Librerías El Mueble: 50 diseños prácticos y con estilo de para decorar tu hogar

Es todo un clásico en cuanto a librerías se refiere. Gracias a este tipo de soluciones, se aprovecha hasta el último rincón y quedan perfectamente integradas en el ambiente. 

Otra propuesta similar, pero esta vez el material cambia. Esta librería se ha realizado a medida en resistente DM lacado en blanco, por Jorma Design, para que resista lo que le echen, quedando también integrada en el entorno al máximo. 

Esta librería, realizada a medida según diseño de la interiorista Neus Casanova, ofrece una gran capacidad de almacenaje y a la vez resulta muy decorativa. Sus cubículos se adaptan a los distintos tamaños de los libros. Se puede encontrar una similar de la firma MDF. 

Calidez y estilo industrial se dan la mano en esta combinación tan práctica como estética. Es una librería realizada con estructura de hierro y estantes de roble, muy robusta, según un diseño de la decoradora Meritxell Ribé.

Esta librería hecha a medida con tablero de DM tiene algo que la convierte en especial. Su lámina trasera se ha pintado para que dé calor y personalidad a este rincón del salón, con mucho estilo. Sus baldas conforman un conjunto racional, gracias a su perfecta simetría. 

Esta librería de DM lacado, de The Room & Co, destaca en el salón gracias a su intenso color. Se convierte en la gran protagonista y a la vez da un enorme servicio.

Si te gusta el estilo romántico y quieres darle a tu salón comedor un aspecto confortable y acogedor, esta librería, adquirida en Berenis Antigüedades, es tu mejor elección. Gracias a sus puertas acristaladas puedes ver todo su interior, resguardando a los libros del polvo. 

Estas librerías flanquean la chimenea, en una distribución idéntica que produce simetría. Para actualizarla, se ha pintado en verde mint, con interior en negro para disimular posibles arañazos y rozaduras.  

Estas librerías de madera son el modelo Tuscany de El Corte Inglés. Su peculiar estructura las hace ligeras y accesibles, con una amplia capacidad de almacenaje. 

Esta librería de madera de roble queda bien en cualquier espacio, gracias a su esencia atemporal. De resistente material y forma simétrica, es un diseño de Jeanette Trensing, en Cado Interiors. 

Esta librería nos encanta por su simetría, a base de rectángulos, que se funde en la pared gracias a los mismos tonos blancos. Ante la duda, este es el diseño más seguro, que no pasa de moda. ¡Prohibido llenar hasta los topes!

Si deseas el mismo efecto geométrico de racionalidad, también puedes optar por la librería cuadriculada. Lámparas de techo de Batavia, mesa diseñada por Paula Duarte y sillas de superstudio.com. Librerías de Ikea.

Los sistemas modulares ofrecen una versatilidad y libertad de composición casi infinitas. Y para muestra, esta librería con estructura lacada en blanco que permite poner las baldas de madera a diferentes alturas. 

Esta librería nos fascina por la solución que ofrece su trasera forrada de espejos. Da más luz y amplitud al espacio, además de un toque glamouroso. Las molduras de su parte inferior acaban de dar el toque chic al conjunto. 

Si deseas darle un aire moderno y dinámico a tu salón, con esta librería hecha a medida con pladur causará el efecto buscado. ¡Es casi como una obra de arte de Mondrian!

Y es que un librería no solo puede servir como módulo para almacenaje, sino que puede usarse también como separador de ambientes. Y si está abierta por ambos lados, duplicarás su capacidad. 

Por un lado, el del salón, es librería y por el otro, el dormitorio, se convierte en armario. Este mueble, además de separar ambientes, tiene una doble cara y funcionalidad. Es obra de MJ Figueroa. 

Esta solución nos parece ideal para salones con pocos metros, ya que se trata de una librería hecha a medida que bordea los marcos de la ventana, aprovechando laterales y superficie superior. 

Libreri´a hecha a medida por Hada, enmarcando la puerta que separa salón de comedor. Sobre la mesa, jarro´n de cristal de Coton et Bois y bandeja dorada de Zara Home.

Esta combinación puede ofrecerte mucha luminosidad para tu salón comedor. Además, tanto su estructura como baldas se han previsto con un grosor importante, para soportar gran peso. 

Es un buen consejo para espacios en los que no sobran los metros. Esta librería baja recorre la parte inferior de las ventanas, ofreciendo un plus de almacenaje en la galería. 

Esta librería, diseñada por Àbag Studio, ocupa toda una pared del salón comedor. Combina espacios abiertos con zonas más privadas, gracias a las puertas lacadas que ocultan lo que no se quiere enseñar. 

Esta librería combina estructura metálica y baldas de madera, resultando un mueble ligero, decorativo y, como no, práctico. Sus medidas lo hacen apto para rincones con poco espacio. 

Y si no tienes mucho presupuesto y a ti lo que te va es el 'Hazlo tú mismo', aquí te enseñamos cómo montarte tu propia librería con cajas de madera. Desenfadada y con mucha capacidad. Más personal, imposible. 

Otro ejemplo de DIY para hacerte tu propia librería lo pudimos ver en este reportaje con tantas ideas. Una estantería hecha con cajas de madera recicladas, pintadas en tonos pastel, decoran y dan uso al pasillo a la par. 

Para aprovechar zonas de paso ¿qué mejor que una librería hecha a medida como esta? Su profundidad no debe ser estándar, sino más bien estrecha, con el ancho suficiente para los libros, pero dejando paso suficiente. 

Si quieres aprovechar al máximo la capacidad de tu casa, haz que la librería llegue hasta lo más alto. Es lo que ha hecho la interiorista Asun Antó con este mueble a medida para dar uso a un distribuidor convertido en estudio.  

