¡WOW! Este piso en Barcelona "clásico moderno" enamora con su mezcla de estilos. Y está lleno de rincones especiales

"En este piso jugamos con la mezcla de estilos. Aprovechamos muebles familiares, que traen a la pareja recuerdos de su infancia, con otras piezas más modernas", cuenta la interiorista Elena Eyre. Y el recibidor es un buen ejemplo: súper personal con un mueble de madera clásico y un retrato antiguo. "Empapelamos la pared en un tono gris para darle un aire sofisticado. La lámpara negra da la nota de contraste y la alfombra de fibras nos sirve para calmar el ambiente", dice Elena.

"La pareja quiso mantener la estructura del piso porque es muy especial. ¡El suelo les encantó! Un roble en espiga que tenía mucho potencial. Antiguamente se llevaba en brillo y para hacerlo actual lo pulimos y lo dejamos mate", cuenta Elena. ¿Otra clave del proyecto? La pintura. "Las zonas que dan al exterior son luminosas, pero el resto de la casa no tanto. Para ganar luz pintamos todo en un blanco roto (es la referencia 1002-Y50R)". 

El salón es uno de los espacios más coquetos y con encanto. Estores de lino para tamizar la luz, una alfombra de fibras y cestos que dan calidez, una lámpara de diseño... ¡Y un sofá chéster y una mesa de malla de hierro! "El sofá pone ese toque clásico y da importancia a la estancia. La mesa la hicimos a medida y da ligereza y modernidad al ambiente", apunta Elena. "El otro sofá, de líneas rectas, contrasta y añade otro toque más actual". ¡Fantástico! 

Y hay más. "En el salón quisimos dar protagonismo a una de las paredes y lo hicimos con una librería en DM lacado en gris marengo. Aquí hay más luz, así que nos pudimos permitir poner algo más de color", explica Elena. No solo es bonita, también práctica con los cajones bajos para almacenar. Este rinconcito con butaca y puf es perfecto para leer.

La cocina, junto al baño, son las únicas estancias que hicieron completamente nuevas. "Para la cocina decidimos aprovechar el espacio con una distribución en L y armarios altos (uno de ellos esconde la campana extractora)", explica Elena. "Es blanca, como el resto de la casa, y la hicimos moderna con los frentes totalmente lisos. El papel vinílico tipo lino protege las paredes y hace más acogedor el ambiente". Las baldas de madera son importantes: son decorativas y hacen que el espacio no se vea demasiado frío.

Al organizar la cocina en L quedó un buen espacio para diseñar una zona de office. Práctica y estilosa, el negro es el protagonista. "Combinamos la mesa de mármol y hierro con sillas tapizadas y una lámpara suspendida, todo en el mismo color para dar un toque diferente", añade Elena. De noche, las luces bajo los armarios superiores crean un ambiente muy especial. 

¿Quieres ver el dormitorio? Pues te anticipamos que frente a la cama luce una pieza con mucho encanto. "Aprovechamos una chimenea antigua familiar para darle personalidad. La lacamos en el color de las paredes para hacerla algo más moderna y mantuvimos la madera oscura para no perdiera la esencia de lo que había sido", añade Elena.

"Queríamos que el dormitorio transmitiera mucha calma. Así que jugamos con colores neutros y suaves", dice Elena. Gris, beige, blanco... El cabecero tapizado destaca sutilmente sobre la pared y hace más apetecible la cama. ¿Las mesitas? "Las diseñamos a medida en hierro para seguir dando esas notas modernas". Tienen dos estantes y son perfectas para que la pareja deje sus lecturas favoritas.

Este es un piso para dos y aprovecharon la reforma del baño para hacerlo bien cómodo. Cada uno tiene su espacio: su lavabo, su espejo y sus cajones en el mueble suspendido. "Pusimos una mampara de cristal de suelo a techo para que quede más limpia y dentro de la ducha hicimos un hueco para dejar los jabones", cuenta Elena. "La estantería de hierro me encanta para colocar cestas con toallas".   

Si te fijas, las paredes combinan baldosas y papel pintado. "El papel es vinílico y dibuja una espiga que da un aire 'british' y elegante al baño. Queda genial con las baldosas porcelánicas, de 150 x 75 cm. Las elegimos de gran formato para romper con el aspecto clásico del papel pintado", añade Elena, que nos da una última idea: "Los espejos son alargados porque queríamos darle verticalidad a la pared". ¡Perfecto!

Elena Eyre es la artífice de este proyecto. Casi sin hacer reforma (solo renovó por completo la cocina y el baño) dio toda la personalidad del mundo a un piso que ya tenía su propio encanto. Tenía un objetivo claro: que convivieran los muebles antiguos de la familia con piezas más modernas. El equilibrio perfecto.