Una casa como de toda la vida, pensada para ser felices en ella para siempre: cada rincón está lleno de encanto
Aunque amplia y llena de encanto, la casa había perdido actualidad. Una reforma bien planteada le devolvió modernidad y confort para convertirla en el refugio que sus dueños deseaban
Muy cerca del mar, en pleno corazón de El Maresme (Barcelona), descubrimos esta casa amplia y luminosa. Entrar en ella es todo un placer, gracias a sus interiores renovados, serenos y confortables. Su historia comenzó hace veinte años, aunque fue hace una década cuando su actual propietaria la compró y la hizo suya. Ella la fue arreglando y decorando con mimo, hasta que las circunstancias de la familia cambiaron y vieron necesaria una reforma para renovar y ampliar los espacios.
Mónica Recoder fue la arquitecta responsable del cambio. “Aunque la casa se encontraba en buen estado, la familia me pidió modernizarla. Querían que fuese cálida, cómoda y, sobre todo, que tuviese espacios abiertos por los que fluyera la luz. También propusieron incorporar el garaje a la vivienda para convertirlo en un cuarto de planchado y un baño nuevo. ¡Y eso hicimos!”, nos cuenta. ¿Quieres verla?
Las zonas de exterior cobran gran importancia en esta casa. Desde el salón se accede al porche en el que se estableció el área de estar, muy cómoda y relajada. Destacan los materiales tradicionales: suelos de barro cocido, muros de ladrillo y mesas de madera y sofás y butacas de fibras vegetales.
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Mesa y bancos a medida en Tessa & Co. Butacas de El Corte Inglés. Cojines y plaid blanco de Aiguavista.
El Mueble
Un comedor al aire libre
Bajo la pérgola de hierro con cubierta de cañizo se dispuso un comedor abierto al jardín. Los muebles son rústicos: la mesa de madera es robusta y los bancos sencillos, perfectos para acoger a toda la familia. Unos cojines los hacen más cómodos. Plantas trepadoras y arbolitos en contenedor ponen el toque verde que refresca el ambiente.
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Cómoda de Gallery BR. Lámpara de sobremesa de Luzio. Sillas de Maisons du Monde. Puf de Sacum con cojín en Catalina House.
El Mueble
El salón, el centro neurálgico de la casa
Toda la casa se distribuye en una sola planta y el salón es el centro del espacio, donde transcurre la vida de la familia. A través de unas puertas acristaladas que ocupan casi toda la fachada está conectado con el porche y el jardín, así que las vistas siempre son relajantes. Para potenciar aún más la luz natural se pintaron las paredes de blanco. Destaca el magnífico suelo de roble macizo que aporta calidez a toda la casa.
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Sofás a medida con telas de Gu¨ell-Lamadrid. Puf en Sacum. Mesa de centro de Luzio. Baúl de herencia familiar. Espejo similar en Antrazita.
El Mueble
Con chimenea y librerías de obra
La decoración del salón es muy personal. Sobre el fondo neutro que componen las paredes blancas y el suelo de madera, destacan los muebles antiguos, algunos de herencia familiar y otros comprados en subastas. A ambos lados de la chimenea hay dos librerías de obra, que resultan prácticas y también decorativas. Las paredes se decoran con cuadros modernos.
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En el sofá, cojines de Maison de Vacances, en Filocolore, de Matèria y de Sacum. Plaid de Filocolore.
El Mueble
El confort es la clave
Si algo nos gusta de esta casa es la manera en que aboga por el confort y la comodidad. Sin dejar de lado el estilo y la decoración, se premian los muebles confortables, los textiles naturales y los espacios para el relax, tanto en la zona de exterior como en el salón.
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Lámpara de techo de herencia familiar, similar en Antrazita. Mesa de Dadra. Sillas de Maisons du Monde.
El Mueble
Un comedor elegante
El gran cambio en la zona de día fue abrir la cocina al comedor y al salón, de forma que quedasen totalmente conectados. "Al principio los propietarios eran reacios a la idea, pero se animaron cuando les propuse poner unas puertas correderas de hierro y cristal”, nos cuenta Mónica Recoder. “Tienen el mismo estilo que las puertas que dan al recibidor y me gustó la idea de que fueran de hierro para seguir con esos toques industriales. Quedan diferentes”, añade.
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Cuadro de gran formato de Manolo Ballesteros. La mesita velador de hierro es antigua, un modelo francés similar en Antrazita. Lámpara de pie de Luzio.
El Mueble
Muebles y estanterías de obra
Aprovechando que la casa tenía muebles de obra interesantes, la arquitecta añadió a las puertas correderas unas estanterías muy prácticas: “Las diseñamos para que las puertas se metieran dentro y en la parte superior planificamos un estante que sirve tanto para exhibir libros como para esconder el mecanismo de cierre y apertura”, continúa Mónica.
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Mobiliario hecho a medida por un carpintero Lámpara de techo de herencia familiar. Grifería de Grohe.
El Mueble
La cocina, moderna y original
La cocina es otra caja de sorpresas. Un espacio con mucho carácter, gracias a la isla central y ese verde tan profundo en las paredes y el techo. El contraste lo ponen los muebles y cerramientos blancos, que suman luz, y la encimera de acero inoxidable, práctica y decorativa.
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Cabecero de obra diseño de Mónica Recoder. Butaca francesa, similar en Antrazita. Banqueta en Catalina House. Alfombra de Zara Home.
El Mueble
Un templo para el descanso
La luz natural que entra por la amplia ventana inunda el dormitorio, muy cómodo y sereno gracias a los muebles confortables y a los textiles. Está decorado con colores serenos y neutros.
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Funda nórdica, plaids y cojines de Aguavista, Filocolore y Sacum. La mesilla es de India&Pacific.
El Mueble
Tonos fríos para el dormitorio
Los expertos aseguran que los colores fríos como el verde y el azul son más relajantes que los cálidos y, por tanto, más adecuados para decorar el dormitorio. La habitación principal en esta casa obedece fielmente a esta premisa y utiliza estos tonos para las paredes y la ropa de cama. Además, se diseñó un cabecero de obra con una repisa de madera que resulta decorativo y cómodo, ya que proporciona un espacio para para dejar un libro o un vaso de agua. Las mesillas son dos pequeñas mesitas velador.
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Papel pintado de Ventura Decoración.
El Mueble
¿Vestidor o pasillo?
Para ampliar el vestidor y así lograr más espacio de armarios se instaló en el pasillo que conecta el dormitorio con el cuarto de baño. Como elemento especial, destaca el papel pintado de hojas verdosas que funciona como hilo conductor. La cómoda blanca con sobre color madera es un diseño de la arquitecta.
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El Mueble
Un baño con estilo
El baño continúa con el mismo esquema decorativo del dormitorio, lo que queda patente gracias al papel pintado de hojas verdes de la pared. El lavabo de obra resulta cómodo. ¿El toque decorativo? Viene dado por el marco dorado del espejo y el del cuadro de la pared.