Ingrid Jansen and Lesley Spellman, expertas en orden: "Si todo tiene un sitio asignado, no necesitas un cajón para lo que 'no sabes dónde va' que desata el caos total en tu casa"

Llaves que no sabes de qué son, tickets arrugados, pilas gastadas, bolígrafos que no pintan… Si te suena esta imagen, es que también tienes un "cajón desastre" lleno de trastos en casa. Ese espacio donde acaba todo lo que no sabes muy bien dónde guardar, pero que con el tiempo se convierte en un agujero negro de desorden. Las expertas en organización, Ingrid Jansen and Lesley Spellman de @declutterhub tienen claro que ese cajón no debería existir o, al menos, no de esa forma. Y con sus consejos te contamos por qué ha llegado el momento de vaciarlo, hacer limpieza y recuperar ese espacio para que vuelva a ser útil.

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Cajón desordenado, adiós

Si tienes un cajón en casa que parece tragarse todo lo que no sabes dónde poner, no estás solo. Ese famoso “cajón desastre” o "cajón de trastos" es una realidad en muchas viviendas, y aunque a simple vista parece un espacio más, en realidad es un claro reflejo del nivel de organización que tenemos. En el día a día, ese rincón se convierte en sitio donde terminan llaves sueltas, pilas agotadas, bolígrafos sin tinta, cables que ya no funcionan y un sinfín de objetos que poco o nada aportan. Ingrid Jansen y Lesley Spellman, expertas en organización y responsables del podcast The Declutter Hub, llevan tiempo analizando esta tendencia común y nos alertan sobre el peligro de convertir ese cajón en un almacén de “por si acasos” que solo generan estrés y frustración.

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“El cajón desastre suele estar en la cocina o en el salón y se convierte en ese espacio donde van a parar todas esas cosas que no sabemos dónde guardar: llaves sueltas, pilas gastadas, bolígrafos que no pintan, tickets arrugados… y claro, así es imposible encontrar lo que realmente necesitas,” explican. Más allá de la simple acumulación, estas expertas nos recuerdan que ese cajón puede convertirse en un auténtico nido de caos que resta funcionalidad y tranquilidad a nuestro hogar.

Muchas veces nos autoengañamos pensando que “todo lo que guardamos en el cajón puede ser útil algún día”, pero la realidad es mucho menos amable: “la mayoría de esas cosas están muertas de risa y solo generan caos.” Por eso, si al abrir ese cajón te invade una mezcla de culpa y resignación, las expertas recomiendan dar un paso adelante y “vaciarlo por completo y decidir qué merece estar ahí y qué no.”

Entre los objetos que más resisten ser descartados están las famosas llaves misteriosas. ¿Quién no ha guardado alguna sin saber ni siquiera si abre algo? “Las llaves misteriosas que guardas desde hace años probablemente no abren nada, pero sigues teniendo miedo de tirarlas ‘por si acaso’. Ese ‘por si acaso’ es el mayor enemigo del orden,” señalan las expertas con mucha razón.

Además, los cables de cargadores que ya no sirven se amontonan sin que lo notemos: “¿Cuántos cables de cargadores antiguos tienes mezclados en ese cajón? Seguramente más de uno ya no sirve ni para el móvil que tienes ahora.” Y ese caos se mantiene y crece porque solemos justificarlo con la frase: “la excusa de ‘lo meto aquí mientras tanto’ convierte ese cajón en un pozo sin fondo que nunca se vacía y siempre acumula más.”

Pero no todo es tirar sin control. La clave está en aprender a seleccionar: “no hace falta que tires todo lo que tienes en el cajón, pero sí deberías quedarte solo con aquello que realmente usas o que tiene una función clara.”, sostiene la dupla de organizadoras. Lo demás es simple desorden disfrazado de utilidad, como bolígrafos que no funcionan, pilas agotadas o tickets de compras de hace meses que ya no sirven para nada: “¿De qué sirve guardar bolígrafos que no funcionan, pilas gastadas o tickets descoloridos de compras de hace meses? Todo eso es desorden disfrazado de utilidad.”

Por eso, para ellas, el cajón de trastos debería dejar de ser un vertedero improvisado y convertirse en un “espacio funcional para pequeños objetos del día a día, no un contenedor de ‘por si acasos’ que no llevan a ninguna parte.” Más que una simple tarea, ordenar este cajón es “una pequeña revolución en casa: cuando lo haces, te das cuenta de cuántas cosas guardas por costumbre, no por necesidad.”

10 cosas que las expertas recomiendan eliminar del "cajón del desastre"

1. Bolis que no funcionan. Esos bolígrafos que guardamos por costumbre, pero que ya no escriben o funcionan mal.
2. Llavero o llaves que no sabes de qué son. Llaves antiguas o misteriosas que ya no abren ninguna puerta.
3. Gomas elásticas rotas o secas. Esas gomas viejas que cuando intentas usarlas se rompen o están pegajosas.
4. Manualidades incompletas o rotas. Clips, chinchetas, cintas adhesivas casi acabadas, pequeños restos de material de papelería sin utilidad.
5. Baterías gastadas o sin identificar. Pilas sueltas que no sabes si funcionan o no, o directamente están gastadas.
6. Talonarios de cheques o cheques caducados. Especialmente si ya no usas cheques habitualmente.
7. Tarjetas de visita de personas que no recuerdas o que ya no necesitas. Esa colección de tarjetas que ya no tienen sentido guardar.
8. Velas de cumpleaños usadas o deformadas. Las típicas velitas gastadas, quemadas o derretidas que guardamos "por si acaso".
9. Tickets o recibos antiguos. Papeles y tickets descoloridos que ya no sirven para devoluciones ni tienen valor.
10. Cargadores de móviles viejos o cables de dispositivos que ya no tienes. Cables misteriosos que guardamos, pero no sabemos ni de qué aparato son.

Cómo ordenar el cajón

Una vez que has detectado todo lo que tienes que desechar de este cajón, las expertas en orden aconsejan:

• Vaciar completamente el cajón para poder hacer una limpieza real.
• Clasificar los objetos por categorías para ver qué tienes realmente.
• Usar organizadores o separadores pequeños para que cada cosa tenga su lugar y no se mezclen.
• Establecer límites de espacio o cantidad para evitar que vuelva a llenarse.
• Revisar y limpiar regularmente para mantener el orden a largo plazo.

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