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1.

Duplica el espacio

Si pintas paredes, techos y suelos de blanco obtendrás una mayor sensación de amplitud y luminosidad en los ambientes, gracias a que este tono irradia la luz como ninguno. Está comprobado que los colores claros amplían  los espacios al ojo humano. Si escoges madera como material de base, obtendrás un tacto cálido. 

2.

Hazlo tú mismo

 Pinta tu suelo de madera de blanco. Puedes probar en un despacho o un cuarto pequeño para empezar. También puedes añadirle motivos con una plantilla. Eso sí, a diferencia de con los muebles, aquí se recomienda un acabado con un barniz para suelo al agua de secado rápido, apto para suelos de cemento o madera pintados con chalk paint.

3.

Ideal para zonas oscuras

Si tu pasillo o distribuidor no son especialmente luminosos, los suelos blancos le darán un toque de luz como por arte de magia. Además de un estilo nórdico muy actual. 

4.

Combina con todo

 No hay color que se le resista. Así, si queremos puertas oscuras, muebles amarillos, cortinas rosas o cuadros verdes, no pasará absolutamente nada, nuestro suelo permanecerá impasible a cualquier aportación de color que hagamos. Ah, y también será a prueba de modas. 

5.

¡Qué tranquilidad!

 Asimismo, también hay que decir que se trata de un color que da sensación de pureza, de ambientes tranquilos relajados y serenos. Una vivienda llena de paz que trasmitirá eso mismo a todo aquel que llegue a ella.

6.

Fuera tabús

El suelo blanco no tiene que ser necesariamente un suelo sucio. Es evidente que otros colores podrán disimular mucho más la suciedad pero todo dependerá del material y el acabado de tu suelo blanco. 

7.

Trucos de mantenimiento

 Elimina el polvo con aspirador adecuado, mopa, o escoba. Friega con agua limpia y un producto adecuado para cada material, en este caso laminado. Las pasadas de la fregona en sentido de la veta. 

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Limpieza fácil

La frecuencia de barrido o aspirado es tanto como se quiera, pero se recomienda no fregar antes de 7 días. La suciedad puntual se quita con un paño. Protege patas de sillas, mesas, sofás, etc con fieltros de moqueta. 

9.

Apto para exterior

Las terrazas con suelos blancos posee un look muy Mediterráneo. Ideal para crear zonas chill out como esta, en la que el tiempo parece detenerse. El acabado brillante es más limpio que el mate. 

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¿Te atreves en la cocina?

No es muy recomendable en las cocinas de más trote, a menos que no tengas problema con los acabados 'vividos' y las cicatrices que pueda ir dejando el día a día en su superficie relativamente blanda. Si es así, opta por una tarima maciza, que te permitirá varias restauraciones y te acompañará durante toda la vida de la cocina. Aquí tienes los suelos de cocina con acabados más limpios. 

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¿De fábrica o DIY?

Si te encantan los suelos de madera en blanco como los que has podido ver hasta ahora, tienes dos opciones: escoger un laminado de marcas como Quick Step o grandes superficies como Leroy Merlin, o bien pintar el tuyo con pintura especial para madera y barniz protector para crear la última capa selladora. 

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Acabados imperfectos

Es la gracia de muchos de estos suelos que difícilmente alcanzarán un blanco impoluto perenne. O bien por el paso del tiempo o porque has escogido un pino blanco cepillado como este, las imperfecciones serán lo que le darán calidez y personalidad. 

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Mármol y piedras naturales

Además de la clásica madera, puedes conseguir un suelo blanco a base de baldosas de piedra natural, com el mármol. Elige un formato grande para ampliar visualmente la sala y el resto ya lo pondrá el acabado único de este material, bello y resistente a partes iguales. 

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Blanco y negro Mix

Si deseas darle un aire señorial y elegante a tus suelos blancos, opta por esta combinación con toques de negro. Elegante y atemporal. 

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Cerámicos en blanco, belleza y resistencia

Aptos tanto para exterior como para interior, los suelos cerámicos ofrecen mil y un acabados distintos, con resistencia, dureza y facilidad de mantenimiento. 

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¡Píntalos!

Si tienes baldosas cerámicas o de barro cocido en un tono que está pasado de moda, no te líes a obras. Dales una mano de pintura especial para dichas superficies y disfruta de tus nuevos suelos blancos. 

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Superficies compactas, continuidad total

Otros materiales con los que lograr un suelo blanco son los sintéticos; aglomerados perfectos entre minerales naturales en un alto porcentaje junto con resinas que los hacen casi indestructibles. Un ejemplo de ello son los productos de Dekton y Silestone, que gracias a su gran formato, contribuye a agrandar visualmente el espacio, sin juntas y con total continuidad. 

