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1.

Detalles rústicos

 Mesa de Pomax. Jarrón francés antiguo, de herencia.

2.

En el recibidor.

Perchero de pino procedente de la firma Pomax a la venta en la tienda Estuco Decoración. Paragüero de pino esmaltado, modelo Mistral de Pomax, también en Estuco Decoración.

3.

Salón.

Sofá, diseño de Estuco Decoración, con tela de Asuan, de Becara. Lámpara de Pomax.

4.

Cocina con aire de campo.

El mueble platero es de Pomax, igual que los caminos de mesa.

5.

Office.

La mesa fue diseñada por Estuco Decoración. Sillas de Becara. Azulejos de Porcelanosa.

6.

Pequeña, pero bonita y funcional.

Muebles diseñados por Estuco Decoración. Horno de Balay. Grifería Royal, de Cristina Grifería.

7.

Dormitorio principal.

Mesilla, nórdico y lámpara, todo de la firma Pomax.

8.

Cómoda.

Procedente de Hanbel y adquirida en el estudio de Estuco Decoración. Butaca antigua retapizada con tela procedente de la firma Linum, a la venta en la tienda Estuco Decoración.

9.

Dormitorio de invitados.

Cabecero de forja decapada. Es de la firma Hanbel y ha sido adquirido en la tienda Estuco Decoración.

10.

Plano dormitorio principal.

El dormitorio se sitúa justo al lado del baño, una distribución clásica y eficiente.

11.

Tres en uno.

En una sola planta de escasos metros se ha encabido con éxito el salón, el comedor y la cocina. ¡Y queda espacioso!

12.

Tercera planta.

En la tercera planta, la más difícil de acceder, se ha situado el dormitorio de invitados -el que se usa menos- y una zona de estar, para momentos de relax y meditación.

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Zona de aguas.

Se sitúa en un saliente de la cocina, que a la vez, sirve para delimitar dos espacios diferentes.

14.

Plantas en la cocina.

Decora y aromatiza la cocina con plantas aromáticas: romero, albahaca, menta...

15.

Para disfrutarla.

Javier Carrasco y Juan de Mayoralgo, interioristas de Estuco Decoración, han reformado y decorado esta antigua casa rural típica en una segunda residencia, pensada exclusivamente para el relax. Sus propietarios son grandes apasionados de la literatura.

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Perchero.

Para abrigos, sombreros... ¡y ramilletes que dejan secar para decorar y aromatizar el ambiente!

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Salón: planta baja.

La vivienda se distribuye en tres plantas, de entre 30 y 40 metros cada una, todas aprovechadas al máximo.

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Beige con toque verde.

La estufa es el toque final que enfatiza el ambiente rústico que se respira en la casa.

19.

Biblioteca.

La zona de estar de la tercera planta invita al relax, a pasar una tarde con un buen libro.

En realidad, según me contaron los responsables de su reforma, la construcción contaba con dos pisos, pero después de muchos trámites y esperas consiguieron levantar un tercero y conseguir aproximarse a los deseados 100 m2. La distribución de espacios en tal difícil condición ha sido una obra maestra de adaptación a la estrecha realidad. Y una buena fuente de enseñanzas para todas nosotras. Así que iré directamente al grano.

La planta principal, donde se sitúa el salón, la cocina y la mesa para comer, se asignó a la segunda planta, y no a la baja por una razón de mucho peso: era la única que contaba con doble altura en la zona del balcón y la escalera, siendo así poseedora no solo de un espacio de más sino de una sensación clara de desahogo. Además, era sin duda la más luminosa, por el balcón y por su distancia con la calle. Fue una decisión nada convencional pero muy inteligente, porque además trajo aparejada la instalación, en la planta baja, del recibidor, el dormitorio principal y el baño, todas ellas estancias que apenas exigen luz natural y que se pueden beneficiar de la estabilidad térmica característica de todos los bajos. La tercera planta se reservó a una habitación para invitados.

No solo la distribución ha sido ingeniosa y poco tradicional, también la decoración resulta sorprendente. Mientras la estructura de la casa hace exhibición de su carácter rústico en el suelo de barro, las vigas vistas, y los dinteles de madera de balcones y ventanas, la atmósfera es claramente urbana. Es verdad que algunos elementos muy escogidos, como las mesas del salón o el mobiliario de la cocina hecho a medida y suavizado por los tonos grises nos indican que estamos en el pleno campo. Sin embargo, las cortinas de lino, las butaquitas de inspiración francesa, la cómoda provenzal, las lámparas, el cabecero de la cama de invitados, las mesillas y todos y cada uno de los detalles confirman un gusto refinado y culto, y una voluntad de sentirse en esta casa en un entorno decorativo semejante al de una gran ciudad.