Antes y después: ¡10 asombrosas transformaciones de terrazas!

Desangelado, poco apetecible, desaprovechado y con un punto fantasmagórico son algunos de los calificativos que podrían describir esta terraza cubierta. La idea era buena, porque los inviernos e incluso los veranos en el País Vasco son fríos. Pero faltaba darle "calor de hogar". 

La decoradora Natalia Zubizarreta hizo magia y convirtió ese espacio desangelado en un mega salón súper acogedor al que no le falta detalle. "Aunque se trata de una terraza, queríamos lograr ese 'calorcito de hogar'. Por eso elegimos piezas más de interior que propiamente de terraza: sofás de estilo clásico, alfombras y lámparas con pantallas de gran tamaño, puffs de terciopelo...". Descubre esta terraza al detalle. 

La terraza de este ático era para echarse a llorar. Con una separación del vecino ochentera que apenas te daba intimidad, un suelo viejuno y grandes macetas de piedra que se comían el espacio. Tenía posibilidades, pero era necesario un restyling integral. 

Los propietarios de este ático de Barcelona se enamoraron de la terraza... o más bien de sus posibilidades. Unas posibilidades que la decoradora Natalia Gomez Angelats las transformó en realidad. La idea era darle a ese espacio un look muy natural, empezando por el pavimento que se revistió con esta tarima que hace más acogedor el espacio. El antiguo cerramiento que separaba del vecino se cubrió con lamas de madera, que dan más intimidad y calidez, y se ideó una pérgola cubierta con un cañizo y una antigua vela para dar sombra. ¡Un muy buen ejemplo de cómo decorar una terraza!

Este terrado estaba totalmente desaprovechado. De hecho, se usaba básicamente como tendedero, porque no era nada apetecible. Entre las antenas, que plagaban este espacio, y el sol que caía a plomo, era imposible disfrutarlo como se merecía. 

¡Wooow! ¿Increíble, verdad? Aunque no lo parezca, es la misma terraza. Pero tras pasar por las manos de los arquitectos Jorge Moser y Eva Mur, que convirtieron los 65 m² de ese antiguo tendedero en una terraza con piscina, chill out y estar de verano con las mejores vistas de Barcelona. La piscina, que queda elevada unos 80 cm, se rodeó de una tarima de ipé cuya escalera de acceso hace las veces de banco y de solárium. Y para que nada frenara las vistas, se derribó el antiguo murete y se sustituyó por una minimalista barandilla de vidrio. 

Esta terraza tenía unas vistas maravillosas a la Costa Brava, pero cuando la estilista de El Mueble Olga Gil-Vernet dio con ella estaba totalmente desaprovechada. Tenía metros, tenía vistas pero no tenía uso. Espera a ver el cambio... 

Más allá de sus maravillosas vistas, Olga le vio las posibilidades de inmediato a aquella terraza sin vida. Aprovechó sus metros para organizarla en dos zonas: una más recogida para el estar de verano, que equipó con un banco a modo de sofá y piezas ligeras que dan mucho juego. Y otra para el comedor, que se destinó junto a la cocina de exterior para mayor comodidad. Para hacer más vivido este espacio, el perímetro de la terraza se vistió con plantas, que además dan un toque de frescor y de verde. 

La terraza de este dúplex era más grande que el salón, quizás por eso se convirtió en un espacio multiusos donde (casi) todo valía. Desde una zona de sofá hasta una cama elástica para los niños. Y todo sin encanto y ni apenas plantas que le dieran vida y le restaran dureza visual. 

La decoradora Cristina Pérez, de Thinking Home, convirtió esa terraza desordenada y nada apetecible en un oasis abrazado por el verde, que lo hace más vivido y agradable, y bien zonificado, lo que crea sensación de orden y con ello, bienestar. El sofá se conservó pero para iluminarlo se vistió con cojines claritos que rebajan su peso visual. ¿Quieres ver la zona de comedor de exterior? 