Con unos simples estantes estrechos, como estos de Ikea, dispuestos en paralelo, ya puedes tener una librería donde exponer tus volúmenes preferidos. Gracias a su mínimo grosor, puedes tener una librería ¡donde tú quieras!

Al formar parte de la misma estructura de la pared, las estanterías empotradas tienen poco impacto visual: son ideales en zonas de paso y salones ajustados. Esta librería de obra es un diseño de Cuqui Olmedo. 

Con los diseños de murales y librerías a medida, podemos aprovechar huecos de escaleras, espacios entre columnas y paredes contiguas, que de otra forma quedarían inutilizados. 

Las clásicas hornacinas y estanterías de obra siguen teniendo un hueco en las viviendas contemporáneas. Eso sí, adaptadas a las nuevas técnicas constructivas. Con escayola y pladur –compuesto de placas de yeso– se hacen estanterías a varias alturas, librerías exentas o muebles para el salón.

También se trabaja con madera y derivados, “puesto que la vida u´til es mayor. Además, los muebles de madera envejecen mejor. Estantería lacada en blanco por Raúl Lamarca.

Por cuestiones de limpieza, el acabado ma´s habitual para las estanterías de obra es la melamina en 30 mm de grosor. En las propuestas de pladur, se suele elegir el mismo acabado de las paredes de la habitación –permiten una integración discreta en la estancia–, o uno complementario, para darle protagonismo a la estantería a medida.

El precio de una estanteri´a de melamina de 30 mm de grosor, en color blanco, de 30 cm de fondo, sin trasera y con divisiones verticales y horizontales, rondari´a los 150 € cada metro.

Las librerías a medida ofrecen la posibilidad de elegir las disposiciones de los estantes, cerrar (o no) partes con cajones o puertas ciegas o acristaladas e incorporar iluminación led, baldas extraíbles o cualquier otro elemento que se solicite. 

Permiten aprovechar al máximo cualquier hueco, por difícil o irregular que este sea, además de integrarse en el conjunto de la habitación de forma armoniosa. Los paneles de cartón-yeso y los conglomerados de madera permiten flexibilizar y aligerar su instalación, creando diseños para todos los gustos.

Pese a su gran versatilidad y resistencia, la instalación será de, como mínimo, un par de días: las juntas deben acabarse con pasta, que hay que dejar secar y, posteriormente lijar (y repetir la operación hasta que el acabado sea el deseado). Luego, dar la mano de pintura.

La durabilidad de estos muebles puede acabar volviéndose en su contra: para renovarlos, tocará meterse en otra obra. Esta librería es un diseño de Cristina Gamiz.

Así que si no tienes una gran cantidad de libros o dispones de poco presupuesto, mejor opta por librerías ya hechas, ligeras, como esta lacado en blanco, que cumplen su función y son decorativas. 

Este mueble conquista a cualquiera. Serán sus líneas rectas y perfectas, su combinación de blanco y madera o su funcionalidad... ¡O todo junto! Librería diseñada por Pepe Llaudet y escalera de India & Pacific. 

Nada más simple y efectivo a la vez: cuatro estantes de muro a muro, dispuestos en paralelo. Esta librería se ha realizado a medida con tablones de DM.

Dedicar un rincón de casa a la lectura es más que una buena idea. En este piso barcelonés tienen una de las librerías más bonitas que han pasado por nuestra revista. Y es que su acabado de madera elegante encaja con los marcos trabajados y el ambiente de estilo modernista. 

Hasta ahora has podido ver que las librerías más altas se acompañan de escaleras, para acceder a los libros y objetos más altos del mueble. Y es que es una pieza indispensable si no quieres que el estante más alto se convierta en un lugar inaccesible. 

Los libros de lectura necesitan una altura de 25 cm; las revistas 35 cm; y los libros de gran formato, 45 cm. Para todos, con un fondo de 30 cm basta. Librería realizada con madera de roble lacado en un bonito tono piedra y trasera de madera, diseño de la interiorista Pía Capdevila.

Lo más cerca que puedas de la zona de lectura. Elige una pared alejada del sol directo y la humedad, que deterioran los libros. Quita el polvo regularmente y haz una limpieza en profundidad dos veces al año. Librería y escritorio diseñados por la decoradora Miriam Marín.  

Coge todos tus libros y agrúpalos por género (novelas, guías, cocina...). Después reúnelos por autor y colócalos intercalados junto con otros objetos. Si puedes, organízalos por tamaño. Mesa y librería, diseño de Van Castro, de Vivestudio, realizadas por Miki Beumala. 

Haz que los lomos de todos los libros miren hacia el mismo lado: queda más estético y es más fácil encontrarlos. Lo mejor es colocarlos en una única fila. Pon algunos planos, te ayudan a aligerar un poco la librería y sirven de base para apoyar objetos encima, como fotos o portavelas. Hazlo con libros grandes.

Una gran librería llena de libros resulta pesada a la vista. Para evitarlo, combínalos con otros objetos que rebajen su presencia y, además, hablen de ti. Fotos, recuerdos de viajes, iniciales, pequeñas esculturas... 

En la parte de abajo, una zona de armarios es muy práctica para guardar documentos y facturas. Los importantes, mejor bajo llave. En el centro, ten a mano (entre los 70 y 170 cm) los libros de más consulta. Usa como mesa auxiliar la balda a la altura de la butaca. Arriba del todo es el lugar ideal para guardar los tomos más voluminosos y los libros que consultes esporádicamente.

Porque dan color a este salón beige y blanco. La librería es un diseño realizado a medida por Carpintería Manolo Hernández.