo no es del agrado de todos... Tenlo en cuenta.

Si no quieres arriesgarte, siempre puedes reservar el color para los vasos, darán un toque desenfadado sin "romper" con la etiqueta. Otra opción es apostar por una cristalería decorada con cenefas o con dibujos (rayas, puntos, espirales...), muy de moda, que no suele "manchar" todo el vaso.

Centros de mesa: ¡flores a tutiplén!

Si la primavera es la estación de las flores, ¡invítalas a la mesa! Además de decorar por sí solas, darán alegría, energía y frescor. Si vas a dejarlas durante la comida, elige variedades poco olorosas, así evitas que sus aromas enturbien el sabor de la comida.

Y es mejor hacer una composición de varios mini bouquets de poca altura en el centro de la mesa o acompañando los comensales en vez de un gran ramo. ¿Imaginas tener que esquivarlo cada vez que quieres hablar con quien tienes delante?

Los pequeños detalles que marcan la diferencia

Ya lo tienes todo (o casi) listo. Pero si vas a por la Matrícula de Honor como anfitrión, no puedes olvidarte de los pequeños detalles.

Un servilletero confeccionado para la ocasión, un adorno con el nombre de cada invitado colgado en la silla, el menú del día... No es necesario complicarse la vida, basta con tener un poco de imaginación, muchas ganas y un derroche de ilusión.

Y si la imaginación te falla, siempre puedes sacar buenas ideas de nuestra completa galería. Inspírate, copíalas, adáptalas, tunéalas y, sobre todo, disfruta con los preparativos.