Las puertas lacadas siempre han estado presentes. Son puertas sencillas que aportan calidez a las estancias de la casa. Sin embargo, estas puertas pueden perder brillo con el paso de los años o, peor, ¡adquirir un tono amarillo! Para que esto no te suceda, te damos algunos trucos de limpieza para tus puertas lacadas.
¿Qué es el lacado?
El lacado es una técnica muy utilizada en interiores. Se trata de un recubrimiento de muebles y superficies de madera con pintura. Una vez ya construido el mueble (en este caso, la puerta) se procede al lacado. Para ello, se aplica un líquido que lleva incorporado diversos materiales, entre ellos disolvente, para que la madera gane resistencia y durabilidad.
Gracias al lacado, también se gana un aspecto más limpio y cuidado en la casa. Aunque se ensucien, con pasar un paño a las puertas lacadas, es suficiente. Sin embargo, cuando en casa hay puertas lacadas en blanco es distinto. El blanco es un color que se ensucia fácilmente y, por tanto, necesita un cuidado extra. Por ello, hay que incidir en la limpieza de las puertas lacadas para que no adquieran un tono amarillo con el paso del tiempo.
¿Cómo limpiar las puertas lacadas?
Las puertas lacadas son fáciles de limpiar. Para mantenerlas en buen estado, tan solo necesitarás un plumero, bayeta o aspiradora de mano. Pasa una vez a la semana alguno de estos tres elementos y eliminarás así toda la suciedad de las puertas lacadas. Pero, ¿y si las puertas están lacadas en color blanco o claro?
Las puertas lacadas en blanco y de color claro se ensucian rápidamente. Aunque estéticamente son más bonitas, se manchan antes.
En este caso, lo mejor es limpiar estas puertas en blanco con agua tibia (quedará mejor) y jabón líquido. Puedes empapar ligeramente un trapo de microfibra con el agua enjabonada y MUY IMPORTANTE a continuación secar con otro trapo. Lo hemos comprobado: incluso solo con un trapo de microfibra y un poco de agua caliente (sin jabón), si secas a continuación la puerta queda perfecta.
Hay que evitar usar productos muy agresivos, ya que se pueden estropear las puertas.
��Cómo limpiar los marcos de las puertas lacadas?
Los marcos de las puertas lacadas también necesitan especial atención. Está claro que los marcos también se deterioran con el transcurso de los años. Para una limpieza eficaz, elimina primero el polvo de los marcos de las puertas lacadas. Puedes pasar un paño o una aspiradora de mano para quitar el polvo, ¡lo que prefieras!
Una vez estén limpios los marcos, toca humedecerlos con un poco de jabón líquido y agua. Realiza esta limpieza con agua y jabón una vez por semana. Así se eliminará cualquier rastro de suciedad. Eso sí, una vez hagas la limpieza, no olvides de secar bien los marcos con un paño suave.
Productos que debes evitar al limpiar puertas lacadas
Aunque las puertas lacadas son bastante resistentes, es cierto que hay productos que pueden dañarlas. Estos son algunos de ellos:
- Evita el uso del estropajo. El estropajo es muy agresivo y puede provocar arañazos en las puertas lacadas. Mejor utiliza siempre un paño suave o de microfibra.
- Productos con mucho alcohol. Los productos que cuentan con alcohol son buenos para las puertas lacadas, aunque es recomendable rebajarlos con un poco de agua. De esta manera no afectará a las puertas.
- Acetona. Es el gran enemigo de las puertas lacadas. Se trata de un producto muy abrasivo que daña por completo las puertas lacadas.
- Blanqueadores. Olvídate de los blanqueadores para las puertas lacadas. Estos blanqueadores no te ayudarán a mejorar el blanco, al revés, lo empeorará.
¿Cómo recuperar el blanco de las puertas lacadas?
Como te hemos comentado, el blanco es un color cálido y atemporal. Sin embargo, es cierto que el blanco tiene sus inconvenientes. El blanco es un color que se ensucia fácilmente, y además, pierde brillo de forma rápida. Cierto que siempre puedes pintar las puertas, pero antes de tomar esta decisión, prueba a devolverle el brillo a las puertas lacadas en blanco. Para ello, aplica, con la ayuda de un paño de microfibra, un poco de glicerina y deja secar. Una vez se haya secado, pasa un trapo seco sobre la puerta, ¡y listo!
¿Cómo limpiar las puertas lacadas en blanco que amarillean?
Hay solución para devolver el blanco a esas puertas lacadas que se han quedado algo amarillas. Existen dos formas de eliminar el amarillo de las puertas:
- Bicarbonato de sodio y vinagre. Esta mezcla deja las puertas como nuevas. Para ello, mezcla en un cuenco ambos elementos y luego humedece en ella un paño. Es importante que el paño no sea con color para evitar tintar la puerta. Luego, frota con suavidad las puertas lacadas y verás que el amarillo irá desapareciendo poco a poco. Si aun así la puerta sigue amarilla puedes cambiar el paño por una esponja suave.
- Agua oxigenada y vaselina. Realiza el mismo proceso que con el bicarbonato de sodio y el vinagre. Te aconsejamos añadir un poco de agua para rebajar la mezcla de agua oxigenada y vaselina. Esta mezcla es efectiva sobre todo en manchas amarillas localizadas.
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