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Un armario horizontal

Una cama canapé (o arcón) puede convertirse en ese armario extra que te vendría de perlas para guardar nórdicos, edredones, piezas de otras temporadas... incluso maletas. Su ancho responde al ancho de los colchones estándar y su acabado puede ser de madera, polipiel o de tapizado en tela, una opción muy decorativa y que, si tiene el mismo tono que la ropa de cama, disimula la pieza. La cama es de Línea Barcelona y el armario está realizado por Cadri Interiors. De Júlia Casals

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Lo mejor: cajones con ruedas

Una cama elevada, algo más alta que las standard, con cajones debajo es una solución perfecta para guardar tanto como en una cama arcón. Asegúrate de que los cajones tienen ruedas. Los sacarás sin esfuerzo y podrás acceder a todo lo que guardas con mayor comodidad. Su punto débil es que son piezas muy pesadas, difíciles de mover y también de acceso complicado a la parte inferior. Pero compensa TODO el espacio que te regalan. Cama Brimmes, de Ikea. El cabecero y el baúl Stuva, son también de Ikea, y la lámpara, de Cado.

3.

De obra y con cajones

Si tu estilo es rústico y haces una cama de obra, puedes planificar la base con huecos para guardar y hacer dos cajones de madera. Ésta es de Lluís Auqué y Ferran Prat

4.

Con aire de futón

En Occidente, el dormitorio suele estar pensado sólo para dormir, y eso de tener un colchón delgado, que podamos mover donde queramos y que vaya sobre el suelo, no tiene muchos adeptos. Nos gusta el estilo japonés, pero buscamos otro tipo de comodidad. ¿La solución? Estructuras algo elevadas del suelo que se conviertan en tatamis gruesos y, encima, en vez de futones, colchones tradicionales para conseguir un descanso reparador. Lámpara, en Cottage Little House. Arquitecto, Damián Ribas.

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Camas que te hacen ahorrar

Hay una fórmula de cama alta que te permite gastar menos en mobiliario. Se trata de una estructura más ancha que el colchón, tanto por los lados como por los pies, que se convierte en un mueble con múltiples usos: los laterales pueden hacer las veces de mesita de noche y banco para descalzarte, y la parte que sobresale de los pies, como banqueta para dejar los cojines o la colcha cuando no la necesitas.

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Para Peter Pan

Esta cama vuela sobre dos cajones con ruedas con muchísima capacidad. Cuando falta el espacio, el ingenio es el rey. Diseñada por Neus Casanova

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Alta... pero alta alta

Son las camas montadas en altillos. Cada vez es más habitual encontrar pisos de un solo ambiente, así que aprovechar la altura y crear un mezanine donde colocar el dormitorio es una gran solución para ganar metros y casi duplicar el espacio. Abajo estarían las zonas diurnas y arriba la cama. Así puedes contar con más espacio del que tendrías abajo, además de ganar intimidad y un espacio acogedor y muy personal. Del arquitecto Claudio Nardi

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Abajo tú, arriba nosotros

Si no hay metros pero sí altura, una buena solución es hacer un altillo y situar el dormitorio en el "balcón" superior. Abajo, mobiliario de Ikea. 

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Si siempre se suben por todas partes...

¡Que se suban porque lo decides tú! En la habitación de los peques, una cama elevada no sólo se convertirá en una aventura para ellos sino que, además, podrás aprovechar mucho más su habitación. Ésta cuenta con un vestidor debajo, una gran idea para dormitorios infantiles de pocos metros. Es diseño de Meritxell Ribé con la colaboración de Olga Gimeno, de Bona Nit. 

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¿Larga y estrecha?

Si tienes una habitación de estas características, una cama elevada con huecos debajo para cajones y armario es la solución ideal para dejar el espacio liberado al máximo. Litera y arrimadero, diseño de Dijous. Alfombra, en Filocolore.

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Cajones incluso en las escaleras

Las camas altas te permiten colocar cajones debajo, la zona de estudio, una cama nido por si se queda algún amiguito a dormir, casitas de juego... ¡e incluso armarios! ¿Se puede aprovechar más el espacio? Litera diseño de la decoradora Gemma Gallego. Revestimiento de madera de roble pintada de blanco. 

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¡Cómo no les va a gustar!

El único problema que tendrás son las peleas por quién acabará durmiendo arriba. Es un proyecto de la arquitecta Cristina Balet, realizada por Fusteria Dobe. 

Necesitarías un nuevo armario en tu dormitorio pero no te cabe. Te gustaría tener menos piezas para ganar más espacio. Su cuarto es tan pequeño que para ir del escritorio a la cama y de la cama al armario, sólo necesitas dar tres saltitos de chotis... Si te identificas con alguna de estas frases (o con todas): una cama elevada es tu solución.

Además, las camas altas, no sólo te ofrecen almacenamiento extra, sino que tienen otra importante ventaja, y es que cuidan tus articulaciones (sobre todo tu espalda) porque te facilitan los movimientos para acostarte y levantarte. ¿Qué más necesitas saber para dar el salto?