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Litera: perfecta en habitaciones compartidas

Sobre todo si son pequeñas, porque la litera está siempre lista. Es decir, no es necesario desplegarla y guardarla cada día, como ocurre con las camas nido, que en este sentido son más prácticas cuando no se comparte habitación. 

Litera de Pfister. 

2.

Cama nido: una cama extra solo cuando se necesita

Es la principal ventaja de las camas nido, que mientras no las necesitas, cuentas con una habitación más despejada para aprovecharla con una zona de juegos cuando son pequeños o una zona de escritorio, más adelante. 

La cama es un diseño a medida de Antonio Sánchez Olmos. 

3.

Litera: la que mejor optimiza el espacio

Y es que literalmente en el espacio que ocupa una cama, tienes dos. Al aprovechar los metros de la estancia en vertical, no restan cm útiles del dormitorio. Las hay de apenas 90 cm de ancho, una opción perfecta cuando la habitación es mini. 

Literas, diseño de la decoradora Carolina Juanes. 

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Cama nido: necesitas un espacio libre para desplegarla

Lo ideal es tener 120 cm libres delante de la cama: 80 de la cama, porque la cama nido suele ser más pequeña que la estándar, y 40 cm de paso. 

Cama realizada a medida por Dijous.

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Litera: cuidado con la altura del techo

Es uno de los principales problemas con los que se enfrenta la litera: la altura del techo. Aunque lo habitual es que los techos midan entre 230 y 250 cm de altura, es importante asegurarse de que el niño que duerma arriba estará cómodo y podrá incorporarse en la cama sin darse coscorrones. Se recomienda dejar libres al menos 60 cm entre la cama y el techo y entre las camas, unos 75 cm para que el que duerme abajo no se golpee con el somier. 

Literas de Grupo Santos. 

6.

Cama nido: más ligeras

En comparación con una litera, son visualmente más ligeras, por lo que no empequeñecen tanto el espacio. 

La cama es de Muebles Asoral. 

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Litera: las camas más divertidas

Las literas ganan de calle a las camas convencionales en cuanto a atractivo se refiere para los peques de la casa. No solo por la posibilidad de dormir arriba, que suele ser la cama más codiciada, sino porque algunas firmas ofrecen la posibilidad de customizar la litera con cortinas o accesorios de tela que transforman la cama en un juguete más, ya sea una casita, un barco, un castillo...

Estas literas son de Ikea. 

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Cama nido: incluso en habitaciones juveniles

No es que las literas no puedan usarse en habitaciones juveniles, pero es un tipo de cama que agradecen los más pequeños de la casa. En este sentido, las camas nido, que cuando son peques les pueden parecer aburridas, tienen la ventaja de ser una opción muy práctica en habitaciones juveniles donde se busque disponer de una cama extra. 

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Litera: no recomendada para todas las edades

Los expertos recomiendan evitar que niños menores de 5 años duerman en una litera, especialmente en la cama superior, porque podrían tener dificultad para subir y bajar y peligro de caerse. 

Literas realizadas a medida por Luderna Design. 

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Cama nido: de la cuna... ¡a la cama!

Las camas nido son aptas para cualquier edad, por lo que puedes pasar perfectamente de la cuna a una cama nido. En este caso, puedes valorar incorporar una barrera lateral para evitar que el niño pueda caerse al dormir. 

Cama nido de Asoral. 

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Litera: donde caben dos caben tres

Que tengas dos camas no significa que no puedas necesitar otra extra. Si es el caso, valora la opción de literas con cama nido, podrás ganar una tercera cama cuando lo necesites. Otra opción es aprovechar la parte inferior de la cama con cajones para guardar. 

Litera, diseño del decorador Pepe Llaudet. 

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Cama nido: con espacio extra para guardar

Las camas nido no solo pueden integrar una cama extra, sino que hay diseños compactos que además incluyen cajones para guardar e, incluso, una segunda cama. 

 Cama, diseño de Júlia Casals y realizada por Mobles Fontané.

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Litera: incómoda para hacer la cama a diario

Es uno de sus puntos débiles: la incomodidad a la hora de hacer la cama superior, debido a la dificultad para maniobrar. Una manera de salvar este problema o, al menos, mitigarlo, es optar por sacos de dormir, que facilitan hacer la cama a diario. 

Litera, diseño de María Lladó.

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Cama nido: más complicado de hacer la cama

En comparación con una cama convencional, la cama inferior suele ser más incómoda de hacer, sobre todo para los niños, ya que no pueden ir por los dos lados para colocar las sábanas y las mantas. Los edredones ajustables son una buena opción, porque están pensados para este tipo de camas colocándose más fácilmente.

Cama nido, en Iñigo Echave. 

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Litera: debes valorar la seguridad

Asegúrate que la litera está homologada y cumple todos los requisitos de seguridad, en cuanto a estructura, barandillas para que el niño no pueda meter la cabeza, y la escalera, que además de segura, debe ser cómoda para que los niños puedan subir y bajar sin peligro de la cama superior. 

La litera es de Cassai Home & Fashion. 

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Cama nido: hazla más segura

Las camas nido compactas, que suelen incorporan además de la cama, cajones, es habitual que sean más altas que una convencional, por lo que no está de más completarla con una barandilla, sobre todo si el niño es pequeño. Son accesorios de quita y pon, por lo que cuando no la necesite, la puedes quitar sin problemas. 

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Litera: flexible y versátil

Si no necesitas las dos camas a diario, puedes convertir la inferior en un sofá de día o zona de juegos extra para tus hijos, como se ha hecho aquí. Y cuando venga un amiguito a dormir, el sofá se transforma en un plis plas en cama. 

Litera diseño de la decoradora Mar Marcos. 

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Cama nido: ojo con el polvo

Con las camas convencionales la limpieza es sencilla, porque basta con pasar la mopa por debajo. En caso de que la cama sea tipo nido, habrá que desplazar la cama cada cierto tiempo para poder limpiar bien las zonas menos accesibles.

Cama de VTV.

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Litera tipo tren: un mueble compacto con (casi) todo

Son una evolución de las literas tradicionales y si cuentas con una pared de al menos 300 cm, la mejor opción. Ya que su estructura reúne dos camas (o tres si completas la litera con una cama nido) y una zona de almacenaje, ya sea con armarios o cajones. 

Litera diseño de Meritxell Ribé con la colaboración de Olga Gimeno, de Bona Nit. 

Las literas y las camas nido comparten el mismo fin: reunir en una cama, dos. Las primeras se organizan en vertical, sin hipotecar ni un cm útil del espacio la habitación, mientras que las segundas lo hacen en horizontal, por lo que deberás tener la precaución de dejar un espacio libre delante de la cama nido para poder desplegarla cuando vayas a usarla. Y es precisamente este hecho el que puede condicionar la toma de decisión entre una u otra opción: el uso de esa cama extra.

No es lo mismo contar con una cama extra para ocasiones esporádicas, ya sea cuando viene un amiguito a dormir a casa o si hay visitas, que a diario en habitaciones compartidas. En este sentido, es básico que valores la practicidad o incomodidad que representa para ti y para tus hijos, porque serán ellos quienes deban dormir en la litera o en la cama nido y quienes deberán responsabilizarse, tarde o temprano, de hacerse la cama. Qué es mejor: ¿tener que subir y bajar a diario de la litera o tener que desplegar y guardar la cama cada noche y mañana? Tenlo en cuenta y decide.