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1.

Antes: un piso de veraneo oscuro y poco aprovechado

Salón con muebles oscuros

El salón se les había quedado pequeño, con muebles aparatosos que no dejaban espacio libre para que los niños pudieran jugar cuando el tiempo no acompañaba para estar fuera. 

2.

Después: un salón muy luminoso con piezas ligeras

Salón de apartamento de verano en blanco con sofá grande

¡Ni parece el mismo salón! "La gran apuesta para fomentar la amplitud de la casa fue el blanco, que trasladamos a las paredes, muebles tapizados e incluso el suelo. De origen era una tarima oscura barnizada y la lacamos. Solo con eso, la casa multiplicó la sensación de luminosidad, ¡fue mágico!", recuerda la decoradora Natalia Zubizarreta. Y para que el salón se viera más amplio, la decoradora apostó por pocas piezas y ligeras, como la butaca o el mueble bajito del televisor. 

3.

Antes: un sofá pequeño y un comedor "robaespacio"

Salon antes

El sofá era de solo dos plazas, lo que resultaba demasiado justo para caber los cuatro miembros de la familia. Y el comedor, junto al estar, impedía que el sofá pudiera crecer. 

4.

Después: un salón con muchas plazas de asiento

Salón de apartamento de verano en blanco con sofá grande y detalles en amarillo

Para los propietarios, una pareja joven, era muy importante poder ganar plazas de asiento en el sofá para, no solo caber todos, sino incluso poder recibir sin estrecheces. La decoradora reorganizó el espacio disponible y destinó casi toda la pared del salón para el sofá, que se transforma en cama adicional. Y lo completó con una butaca ligera que con el respaldo de rejilla que no agobia el espacio. 

5.

Un comedor mini con mucha personalidad

Comedor mini integrado en el salón con mesa pegada a la pared

El comedor se trasladó al pasillo de acceso al salón. Y para ocupar lo menos posible, Natalia pegó la mesa a la pared: "Nos daba un poco de miedo al principio, pero le hemos dado un tratamiento decorativo con los platos de coral colgados en la pared, las mesa de anticuario, las sillas con personalidad, la lámpara antigua… Le dimos sentido. No es solo una mesa castigada a la pared".

6.

Antes: una cocina oscura y viejuna

Cocina antes

La cocina, como el resto de maderas del piso, era oscura y se veía muy anticuada. ¡No la reconocerás ahora!

7.

Después: una cocina moderna, luminosa y con color

Cocina pequeña con muebles de color topo

La cocina, al contar con un gran ventanal, disfrutaba de suficiente luz natural. Por lo que Natalia se atrevió con un mobiliario moderno de un personal color topo: "Sigue siendo clarito, pero con personalidad. No queríamos caer en el típico mobiliario blanco... Y en el suelo optamos por una cerámica con efecto madera para aclarar y dar más sensación de amplitud". 

8.

Antes: con una zona de lavadero y sin office

Cocina2 antes

La cocina no contaba con office, sino que en su lugar se había destinado un rincón para la lavadora y la secadora, que se comía mucho espacio útil. 

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Después: un coqueto office para cuatro

Office pequeño con banco y dos sillas

Una de las demandas de los propietarios fue ganar un pequeño office en la cocina donde poder desayunar. "Trasladamos la lavadora y la secadora a un pequeño patio y en el hueco que quedó libre pusimos un banco pegado a la pared para ganar espacio y redujimos la mesa a 70 cm de fondo. Ahora caben cómodamente cuatro", explica la decoradora. Y para darle un plus decorativo y proteger la pared, Natalia revistió la pared con un papel pintado muy resistente de efecto textil. 

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Antes: un dormitorio infantil desaprovechado

Dormitorio infantil2 antes

El dormitorio infantil dejó de serles útil, porque los niños, de 7 y 10 años, acaban haciendo vida en el salón. 

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Después: una cama alta y un sofá cama para recibir

Dormitorio infantil con cama alta y sofá debajo

Para que los niños pudieran recibir a sus amiguitos, la decoradora ideó una cama alta a modo de litera que libera la parte inferior y permite aprovecharla con el sofá cama recuperado. Ahora el espacio es mucho más práctico y estéticamente renovado. 

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Antes: un armario desfasado y muy oscuro

Dormitorio infantil antes

Toda la carpintería de la casa, desde el suelo hasta el mobiliario de madera o las puertas, eran oscuros, lo que empequeñecía el espacio y le daba un aire viejuno y desfasado. 

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Después: armarios renovados solo con pintura

Dormitorio infantil con armarios en blanco y puerta azul

"Conservamos todos los armarios empotrados. Pero los lacamos en blanco, a juego con los rodapiés, y esto supuso un cambio brutal", recuerda la decoradora. Se aprovechó para renovar los tiradores y los armarios, ahora, ¡son totalmente nuevos! Y es el que la pintura ha jugado un papel destacado en este piso, en el que las puertas se pintaron ¡de azul! "Al ser un pueblo marinero, nos dimos el gusto. Además, es un piso pequeño, con pocas puertas. Da personalidad y como es una segunda residencia, no te cansa". 

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Antes: un baño con bañera desaprovechado

Baño antes

Una bañera pequeña, un lavamanos pequeño, un armario pequeño y un bidé sin uso. Era un baño de los de antes que se les había quedado desfasado. 

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Después: un baño con una ducha y un mueble grandes

Baño pequeño con ducha grande con pared revestida de madera cerámica y gran mueble de baño

"Al quitar la bañera, ganamos un espacio de la ducha muy amplio. También ganamos zona de lavamanos y mueble, que ocupa todo el sitio que pudimos dejando, solo, un hueco para colgar la toalla. El suelo es el mismo de la cocina, quisimos unificar, porque al ser un piso pequeño no queríamos usar muchos materiales distintos. Lo mismo con la pared de la ducha, es el mismo estilo del suelo pero un poco más clarito, para ganar más luz". 

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Antes: un dormitorio muy oscuro

Dormitorio Antes

El dormitorio principal, como el resto del piso, es pequeñito. Y el gran armario empotrado de madera oscura le restaba mucha luz y pesaba demasiado. 

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Después: un dormitorio muy fresquito con un armario invisible

Dormitorio con armario blanco

Como en el dormitorio juvenil, el armario se lacó en blanco y se unificaron los tiradores, para crear un vínculo decorativo en todo el piso. 

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Un dormitorio fresquito y muy alegre con toques de amarillo

Dormitorio en blanco con detalles en amarillo

En el dormitorio Natalia siguió con la misma línea decorativa de todo el apartamento: blanco, textiles ligeros de algodón y lino, muchas fibras (en el cabecero, las mesillas, la lámpara...) y toques de amarillo, que en dormitorio son más dominantes. "Le dimos más cancha en esta estancia. Es un color muy luminoso y alegre, que para un piso de verano le va fantástico", sostiene la decoradora. 

Cuando la decoradora Natalia Zubizarreta visitó por primera vez este apartamento de veraneo de un pueblo costero de Vizcaya, se encontró con un piso con mucha madera oscura que se comía un espacio de por sí reducido y le restaba luz. "Era un piso de una pareja con dos niños pequeños que, aunque les encantaba, no lo disfrutaban porque les faltaba espacio para recibir".

Sin necesidad de tocar los tabiques existentes, la decoradora logró sumar capacidad, tanto en la zona de día como de noche, con una estudiada elección de mobiliario y, gracias al blanco, inundó de luz todo el apartamento, que ahora parece mucho más amplio de lo que en realidad es. Y es que donde lo ves, este apartamento tiene apenas 65 m2.

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