Cómo reformar un salón sin obras: 12 ideas fáciles de la decoradora Natalia Zubizarreta

"Cambia el color de tus paredes o empapélalas por otro totalmente distinto que te llame la atención. Simplemente con esto habrás creado un nuevo 'cascarón' en el que todo lo que hay dentro, muebles, objetos decorativos, etc., tendrá una nueva mirada al verse sobre un nuevo fondo", explica la decoradora Natalia Zubizarreta.

"Una tendencia que se impone es el tratamiento de las paredes con texturas rugosas, como morteros de arcilla. Te llenarán la casa de un estilo natural muy sosegado", apunta la decoradora.

"Las paredes del salón pueden convertirse en protagonistas de excepción. Las molduras se colocan en las paredes, les dan relieve y tienen muchísima fuerza decorativa. Otra opción son las cornisas, que siguen el perímetro del techo en toda la estancia. Combinados con rosetones son ideales. O un arrimadero que no supere la mitad de la altura total de la pared sobre el que coloques molduras cuadradas o rectangulares. ¡Las posibilidades son infinitas!", dice Zubizarreta. 

"Los suelos de una vivienda son la base de toda buena decoración. Si el tuyo está en mal estado o pasado de moda, puedes cambiarlo sin tenerte que meter en obras. Puedes optar por un suelo vinílico, que puede colocarse sobre el suelo existente. Es muy resistente y puede imitar cualquier acabado. Otra opción es el microcemento, que puede instalarse sobre cualquier suelo nivelado que no sea madera y crea una superficie continua que ayuda a ampliar el espacio. Y, si buscas un look de madera, los laminados ofrecen una pisada cómoda y cálida, pudiéndose instalar sobre cualquier suelo, siempre que esté nivelado y en buen estado", explica Natalia. 

"Es posible renovar el aspecto de las librerías o vitrinas. Podemos integrarlas con el resto del espacio empleando el mismo tono que el utilizado para pintar las paredes y así lograr que el ambiente se vea más actual. En el caso de las vitrinas, por ejemplo, se pueden sustituir los tiradores antiguos por otros modelos en oro o latón", recomienda Natalia Zubizarreta.

"Unas cortinas pueden ser un complemento ideal para terminar de vestir tu salón. Unas cortinas bien colocadas harán que la habitación gane en altura y parecerá que las ventanas son más grandes. Los visillos son imprescindibles para obtener intimidad en un espacio. Los de fibras naturales como el lino, o los que mezclan lino con poliéster (para que no se arruguen tanto), ayudan a dar sensación de frescor y siempre terminan mejor el encuadre de una ventana. Y por qué no, también, en vez de un visillo, se pueden utilizar estores paquetos". 
 

"Una puerta anodina puede pintarse en el color que mejor combine con el ambiente y después añadirle unos cuarterones para darle más presencia. O algo tan simple como renovar los pomos o las manillas puede darles una dimensión totalmente nueva", explica Natalia.

"No necesitas cambiar los muebles para renovar el look del salón, basta con retapizar los que han quedado anticuados. El tapizado tiene un efecto mayúsculo en un salón. Un tip deco: el terciopelo viene pegando fuerte ¡tenlo en cuenta!", aconseja la decoradora. 

"Una buena alfombra acorde al tamaño del sofá también dotará al salón de calidez. Son elementos que, por su textura, brindan sensación de confort e invitan a relajarse. Puedes desperdigarlas por el suelo cubriendo espacios creando rincones específicos. Y ten en cuenta que, cuanto más grande, mejor", dice la interiorista. 

"Pinta los muebles antiguos y cambiándolos de color. Es un cambio que va a hacer que estas piezas parezcan otras. Especialmente si tienes muebles de madera antigua y desgastada. El cambio es tan eficaz y potente que tus muebles no solo parecerán renovados, ¡sino que parecerán otros! Y solo con pintura", recomienda la decoradora.

"Una nueva lámpara de pie o de mesa, unos nuevos apliques en el techo o la pared o unas luces indirectas proporcionan una magnífica oportunidad para crear atmósferas y dar un nuevo aire al salón. Las velas de cera son también una estupenda opción para los momentos más íntimos y nocturnos", apunta Natalia Zubizarreta.

"¡Verde que te quiero verde! Las plantas dan color, alegran el espacio, nos relajan, nos conectan con la naturaleza y están al alcance de todos los bolsillos. Colocar estratégicamente una o más plantas en el salón siempre es un acierto decorativo. Además, en el mercado existe una infinita variedad de maceteros de multitud de materiales –cerámica, fibra de vidrio, metal, cristal, hierro, cemento, esparto...– que son auténticas joyas a la hora de crear ambientes", resume la decoradora.