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En microcemento

Asociamos a este material un tono gris muy característico, pero la verdad es que se puede lograr un tono blanco o crema ideal. El microcemento elimina las juntas, con la facilidad de mantenerlo que esto significa, y al crear espacios continuos otorga sensación de amplitud. Si le sumas el poder de luminosidad del banco, matas dos pájaros de un tiro. 

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Suelo blanco, zócalo blanco

Es la unión perfecta, aunque si quieres marcar los contornos de la sala, opta por un zócalo de madera oscura. 

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Moquetas y alfombras

Si quieres tener un suelo blanco en un pis pas, sin necesidad de obras, pon una alfombra o moqueta y ¡listo! El ambiente cobrará más luz con esta base tan cálida. 

A FAVOR

Estos pavimentos aportan un mayor grado de claridad a la estancia. Así, en espacios oscuros, reducidos o lugares donde la luz natural es escasa, resulta la elección perfecta. Por otro lado, combinar los tonos blancos es realmente sencillo. Cualquier color es susceptible de ser utilizado para los muebles, paredes o complementos. La sensación de tranquilidad nos ayudará en la creación de espacios que transmitirán serenidad.

EN CONTRA

Un punto negativo que siempre arrastran estos pavimentos es la creencia de que son suelos sucios. Sin embargo, esta afirmación no es del todo correcta. Existen una gran variedad de modelos y diseños que disimulan la suciedad de la misma forma que lo hacen suelos de otros colores. Elegir de forma correcta el tipo de suelo para el lugar donde vamos a instalarlo es fundamental.

Suelos blancos de madera

Uno de los materiales más utilizados para la creación de suelos es la madera porque aporta una naturalidad, calidez y elegancia sin igual. Tarima y parquet ocupan, en la actualidad, la mayor parte del espacio de nuestros hogares.

Sin embargo, el tono natural de la madera no es blanco. El color marrón o beige de este material hace que, en ocasiones, no se ajuste a la decoración de nuestra casa. Por ello, los fabricantes han invertido una gran cantidad de tiempo y dinero en busca de soluciones. De esta forma, en este momento ya es posible encontrar suelos de madera que nos aporten todas las ventajas de este material y, al mismo tiempo, un color blanco que podamos combinar con estilos como el nórdico, escandinavo, marinero o moderno.

Suelos de tarima blanca

Los suelos de tarima o laminados ofrecen todas las propiedades de la madera y algunas ventajas extra. Por ello, los clientes eligen estos suelos por encima del parquet en muchas ocasiones. Uno de los modelos más demandados es el roble askada blanco calizo de Parador. El color y el tamaño de las tablas de madera aportan las características que hemos mencionado. Sin embargo, una de las ventajas de los suelos de madera es que se pueden conseguir otros aspectos. Así, el mismo material presenta terminaciones que nos recuerdan a otros materiales. Con el modelo antiguo blanco óptica de baldosa de Parador sucede este caso. Estas planchas de madera imitan las baldosas y su terminación. Si estás buscando un acabado distinto pero con las características de la madera, ¡ésta es tu opción!

El parquet blanco

El parquet sigue siendo la joya de la corona. Los suelos de madera natural suponen un salto de calidad en la decoración. A pesar de resultar menos económicos que los suelos de tarima, su aspecto final es incomparable. En tonos blancos tenemos el roble pintado blanco aceitado de Quick Step y el roble blanco rugoso aceitado de Quick Step. Ambos modelos ofrecen las garantías de una madera como el roble y tonalidades blancas.

Otros materiales

  • Piedras naturales: Arenisca, granito, caliza, mármol... son algunas de las piedras naturales que te ofrecerán el acabado blanco para tus suelos. Son únicas, pero más caras que el resto de opciones.
  • Cerámicos: Más económicos, con un sinfín de modelos, formatos, medidas y acabados, son los reyes de los pavimentos que deben resistir un gran trote.
  • Microcemento: Este material posee un mínimo grosor y ofrece continuidad a tus suelos, sin juntas. Aunque el más visto es gris, también hay acabado en blanco y crema.
  • Sintéticos: Los materiales tipo Silestone empleados para hacer encimeras también se utilizan para lograr pavimentos continuos de gran belleza.
  • Textiles: moquetas o alfombras de gran formato, en blanco, pueden ser la solución para dormitorios y cuartos infantiles. Si son lavables en lavadora mejor que mejor.