6 errores que cometes cuando limpias el microondas

La situación es la siguiente: Tienes un fabuloso plato de macarrones que calentar (ya sabes, de esos que quedan de un día para otro y te da rabia tirar), pero encender el horno supone esperar un ratito, ¡y tu estómago está rugiendo! Así que decides introducir el plato en el microondas para deleitarte con tu receta italiana en cuestión de minutos, pero con las prisas (y el hambre) te has olvidado de poner la tapa protectora... Tic-tac... ¡Oh, no! 😱

Los macarrones están listos para comer, pero el microondas luce cual cuadro surrealista, lleno de manchas de tomate por aquí y por allá. Ante esta situación, seguro que te has preguntado cómo limpiar el microondas bien y si estás metiendo la pata. ¡Descuida!, estamos aquí para ayudarte a encontrar las respuestas. A continuación te contamos uno a uno cuáles son los errores más típicos al limpiar el microondas.

1. NO COLOCAR LA TAPA PROTECTORA

El ejemplo que acabamos de ponerte es clave para entender la importancia de colocar SIEMPRE la tapa protectora en el microondas. Además de lograr una mejor distribución del calor en el recipiente, evitarás manchas y salpicaduras (y te ahorrarás mucho trabajo).

2. UTILIZAR PRODUCTOS TÓXICOS EN EL INTERIOR

¡Mucho cuidado en este punto! Puede que existan ciertos productos que logren dejar impoluto el interior del microondas en un santiamén, pero si no se secan al 100%, cuando calientes la comida el calor evaporará estas sustancias tóxicas y rociarán los alimentos.

LIMPIA EL MICROONDAS CON PRODUCTOS NATURALES

Sí, es posible limpiar el microondas con productos 100% naturales y conseguir un resultado óptimo. Tan solo necesitas un limón y un pequeño bol con agua, un método que también sirve para limpiar el horno. ¡Descúbrelo paso a paso!

• Corta el limón a la mitad y exprime ambas partes en un recipiente con agua. Puedes hacerlo utilizando tus manos.
• A continuación, añade los dos trozos de limón al mismo recipiente con agua.
• Introduce el recipiente con los limones en el microondas, y ponlo 10 minutos a la máxima potencia. Cuando termine, espera 5 minutos antes de abrirlo.
• Saca el recipiente y aprovecha el vapor del interior para limpiar el microondas con una bayeta limpia (alucinarás con el olor).
• Si el plato del microondas está muy sucio, sácalo y lávalo en el fregadero con jabón lavaplatos, pero acuérdate de secarlo bien una vez lo devuelvas a su sitio.

3. NO VENTILARLO CADA VEZ QUE LO USAS

Y hablando de olores... otro de los errores que todas cometemos al utilizar el microondas, es cerrar la puerta inmediatamente. De este modo, si has calentado alimentos como pescado, lo único que conseguirás es que el olor impregne todo el interior y sea más difícil eliminarlo. Así que ya sabes, ¡deja que se ventile unos minutillos tras su uso!

4. USAR LA MISMA BAYETA EN INTERIOR Y EXTERIOR

Si vas a utilizar diferentes productos para limpiar el microondas, jamás emplees la misma bayeta para el interior y el exterior. Recuerda lo que te comentamos en el primer punto sobre la toxicidad y los vapores que se generan al calentar la comida... Además, podrías estar pasando gérmenes y bacterias de un lado a otro, contaminando los alimentos.

Importante: Si tu microondas es de acero inoxidable, no utilices estropajos o rascadores que puedan rayar la superficie, lo ideal es usar bayetas de microfibra con una mezcla de agua caliente y jabón neutro, y limpiar siempre en dirección de la veta del acero inoxidable. Por último, ¡no te olvides de secarlo al instante!

5. LIMPIARLO CUANDO ESTÁ LLENO DE GRASA

Si no acostumbras a pasar una bayeta húmeda después de cada uso, el microondas irá adquiriendo capas de grasa y, al final, limpiarlo será un verdadero suplicio. Si no has podido remediarlo, un poco de jabón lavaplatos con agua te ayudará a desengrasarlo, pero ten cuidado con la dosis de jabón para no crear excesiva espuma. De lo contrario, estarás hasta el día del juicio final pasando la bayeta y aclarándola... 😝

6. NO DESENCHUFARLO AL LIMPIARLO

Muchas veces olvidamos desenchufar el microondas para limpiarlo. Aparte de ser más seguro, al desenchufarlo podrás moverlo y girarlo para limpiarlo en profundidad por todos los lados. También es fundamental que no lo limpies cuando aún está caliente. Deja que enfríe completamente antes de ponerte manos a la obra.

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