"Sigo la revista desde hace más de 20 años y no me canso de ver los repostajes y de seguir todos los consejos", introduce nuestra protagonista de hoy. Ella es Lucía y vive en un piso de Reus, ¡lleno de luz!
Hasta hace 3 años, era una única vivienda de 60 m2, pero le salió la oportunidad de comprar el piso adyacente y así pudieron ampliar las estancias. Después de 6 meses y una reforma integral, se convirtió en un piso de 110 m2 súper cómodo y espacioso.
Uno de los objetivos de la obra, fue diferenciar las zonas de día y de noche. "Para mí, la estancia más especial es el salón. Significa descanso al final de la jornada. El rincón ideal para el relax, la lectura, ver películas o disfrutar de momentos cómodamente", explica Lucía.
El corazón del piso es la cocina, "el núcleo central en torno al que todo gira, ya que solemos hacer aquí más vida", cuenta la anfitriona. ¿Un flechazo? Las puertas de cristal correderas que la separan del comedor.
La zona de noche está formada por el dormitorio principal y un vestidor al que incluyeron una pequeña zona de trabajo y un baño. ¡Qué buena idea! Y que bien aprovechado el espacio con esos armarios blancos altísimos.
El dormitorio es otro de los rincones de la casa que transmiten paz y calma. Es todo blanco y tiene un original ventilador de techo, también blanco. Junto a la cama, detalles de fibras para hacerlo más acogedor y una colcha oscura que da "el toque".
En la reforma, incluyeron un segundo dormitorio para los invitados. Está repleta de detalles súper alegres, con colores vivos y telas estampadas. "Desde el primer día, esta habitación está adjudicada a nuestros sobrinos", sentencia. De ahí la original decoración.