¡Alucina! Así son las tradiciones de Nochevieja más curiosas del mundo

No somos países vecinos, de hecho, Turquía nos queda un pelín lejos, sin embargo, compartimos una misma tradición para la noche del 31 de diciembre, y es llegar al año nuevo con ropa interior de color rojo. ¿El motivo? Pues, porque como nosotros, los turcos creen que les dará suerte. 

¡Cuerpo a tierra! Los peruanos toman las uvas debajo de la mesa. ¡Ah! Y dicen que llevan la ropa interior del revés en Nochevieja.

Es sonar la última campanada de Nochevieja y los daneses tiran platos hacia la puerta de la vivienda de sus amigos en señal de afecto (no queremos ni pensar qué harán cuando se hayan peleado...). Y otra curiosidad: también creen que la fortuna llega saltando encima de una silla a las 12 en punto.

Nada de leer la mano o los posos del café. Alemanes y austriacos tienen una misma tradición: funden plomo en Nochevieja y lo dejan caer en un vaso de agua. La forma que adquiere la gota es la que sirve para interpretar el futuro: si es una flor, llegarán nuevos amigos a sus vidas; si es un sombrero, sorpresas; etc.

En Italia uno de los platos del menú de la noche de fin de año son las lentejas. ¡Simbolizan suerte y riqueza! Los italianos se inspiran en sus antepasados romanos, quienes regalaban una bolsa de cuero con lentejas porque se podían transformar en monedas de oro.

Llegan las campanadas de Nochevieja y los puertorriqueños tiran cubos de agua por la ventana. ¡Cuánta limpieza...! Así se despiden de los problemas del año pasado y limpian las calles para recibir el Año Nuevo. ¿Viajas a este país? ¡No olvides el paraguas!

Si vas a celebrar la Nochevieja en Filipinas, llévate piezas de lunares. Allí la costumbre es vestirse con prendas de topos porque los asocian con el dinero y la prosperidad. Además, procura que la blusa o falda tenga un bolsillo para meter varias monedas que deben chocar entre ellas y sonar cuando den las doce.

Sin unanimidad al otro lado del charco, porque, en Argentina, llevan una prenda rosa en Nochevieja, mientras que en Colombia prefieren que sea amarilla y en México, eligen el color según lo que quieran atraer: amarillo para el dinero y suerte, y roja para el amor.

Los colombianos hacen la maleta el último día del año y cuando el reloj marca las doce, la cogen y salen a dar una vuelta a la calle. ¿Por qué? Poque se dice que quien lo haga tendrá buenos viajes en el Año Nuevo. Si funciona… ¡también nos apuntaríamos a bajar a la calle con la maleta, ¿o no?!

Los griegos decoran un barco en lugar de un árbol. Para ellos el día 31 de diciembre llega el Agios Vassilis, el Papá Noel griego. Y además de regalos, trae la torta de San Basilio o Vassilopita, que esconde una moneda dentro, como nuestra sorpresa del roscón de Reyes. Quien la encuentra, tendrá suerte a raudales.

La versión rusa de Santa Claus es el Abuelo del Hielo y aprovecha la noche de fin de año para llegar con regalos, dulces y matrioskas a las casas. Para que los niños reciban regalos, además de portarse bien, deben cantar, bailar y contar alguna historia o poema.

All you need is love. Los estadounidenses tienen una tradición muy amorosa para Nochevieja y es besarse durante el primer minuto del Año Nuevo para asegurar que no faltará el amor. Una costumbre tan agradable que no debería ser exclusiva de América...

Sí, sí, los ingleses dejan entrar en casa a un hombre moreno y alto para tener suerte en el año nuevo. Nos preguntamos qué hacen si no hay ninguno así entre sus conocidos... ¡Pues cantar! En Nochevieja, salen a la calle, se dan la mano, forman un círculo y cantan Auld Lang Syne, una canción que reflexiona sobre el tiempo.

Los irlandeses creen que la primera persona en entrar en la casa el día de Año Nuevo será la portadora de la buena suerte. El elegido debería llevar un regalo tipo una moneda, pan, bebida… También creen, como los ingleses, que los hombres altos y de pelo oscuro son los que más fortuna reparten.

Los escoceses tienen varias curiosas tradiciones, pero una de ellas es el hogmanay, una fiesta del fuego en la que las calles se llenan de cabalgatas con monstruos, vikingos y otros personajes, y el cielo se llena de fuegos artificiales. Tanto el fuego como estos personajes alejan los malos espíritus.

Eso sí, en Japón no tienen que acompañar cada gong con una uva. La tradición japonesa se llama joya no kane y consiste en que los templos budistas tocan 108 campanadas en representación de los 108 pecados que se pueden cometer. Escuchar todas las campanadas purifica el alma.

En Talca concretamente, tienen una curiosa tradición para pasar la Nochevieja (de miedo). A las once, las familias acuden al cementerio para recibir el nuevo año con los difuntos. La fiesta se celebra con velas y música clásica. Así contado, da un poco de yuyu, ¿verdad?