La súper cocina de tu vida: con isla, office y hasta zona de desayunos (con plano y presupuesto)

El principal objetivo de Asun Antó era ampliar la cocina original para conseguir diversas zonas en un mismo espacio, con una distribución abierta y con las mínimas paredes posibles. Combina el color blanco predominante con diversos artículos de caña, como la cesta y los taburetes altos alrededor de la isla. Esta fibra nunca pasa moda y crea una sensación de naturalidad al espacio.  

El office es otro de los puntos fuertes de esta cocina. Crea una sensación de calidez al ubicarse frente al ventanal que da al jardín y está en consonancia con el resto del mobiliario. Se sitúa en el rincón más luminoso y es perfecto para hacer los desayunos. 

La decoradora juega con colores tierra suaves y envuelve el espacio como si los que se encuentran en él disfrutaran de un picnic rodeados de naturaleza. 

El office es, junto a la isla, una de las fortalezas de esta cocina. Se enmarca con el papel de estampado floral y se sitúa justo al lado del mueble para preparar los desayunos.

La lámpara se ubica justo el centro de la mesa y una forma circular que envuelve a todos aquellos que se encuentren a su alrededor.

La isla es el epicentro de este espacio. Concentra la zona de cocción, con una decorativa campana suspendida, mucho almacenaje y una barra para hacer los desayunos improvisados. 

Para hacer esta parte tan completa, se ha prolongado unos 30cm la encimera y se ha apostado por la vitrocerámica. Justo detrás, se encuentran los hornos en columna y una zona para guardar diferentes productos. Las baldas cumplen un función completamente decorativa y el frigorífico side by side panelado se integra con el resto de mobiliario y decoración. 

No estamos acostumbrados a ver un pequeño espacio para hacer y preparar los desayunos. Este rincón tan especial se puede convertir en el mejor aliado para no manchar la isla. El mueble tiene un casillero para organizar tés e infusiones con ganchos para colgar las tazas y diversos distribuidores.

En el lado superior, se sitúan dos pequeñas lámparas de pared perfectas para dar más luminosidad a esta zona, que precisa de visibilidad para hacer las tareas.

Jugar con distintas texturas es siempre un riesgo. En este caso ha valido la pena, ya que el empapelado floral es tendencia y es un acierto para cualquier época del año. 

Tener las tazas y platos pequeños para el té de estilo británico a la vista, nos recuerda la funcionalidad de la cocina y evita el exceso de armarios innecesarios. 

La zona de fregadero se sitúa justo debajo de la ventana, ideal para tener una buena luz para hacer los quehaceres de la pila.

Además, los estores dan calidez y la planta aromática es perfecta para mitigar los olores fuertes. 

El amarillo mostaza de la vajilla es perfecto para conjuntarlos con la caña, las paredes blancas y el empapelado con motivo natural.

Este cajón, aparte de ser resultón, es muy funcional y está hecho específicamente para guardar todos los platos y organizarlos por tamaños.

Bajo la placa de cocción se guardan las ollas, sartenes y los distintos utensilios imprescindibles de la cocina. Es muy recomendable situarlos cerca de la vitrocerámica, ya que tenerlos a mano nos facilita el trabajo y la organización del espacio.

El proyecto es de Coton et Bois. El mobiliario es de DM (18.000€) y las encimeras de Neolith (2.978€). 

Los electrodomésticos son muy variados. La nevera de Liebherr (5.490€), el horno (1.140€), microondas (1.060€), placa (1.260€) y lavavajillas (965€) de De Dietrich. La campana es de Falmec(2.060€), y el grifo (180€) y el fregadero (260€) de Teka.

El presupuesto total és de 33.393€.