6 muebles de televisión para salones modernos: elegantes, cálidos y estilosos (ordenados por precio)

Este primer mueble es de Leroy Merlin y nos gusta sobre todo por dos motivos: su acabado y los espacios que aporta. El primero es en madera de roble, una tonalidad clara y elegante que combina a la perfección con sus patas en grafito. En cuanto a los huecos, son dos, uno dividido en dos baldas y otro un armario con puerta abatible; se puede cambiar la disposición según los gustos y necesidades. Sin ocupar demasiado (155 cm de anchura y apenas 30 cm de profundidad), es ideal para poner el televisor, esconder sus accesorios, cables, etc. y tener el salón recogido y con un aspecto más limpio. 

¿Buscas algo más original y que introduzca un toque retro? Este mueble fabricado en bambú natural y con formas redondeadas es ideal. Bajo la superficie para colocar el televisor y algún objeto decorativo, reserva un espacio de almacenamiento para guardar los gadgets del televisor y, por qué no, revistas y libros. Tiene unas medidas un poco más reducidas (150 cm de ancho, 40 cm de profundidad), por lo que se adaptará bien a salones de cualquier tamaño y se convertirá en un mueble que acaparará las miradas.

El segundo mueble de Sklum de la lista es más compacto y robusto que los anteriores. A ello contribuye su fabricación en madera de mindi: tan elegante como resistente y con unos bonitos tonos marrones y rojizos. Tiene una amplia superficie (2 metros, con 45 cm de profundidad), por lo que es perfecto para un televisor grande e incorporar elementos decorativos, y un amplio espacio de almacenamiento dividido en tres. Este cuenta con dos puertas móviles para que juegues con la distribución del mueble.

Nuestra elección de IKEA es la más grande y alta de la lista, pero mantiene a la perfección las líneas de diseño moderno, elegancia y calidez, que consigue gracias a sus paneles en madera de roble y el contraste con el color negro. Las medidas son de 240 cm de ancho, 42 cm de profundidad y 74 cm de altura. Tiene diversos espacios de almacenaje: dos baldas en la parte central sobre dos cajones amplios (que se abren a presión para un acabado liso) y dos armarios en los laterales. Las baldas son regulables para optimizar el espacio según las necesidades.