El antes y el después de esta terraza es espectacular. De hecho, ¡cuesta creer que se trate de la misma! Antes de que Ignasi Bisbe, de Teodora Exteriorismo, asumiera el proyecto de reformarla esta terraza solo tenía madera en el suelo y estaba pintada de un color caldera que le restaba amplitud.

La transformación de esta terraza empezó por la madera, con la que se revistieron las paredes y el suelo, pero para que resultara más fácil de mantener se optó por una tarima sintética. El toldo, como la divertida silla colgante, también es nuevo, y cubre toda la terraza protegiendo del sol el estar y el comedor. ¡Y el verde no podía faltar! Así que Ignasi plantó en la jardinera tras el sofá del estar dos variedades de ficus, que dan frescor e intimidad. 

Debería ser un pecado tener esta super terraza y no usarla para nada. Esto debió ser lo que pensaron el equipo de Grup Escrivá Interiors cuando se encontró con esta terraza. ¿El reto? Era un espacio amplio, pero muy alargado. ¿La solución? Sigue mirando... 

Para sacarle el máximo partido al espacio, se organizó en dos zonas: la del fondo se reservó para el estar, con un banco realizado con una tarima de madera y amplias colchonetas. Fíjate en el biombo de madera, oculta las máquinas de aire acondicionado de una forma decorativa. Así quedaba libre el resto de la terraza para ubicar un completo comedor de exterior.

Cuesta creer que este patio tenga casi 80 m². Claro, que esto fue después de la reforma. "Era impracticable, porque había tres peldaños que se comían todo el espacio. Con la ayuda de la arquitecta técnico Blanca Figueras y la constructora Terramar vaciamos toda la tierra para nivelarlo y dejarlo como está ahora", recuerda Gabriela.  

La amplitud del nuevo patio permitió crear varias zonas e incluso contar con una ducha al fresco, muy práctica para quitarse la arena cuando vienes de la playa. "Queríamos que el patio fuera muy alegre y natural y con este aire marroquí. De ahí la fuente, que además me sirvió para separar el comedor del estar. Y lo unifiqué todo con este color camel".

Cuando la decoradora Gema Ospital se encontró con la terraza de este mini dúplex, sabía que tenía muchas posibilidades, pero le hacía falta un cambio radical para ganar privacidad, encanto y calidez. "Además de cambiar el suelo, que era la típica baldosa de exterior, era importante actuar sobre la separación con el vecino, que era una especie de mampara de cristal", recuerda Gema. 

"Tenía dos objetivos: ganar privacidad y calidez y que la terraza fuera un espacio para disfrutar y donde sentirse a gusto. Empecé por revestir la separación con el vecino con listones de maderas recicladas, que da intimidad y a la vez decora. Y para compensar las líneas horizontales, alterné de manera aleatora listones de madera que sirven de estantes para macetas. Completé el espacio con una pérgola, con techo de policarbonato revestida de cañizo para darle calidez, igual que la barandilla. Y para el suelo opté por microcemento, que le da un look más actual", explica Gema. 

"Esta terraza era muy calurosa y poco vivida, porque apenas tenía vegetación. Además su decoración era muy básica y el mobiliario, anticuado, era incómodo y no sacaba partido al espacio. No era una terraza apetecible", resume Dafne Vijande, estilista de El Mueble. Ella con la colaboración de Lorenzo Meazza, responsable de interiorismo de Ikea España, transformaron esta terraza en lo que verás a continuación. 

"La vegetación fue clave, porque solo con meter más plantas, mejoró muchísima, no solo porque era más agradable sino que resultaba más fresca. Decidimos transformar el espacio en un completo salón de exterior y para ello elegimos un sofá amplio y confortable y lo completamos con butacas y mesitas que hacen el espacio más cómodo", recuerda Dafne. "Añadimos una alfombra de yute, que es duradera, reciclable y te ayuda a delimitar el espacio. Además, hace el espacio más acogedor", añade Lorenzo. No te pierdas la transformación al detalle.