Menos pasillos y más espacio: este piso de 80 m2 ahora es más amplio y estiloso (con plano)
¿Imaginas un piso donde no haya ni un centímetro desaprovechado? Esta quimera se hizo realidad con Marta Tobella, que transformó todas las zonas de paso de este piso en espacios de uso
Todos conocemos el típico piso de pasillos interminables y distribuidores sin sentido que no hacen más que hipotecar unos metros de por sí escasos. Este piso de Sant Cugat era uno de ellos. Hasta que llegó la decoradora Marta Tobella, de Sacum, que vio precisamente en esas zonas muertas una oportunidad de oro para regalar metros a los espacios de uso: "Anexionando el pasillo del recibidor, el distribuidor de los dormitorios y el lavadero el piso ha crecido exponencialmente", explica Marta. Y es que, con la nueva distribución "no perdemos ni un cm, aprovechamos enterito todo el piso".
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Aparador de madera diseñado por la decoradora. Espejo y lámpara, en Sacum. Jarrón de cerámica de Foimpex.
El Mueble / Pere Peris
Un nuevo recibidor con un mueble polivalente
Para llevar más luz a todo el piso y aprovechar cada centímetro útil, la decoradora Marta Tobella ha suprimido el tabique del recibidor y ha planificado un polivalente mueble separador que, al tener una zona abierta en la parte superior, no rompe con la continuidad visual entre la cocina y el salón. "Además de recoger visualmente el mini recibidor y ofrecer una repisa y una balda decorativa, cuenta con un armario en la parte accesible desde la entrada para dejar los zapatos de calle".
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Sofá rinconero de Veneris. Mesa de centro de madera y metal de Pilma. Lámpara de pie y alfombra realizada a medida, en Sacum. Mueble de escritorio, diseño de la decoradora.
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Un salón con un completo sofá rinconero
Con la misma idea de no perder ni un poco de espacio, la decoradora ha habilitado un pequeño rincón de despacho, equipado con un par de baldas, entre el comedor y el salón. Y para ganar más plazas de asiento, ha elegido un sofá rinconero, “porque aprovecha mejor el espacio que dos en 'L'. El único 'pero' es que el asiento del rincón siempre queda más oscuro, por eso lo he completado con una lámpara de pie", precisa Marta.
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Muebles y baldas, diseño de Sacum. El cuadro es una obra original de Estanis Ferrer, en Sacum. Bandeja de fibras de Matèria.
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Los muebles del salón, pocos y mimetizados
El único mobiliario del salón es un mueble alto para la vajilla y el bajo de la tele, que se han elegido a juego con las paredes, como el del comedor, "porque así no ves muy bien dónde acaba el mueble y empieza la pared y ganas más sensación de amplitud".
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Sofá, de Veneris. Mesa de centro y sillón, de Pilma. Mesa, sillas y lámpara de techo, en Sacum.
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Todo abierto
Al eliminar los pasillos y distribuidores y elegir una puerta acristalada para separar la cocina, la luz viaja por toda la casa sin impedimentos. Desde esta perspectiva se puede apreciar cómo cada centímetro está aprovechado y no se pierde nada de espacio.
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Mesa, sillas y lámpara de techo, en Sacum.
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Desde esta perspectiva se ve la entrada
En un rincón del salón, y junto a la entrada, está el comedor. El piso no tiene un recibidor al uso, ni pasillos, sino que estos paneles acristalados hacen la función de separadores, pero dejan pasar la luz. ¡Qué buena idea!
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Mueble separador, baldas y lámpara de techo, diseño de Sacum. Sillas de Pilma y cuadros de Valeria Sidañez. Lámpara de sobremesa de Sacum.
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Un comedor mini con un práctico banco en "L"
El mueble del recibidor no solo abastece la entrada (puedes verlo bien al final, en el plano), sino que por el lado del salón sirve de respaldo del banco del comedor. Precisamente el banco en "L" ha permitido a Marta ganar más plazas de asiento en menos espacio, "porque pierdes menos profundad con un banco que con unas sillas".
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Banco en “L” lacado diseño de la decoradora. Colchoneta y cojines del banco confeccionados a medida por Sacum.
