1 /9

1.

Te quiero verde

 El color verde también está relacionado con la fertilidad de nuestros pensamientos. Si tenemos vistas a un jardín (o, en su defecto, pintamos una pared de este color) nos sentiremos de mejor humor y estaremos más activos e inspirados.

2.

Vergel urbano

Tener plantas cerca también ha demostrado ener un efecto positivo en nuestra creatividad, de hecho según según una investigación realizada en la Universidad de Texas A & M, los trabajadores que tenían plantas en su mesa tenían un 15% más de nuevas ideas que aquellos que no.

3.

Música genial

Según los diversos estudios que avalan el Efecto Mozart, escuchar música clásica mientras trabajamos tiene un efecto positivo en nuestro sistema nervioso, reduce el estrés y, en estudiantes, se ha comprobado que ayuda a sacar mejores notas.

4.

Vistas a la naturaleza

Si desde el lugar en el que trabajas puedes dejar que de vez en cuando tu vista se pierda en un parque, en el cielo, río, mar o cualquier elemento bello de la naturaleza trabajarás mejor. Diversos estudios revelan que el pensamiento creativo se activaba en sintonía con los paisajes salvajes.

5.

Puertas accesibles

 "Sólo tienen valor los pensamientos que nos vienen mientras andamos”, dejó escrito Nietzsche quien al igual que otros grandes pensadores (de los filósofos griegos a Kant o Rousseau) obtuvo sus mejores reflexiones paseando. Según un estudio, si salir a caminar de vez en cuando es una opción accesible trabajaremos mucho mejor y seremos más creativos.

6.

Ventajas del orden

Un estudio de la Universidad de Minnesota reveló que los escritorios ordenados hacen que nos resulte más fácil llevar una dieta saludable, además de ser más generosos y cooperativos con nuestros compañeros.

 

7.

Ventajas del desorden

Sin embargo, el mismo estudio reveló que un escritorio desordenado nos lleva a ser más creativos ya que, ajena a las reglas, la mente piensa con mayor libertad.

8.

Reduce el estrés

Al contrario de lo que pueda parecer, esas jornadas interminables son contraproducentes si queremos ser productivos. Se ha comprobado que hacer pausas de 17 minutos después de cada 52 minutos de trabajo nos ayuda a estar despejados y motivados. Es la llamada regla 52/17.

9.

Pequeñas distracciones

Según el neurocientífico Jung-Beeman, jugar en el trabajo de vez en cuando es altamente recomendable porque la diversión pone en marcha determinada región cerebral (la corteza cingulada anterior), la misma que se activa cuando se tienen grandes ideas. Por eso cada vez más oficinas en Silicon Valley​​tienen juegos para sus empleados.

Tanto si trabajas desde casa como si lo haces por cuenta ajena, el espacio que te rodea determinará el grado de motivación, concentración y hasta de inspiración y creatividad. Lo han demostrado varios estudios relacionados con la neuroarquitectura.

Se trata de estimular la creatividad, pero sin desconcentrarnos. Y de ser productivos, sin estresarnos. Una de las claves es no mezclar elementos personales y familiares con el trabajo. Si vas a trabajar en casa, ha de ser en un lugar donde no vayan a interrumpirte o vayas a distraerte. ¿Sabías que en las habitaciones de los hoteles de negocios desde el escritorio no se ve la cama? Es un recurso de la neuroarquitectura par no distraernos.

Invierte en un buen asiento: según la Academia Americana de Médicos de Familia, un 90%de los adultos sufren dolor de espalda en algún momento de su vida y el 50% de la población activa lo sufre varias veces al año. Elige un buen apoyo lumbar y verás que el trabajo no duele tanto.