Cocina abierta: ¿delimito con un suelo diferente o mantengo el mismo en todo el espacio?

He aquí la cuestión. Y es más que estética. Abrir la cocina al salón o al comedor, incluso, a la zona de acceso a la vivienda, implica "borrar" barreras. Pero mediante el suelo puedes delimitar espacios o no. Usar el mismo pavimento es una buena idea cuando quieres crear sensación de amplitud. En espacios pequeños, un recurso muy útil.

Quieres una cocina integrada sea totalmente abierta o con algún cerramiento ligero acristalado. Para ello juega con el efecto de un suelo continuo en todos los ambientes. Puedes escoger el que quieras. La madera también se instala en la cocina aunque es más delicada. Hay suelos vinílicos idóneos para zonas húmedas de la misma colección que los laminados para que puedas combinar; incluso laminados hidrófugos e ignífugos.

Una cocina abierta o con comedor integrado amplía sus metros con el mismo suelo. Es una forma de unificar e integrar los espacios. Puedes jugar con la distribución del mobiliario para crear ciertos límites como en este proyecto donde uno de los lados de los muebles bajos de la cocina se sitúa a modo de península entre zona de trabajo y comedor.

Este es un factor que debes tener en cuenta. Escoger el mismo suelo en una cocina abierta te saldrá más económico en cuanto a material (puesto que solo necesitarás comprar un modelo, puede que con mayores cantidades los precios sean algo más económicos y solo tendrán que servirte uno); y de instalación. Cada tipo de suelo tienes unas especificaciones a la hora de colocarlo. La tarima es más rápida y sencilla de colocar que la cerámica, por ejemplo.

Un recurso para usar suelos diferentes en una cocina abierta es el de destacar un elemento como la isla de cocina. Para ello, se juega con un diseño que destaque y engrandezca la presencia de la isla. Debes tener en cuenta que ese cambio de material debe quedar bien realizado para evitar desajustes entre perfiles y grosores de las piezas.

Otro motivo que puede llevarte a optar por suelos diferentes cuando la cocina está abierta es la de zonificar. Esto significa que a través de los materiales, aunque no haya barreras verticales, marcas las zonas: la de despensa, la de comedor, la de trabajo… según necesidades. En este proyecto, por ejemplo, la diferencia entre el suelo hidráulico y la madera marca la transición entre cocina y despensa y comedor.

Imagina que llevas a cabo una reforma parcial para actualizar la cocina y decides derribar el tabique divisorio que la separa del salón. Así ganas amplitud y puedes instalar una isla. En este caso, mantendrás el suelo que tienes en el estar, pero… o bien no quieres el mismo en la cocina o no encuentras el ya existente. En este caso, antes de escoger un suelo parecido como parche, ¡cambia!

En el supuesto que acabamos de ver, cuando se mantiene el suelo del comedor o del salón, pero hay que cambiar el de la cocina, la opción es escoger un diseño en otro material, pero con una tonalidad similar, o buscar el contraste total, como en este proyecto. Un suelo más oscuro que rompe la neutralidad de la madera. Los hidráulicos y mosaicos también son una opción original.

Depende. Porque si quieres un suelo diferente en una cocina abierta, la opción es crear solo una franja que proteja la zona de trabajo y que coincida con la distribución del mobiliario; o bien ser original y crear un patrón diferente, como aquí, por ejemplo, hasta la isla, de manera que esta "pisa" el suelo cerámico oscuro. Aquí estarás dando más protagonismo al pavimento de madera.

A la hora de instalar un suelo diferente a modo de "alfombra" en la zona de la isla de la cocina, ten en cuenta que si esta cuenta con barra con taburetes, lo ideal es que estos queden dentro del perímetro que ocupa el suelo diferente. Pero si buscas simetría -o la isla es solo de trabajo-, entonces deja que sobresalga el suelo la misma distancia por cada lado de la isla.

Importante insistir en este asunto cuando en las cocinas abiertas instalas diferentes suelos. El encuentro entre pavimentos ha de quedar bien rematado puesto que cobra importancia al quedar expuesto. Entre mismo tipo de materiales no tendrás problema con el grosor, pero cuidado si son variados. Hay veces que se instalan perfiles discretos. Lo ideal es que la transición sea natural y cuidada. Puede ser en recto o marcando el encaje como si de las piezas de un puzle se tratara (esto es posible con azulejos de formas geométricas como hexágonos).

Aunque esta forma de instalar el suelo puede hacer ligeramente más pequeño el espacio que cubre el pavimento, es una forma original que simula una alfombra. Se trata de dejar una franja de otro pavimento junto a los muebles y a la línea de paredes y techos. Queda de diez en cocinas amplias de planta cuadrada principalmente, donde el suelo de la zona central se luce. De esta manera, uno de los dos suelos puede tener continuidad en el resto del espacio y así unificar pero con suelos diferentes.

Las alfombras no solo protegen de manchas o del desgaste, también puedes incorporarlas en una cocina abierta para crear la sensación de corte visual cuando se ha instalado el mismo suelo en toda la estancia. Las de fibra natural son muy cálidas pero las más resistentes y funcionales son las vinílicas, que se pueden lavar y no absorben manchas.