Pocas cosas visten tanto un hogar como unas buenas cortinas. Aparte de tener en cuenta trucos muy recurrentes en las casas de la revista El Mueble, como dejarlas arrastrar en el suelo unos pocos centímetros, también debemos prestar atención a las tendencias de color que se nos presentan cada año. Los cambios de temporada a temporada son sutiles, pero refrescantes y relevantes a la hora de plantear el cambio de look en una estancia.

Sabemos que este año el color ha entrado en nuestras casas por la puerta grande y, aunque siguen permaneciendo las paletas neutras en este tipo de textiles, se dejan intuir tímidamente cambios hacia otras vertientes. La mayoría las encontramos en tonos naturales, pero deslavados y sin patrones ni motivos. A continuación, te contamos los 3 colores que debes tener en cuenta y los que debes desterrar para siempre. ¡Atenta!

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1.

SÍ: Tonos terrosos

salon comedor con puertas acristaladas y cortinas en tonos tierra 00561691

Salón comedor con puertas acristaladas y cortinas en tonos tierr

El Mueble

La eterna duda planeaba siempre: ¿blanco impoluto o colores más cálidos? Normalmente, solían ganar la gama de los tonos neutros, pero ahora las tornas han cambiado o, al menos, se concede cierto protagonismo a los tonos terrosos en su versión más potente (nada de sutiles beiges imperceptibles). ¿El resultado? Estancias cálidas y tremendamente acogedoras como el salón-comedor que vemos en esta imagen.

2.

comedor decorado con lamparas de tendencia 00557351

comedor decorado con lamparas de tendencia 00557351
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3.

SÍ: Colores naturales deslavados

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Salón con cortinas de color verde.

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El blanco impoluto da paso a la gama de los tonos naturales a los arcillas, terracotas o verdes, el color de moda en las cocinas de este año, convertido ahora en el rey del resto de la casa ¿El único requisito? Que tengan siempre un tono deslavado que no llame la atención. La clave es que se mimetice de forma orgánica en la decoración, con un puntito rústico inspirado en la naturaleza.

4.

NO: Colores chillones y estampados a juego

00531242 Comedor clásico con estor blanco y cortinas estampadas

Comedor clásico con estor blanco y cortinas estampadas

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Sobra decir que la estridencia no es la baza a seguir, al menos en las casas El Mueble, y mucho menos combinada con otros textiles a tono. ¿Unas cortinas malva con ropa de cama a juego? Nunca. ¿Unas cortinas estampadas con cojines del sofá a tono? Tampoco. Sé sutil en los colores si quieres incorporar estampados, pero nunca hagas un total look con el resto de piezas de la estancia.

5.

NO: Gris suave y con trama horizontal

00521174 salón con estores blancos y cortinas grises

Salón con estores blancos y cortinas grises

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Nos retrotraen a décadas pasadas, con un punto quizás infantil. Las cortinas con este tipo de tramas horizontales no favorecen a este salón y lo apaga un poquito más con ese tono gris sin demasiada gracia que, al contrario de los tonos tierra, tiende a languidecer el ambiente. Al tener un sofá oscuro, lo ideal habría sido meter un punto de luminosidad con una cortina neutra de lino o algodón, sencilla, pero mucho más efectiva.

6.

NO: Faldones bicolor o tricolor

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Salón con cortinas con faldones en diferentes gamas de marrón.

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Lo que se busca en un espacio es un ambiente limpio y sin ruido visual. Lo que consiguen las cortinas que incluyen faldones de dos o tres franjas de color en su parte inferior es todo lo contrario. Si quieres incorporar algún detalle en contraste, procura que sea tan sutil como un simple ribete o festón, como vemos en este dormitorio diseñado por Sandra Vergara.

7.

SÍ: Gris antracita

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Diseño de SuBe Interiorismo, con sofás y butaca diseñados a medida en Deco Lur. Mesa de centro, de Ethincraft.

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Lo sabemos, es un tono complicado de incorporar en unas cortinas, pero desde que Zara Home lo incluyera en sus propuestas de primavera, no hemos dejado de verlas como absoluta inspiración. La clave está en combinarlas en casas de bases muy neutras, con suelos de madera y paredes blancas. Los muebles que combinan con ellas son muchos oscuros y de líneas minimalistas y depuradas. Lo que se pretende conseguir con este tipo de soluciones es crear un ambiente de introspección, con cierta estética japonesa que atrapa. Para potenciarlo, también se incorporan gramajes mucho más altos con los que conseguir mayor opacidad.