El blanco y el negro son un tándem que se lleva a las mil maravillas y que tiene la virtud de resultar elegante y no pasar de moda. Aquí, la decoradora Natalia Zubizarreta ha usado el negro como contrapunto de la base blanca de este salón, tan ligero como chic. Sofás cama desenfundables de Maisons du Monde y mesas de centro de Miv Interiores. Para vestir el sofá la decoradora apostó por cojines blancos pero con motivos en negro, ya sean rayas o estampados de animales. Y además ha intercalado un cojín redondo de fibras naturales, que rompe, suma calidez y combina a la perfección con la alfombra, también de fibras. Alfombra de KP. No es lo habitual, pero cuando tienes una alfombra tan especial como la de este salón, ¡qué menos que convertirla en la gran protagonista! Para ello, la decoradora Marta Prats ha apostado por una base en blanco y ha llevado los colores de la alfombra a los cojines decorativos del sofá: rosa, amarillo, gris y mostaza. Sofá de Cusó Tapissers y butacas de La Maison. Para las cortinas la decoradora apostó por el infalible blanco, que además de ser atemporal y dejar pasar la luz, parece mimetizarse con las paredes, también en blanco, creando una "caja" blanca muy luminosa donde las notas de color se reservan a la alfombra y los textiles, dos complementos muy fáciles de renovar en caso de cansarte. La paleta de grises , negros y piedras es la que se impone en este salón decorado por Pia Capdevila . Como es habitual en la decoradora, ha apostado por el piedra, un tono cálido y suave, como base y lo vemos en las paredes, la gran alfombra y los cojines, que contrastan con el tono intenso de los sofás. Sofás de Home Spirit, alfombra de Papiol y cortinas confeccionadas con tela de Gancedo. La decoradora llevó los colores que se imponen en este elegante salón a las cortinas, que remató con un faldón decorativo. Y es que, con techos de casi cuatro metros, las cortinas tienen mucha presencia en este espacio. El blanco y el azul son los dos colores que dominan en este salón de sabor mediterráneo, donde se ha apostado por el blanco como base –lo vemos en cortinas, estores, paredes e incluso el suelo–, mientras que el azul colorea y suma personalidad al espacio. Puf a modo de mesa de centro tapizado con tela Odeon de Ian Mankin. Sofá, de Tapicería Orial. Butaca, modelo Farlov, de IKEA, con funda confeccionada por Gancedo con tela Oxford de Ian Mankin. Lámpara de pe, de Coton et Bois y pantalla de Gancedo. Jarrones de rayas, de Sacum. Además del juego de blanco y azul, la decoradora Verónica Mimoun se ha atrevido con las rayas para vestir este salón. Las vemos en la butaca, el puff y la lámpara, pero también en todos los cojines decorativos, que las combinan verticales, horizontales y de diferentes grosores. Una apuesta atrevida, ¡pero que funciona! Blanco roto y beige son los colores elegidos por la decoradora Ángeles Rodes para vestir este salón. Y jugó con las texturas y los textiles naturales y con relieve para enriquecerlo decorativamente. La alfombra, por ejemplo, combina el blanco y el beige y presenta un diseño trenzado en relieve que le da dinamismo y carácter. Sofá de Tapidisseny, mesa de centro de Zoco Home y alfombra de Maisons du Monde. Los cojines trenzados, ya sea de yute o algodón, como algunas de las propuestas que visten este sofá, son tendencia y, además, dan un look muy auténtico y con cierto sabor étnico a la decoración. En este salón, refuerzan, a su vez, su look natural. Y combinados con la alfombra, también trenzada, el conjunto no podría ser más coordinado. Este trío cromático es el que se ha empleado para decorar este salón. El blanco, que tiñe paredes y cortinas, sirve de luminosa base y de color dominante, mientras que el azul sería el color secundario, y el dorado, presente en algunas piezas de mobiliario y complementos sería el de acento y que aporta este matiz estiloso y más chic. También en la alfombra, de efecto desgastado, encontramos toques de azul y rosa, presente en los cojines decorativos. Sofás, butaca y mesa de centro, de El Corte Inglés. El cojín azul con efecto desgastado nos recuerda a la alfombra y se lleva muy bien con el sofá de un vivo azul Prusia, mientras que el beige es un guiño al dorado que salpica el salón y el de motivos colorea y le resta sobriedad al conjunto. Cojines de El Corte Inglés. La decoradora Asun Antó decoró este salón con un base clara, apostando por el blanco roto en paredes y las piezas textiles más voluminosas, como los sofás y las cortinas, y dejando las notas de acento y de calidez para la alfombra, de un acogedor y sufrido color topo, y los cojines, que combinan diferentes tonos tierra. Sofás de Atemporal, mesa de centro de Coton et Bois, alfombra de La Garriga Verda y cortinas de Ikea. Esta apuesta cromática no solo da alegría y dinamismo al sofá, sino que coordina muy bien, ya que se trata de tonos que pertenecen a la misma paleta: la de los tierra. Para que la combinación no quedara demasiado plana, se han combinado cojines lisos con otros con motivos, que comparten colores en común. Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en www.elmueble.com, suscríbete a nuestra newsletter .