Tamila y su pareja vivían en una zona céntrica y animada de Barcelona, pero cuando se decidieron a 'encargar un bebé' lo tuvieron claro: "Buscamos algo más relajado. Nos mudamos a Sarrià y me encanta porque ¡es como un pueblo, muy tranquilo!". Abag Arquitectura les hizo la reforma.
"Decidimos comprar un piso que no estuviera reformado ya, sino ponerlo a nuestro gusto. Mi marido decía ¡pero cómo vamos a comprar este piso! Pero cuando Abel, el arquitecto, lo vio, ¡se dio cuenta de todas sus posibilidades!".
Salón, comedor y cocina se transfornaron en un espacio diáfano. "Pusimos un banco corrido que va de la puerta de entrada a la ventana. Yo quería mucho espacio para guardar cosas, y este mueble es perfecto. ¡También le sirve a nuestra bebé para apoyarse ahora que empieza a caminar!".
"Me gusta la inspiración nórdica, muy clarita, blanco, gris, algo de pastel, también un poco 'hipster'. Le meteré también decoración rusa, ¡porque soy de ahí!, con las típicas muñecas. La bóveda catalana estaba cubierta, y con la reforma apostamos por dejarla así a la vista ¡y en blanco!".
¡Todo a la vista!
"Mi marido y yo trabajamos muchas veces en casa, por lo que deseábamos un ambiente tranquilo y también un salón sin paredes, con cocina abierta, algo muy práctico y polivalente donde pudiéramos tener a nuestra pequeña a la vista", cuenta Tamila.
En una casa con bebé y padres que hacen home working, el salón-cocina se transformó en el centro de la actividad. "Es mi espacio favorito, yo puedo trabajar aquí, ponemos música, mi marido toca el piano, estamos juntos y compartimos momentos con nuestra hija. Me encanta la gran mesa de madera, la queríamos así de grande para trabajar en casa y también para cuando recibimos visitas". ¡Así da gusto trabajar y estar en casa!
Mini cocina, maxi utilidad
"Pusimos una barra de desayuno con taburetes y accesorios a juego con la nevera. Las lámparas también van a juego. ¡El espacio está completamente aprovechado hasta el techo! Mi capricho fue la nevera Smeg, y el sitio era complicado, pero Abel supo incorporarla con un mueble a medida".
Chiquito, ¡pero con vestidor!
La joven pareja deseaba un espacio sencillo, "con mucha luz y pocos detalles, puesto que son cuartos pequeños y preferimos dejarlos despejados. Yo quería un vestidor, con espejos y armarios. ¡Estaba empeñada! Lo montamos con armarios de Ikea. Al fondo, tras una puerta corredera con espejo, está nuestro baño con ducha", cuenta Tamila.
La joyita del cuarto es la puerta, justo esa. "La puerta del vestidor la encontró Abel, el arquitecto, en Wallapop. Es una típica puerta del Eixample, aunque fue difícil acoplarla como corredera. ¡Fue muy difícil hacer todo esto en 80 metros!", concluye Tamila. ¡Y le creemos!