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Un banco con el sobre abatible
Marta no dio ni un centímetro por perdido, por eso ideó un banco tipo arcón, con el sobre abatible que permite ganar un armario extra en horizontal.
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Mesa, sillas, lámpara de techo y mesa de centro, de Pilma, em Sacum. Sofá, de Veneris.
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La madera como hilo conductor
Son los materiales los que crean un hilo conductor entre el mini comedor y el salón, ya que ambas mesas lucen el mismo acabado y hacen uso de madera con el mismo acabado. También las fibras de las sillas y la butaca, de la misma colección, ayudan a crear ese aspecto unificado.
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La puerta lacada corredera, con una estructura fija, es un diseño de la decoradora. Suelo de Quick-Step.
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Una corredera acristalada que multiplica la luz de la cocina
La corredera acristalada ha transformado por completo la cocina, que antes estaba cerrada, porque ahora aprovecha la luz del salón. Además, desde la cocina ves toda la zona de día de un vistazo y viceversa.
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Taburetes, de Pilma.
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Aquí se ven las correderas hacia la cocina
El suelo es un parqué para toda la casa, que da más sensación de continuidad y hace que el piso se vea más grande.
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Muebles lacados con el color Lime Stone de Jotun. Alfombra vinílica de Sanku, bol de madera y tablas de cortar de madera, todo en Sacum.
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Una cocina acogedora y llena de luz
En la cocina, Marta ha jugado con un tono un poco más intenso para el mobiliario y ha introducido el papel pintado, de un efecto textil, que hace el espacio más acogedor, y la madera en la zona de la barra de desayunos: "He querido combinar solo con dos acabados en todo el piso: laca, porque el mobiliario ‘desaparece’ con las paredes, y madera, para darle el punto cálido, porque si no corres el riesgo que todo se vea demasiado monocromo". Al fondo, el lavadero, que Marta ha integrado en la cocina, inunda de luz la cocina.
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Barra y baldas chapadas de roble, diseño de la decoradora. Taburetes de Pilma, cuadro de Foimpex.
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La decoradora Marta Tobella en la barra de la cocina
Marta, en la pequeña barra de la cocina, ha optimizado al máximo el espacio de este pequeño piso eliminando las zonas de paso y abriendo paso a la luz.
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Cabecero y cama, de Sacum.
El Mueble / Pere
Un dormitorio que ha crecido con la reforma
Los dormitorios también se han beneficiado con la reforma, sobre todo el principal, donde Marta ha integrado el vestidor que antes estaba cerrado y no tenía luz natural. "Y en la zona de cama, como íbamos muy justos de espacio, opté por un cabecero tipo murete de tan solo 5 cm de fondo y lo completé con el mismo papel textil con efecto lino del office pero en un tono diferente".
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Cabeceros y armarios a medida, realizados por Sacum.
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Un vestidor integrado en el dormitorio
Antes de la reforma, el vestidor estaba en una pequeña estancia, separada del dormitorio. Ahora, al haberse integrado con la estancia, se ha ganado espacio y funcionalidad
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Baldosas de Equipe.
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Un baño que ha cedido metros al dormitorio
Para ganar más armarios en el vestidor, Marta ha tomado prestados unos centímetros del baño en suite y así ha habilitado un módulo extra en "L", que completa el frente de armarios. Pero, aun siendo más pequeñito, resulta muy amplio gracias a la ducha de pared a pared que se ha revestido con baldosas tipo metro esmaltadas.
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Cama y estanterías, de Sacum. Silla, de Pilma.
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Un dormitorio infantil también muy aprovechado
El dormitorio infantil también saca todo el partido al espacio al colocar la cama en la pared de la ventana, donde queda encajada. En la pared más larga se ha colocado la zona de estudio y el armario, dejando una amplia zona para jugar.
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Plano de un piso de 80 m2.
El Mueble
80 m2 optimizados al máximo
Al reducir a la mínima expresión las zonas de paso, se han podido sumar metros al salón y los dormitorios. Y el mobiliario a medida permite aprovechar al milímetro el espacio.