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1.

La tranquilidad de llegar a casa.

El espejo del salón es de India&Pacific. La mesita lateral es de Mercader de Venecia. Los cojines provienen de Materia.

2.

Hacia el comedor.

El plaid es de Materia. La alfombra es de Gra. El jarrón es de Mercader.

3.

En la sala de estar.

La mesa de centro es de Mercader. Los sofás son de Esteve Sofás.

4.

En el comedor.

El estante y la mesa son un diseño de Pepe
Llaudet. Sillas son de India&Pacific.

5.

Abierta, pero no tanto.

En lugar de abrir del todo la cocina, ampliaron el espacio de paso y crearon el hueco para la ventana, con una estructura de madera, más cálida.

6.

Un juego de ventanas.

Desde la cocina ahora se ve la ventana del comedor, con los árboles de fondo, así que la sensación de espacio y de luz es mayor.

7.

El dormitorio principal.

El cabezal integrado es un diseño de Pepe Llaudet. La lámpara es de Little House. La banqueta procede de Mercader.

8.

Sobre la cama.

La colcha de flores y el plaid son de Filocolore. También lo son los cojines de terciopelo y el cuadrante.

9.

Hacia la ventana.

La alfombra es de Gra. El juego de cama es de Lexington. La colcha de cuadritos es de Homie by Gc. Cojines de Filocolore.

10.

¡Qué buena solución!

El escritorio es parte del mismo mueble que la litera. Las letras y el caballito son de Velafusta. Las lámparas son de Little House.

La de María es una historia más o menos frecuente, salvo por un detalle: son una pareja joven con tres hijos (Andrés, Luis y Ana, de 11, 10 y seis añitos) y una perrita (Brooklyn), y su piso se les quedaba pequeño. Hasta aquí, normal. Ahora viene lo bonito: “Me quería mudar a este barrio de Barcelona, más familiar, y encontramos este piso, con su propia historia. ¡Claro que le iba a dar mis toques modernos!, pero quise mantener esa estructura antigua, quería escuchar la historia de la casa”, nos cuenta. ¿No es hermoso y respetuoso?

Para cumplir este deseo de oír los susurros de su nuevo hogar, buscó al interiorista Pepe Llaudet, quien se ocupó de la reforma integral y el interiorismo: “Ellos querían una casa muy cómoda, con una estética suave, muy neutra, para darle luego su toque personal. Nuestra idea fue buscar coherencia en toda la casa, que respirara paz, con ambientes cómodos y colores claros”, explica Pepe.

Para dejar que la casa hablara, mantuvieron una estructura clásica, y dieron prioridad a la madera: “El suelo es de roble, un parqué aceitado que transmite autenticidad. Lo elegimos para dar sensación de pureza y de materiales nobles”.

Uno de los puntos clave de la reforma fue abrir la cocina al comedor. “Antes había una cocina muy antigua, que nunca había sido reformada, tuvimos que hacer una obra importante, porque nos apetecía que la cocina se integrara más en la casa. Abrimos el paso de la puerta y pusimos esa ventana de madera pintada. Ahora la cocina es muy sencilla, con muebles muy rectos, pero cálida”, apunta Pepe. “Empezamos desayunando en el comedor, pero ahora desayunamos en la cocina, en el pequeño office, es muy acogedor ¡y también muy práctico! Cuando estás sentada, y miras por la cristalera, es muy agradable. ¡Se ha convertido en uno de mis rincones favoritos!”, añade María.

Otra de las claves está en los dormitorios: “La idea era que los niños y los padres tuvieran cada uno su intimidad. Los niños tienen un dormitorio grande, y los padres tienen uno con baño en suite”.

Padres del mundo, atención al cuarto de los niños, con muy buenas ideas: “Para aprovechar el espacio, diseñamos un conjunto que agrupa cama, armario y escritorio, como un elemento continuo. La mesita de noche es también escritorio. Y el escritorio queda integrado con el armario. Me gusta porque crea rincones acogedores”. ¡Ahora toda la casa lo es! ¿No la oyes?