Concurso IKEA y El Mueble: el salón con toques rústicos de Anna que sueña con ser más cómodo

Era una antigua escuela

La casa de la lectora Anna Rocamora tiene historia: está situada en Bellaterra (Barcelona) y antiguamente fue una escuela. "La reformamos entera y todavía tenemos que mejorar los exteriores", nos confiesa. 

Salón abierto con bóveda catalana y chimenea.

Pero le ha quedado una asignatura pendiente, acabar de dar forma al salón. "Tengo la dificultad de que la zona de estar queda en medio de varios pasos de acceso y me limita mucho a la hora de amueblarlo y decorarlo", explica Anna. Y este es el motivo por el que ha decidido probar suerte en el concurso 'Restyling El Mueble con IKEA'. ¡Vamos a ver el salón más al detalle!

el salón tiene una base especial 

Como decíamos, la casa de Anna tiene historia y su pasado se refleja en el encantador techo de bóveda catalana. Está presente en el salón, y junto a las paredes blancas y el suelo de parqué, crea una perfecta base para decorar.

El salón blanco con chimenea y escaleras de madera.

Eso, sumado a la chimenea, hace que sea una de las zonas más especiales de la casa. El problema viene porque el salón se encuentra en medio de varias zonas de paso: está conectado al recibidor, por un lado, y al comedor, por el otro. Mientras que justo al lado del televisor hay una escalera que lleva al piso de arriba, y eso hace que la familia circule mucho por la zona de estar.

El sofá es la clave

Para crear un salón acogedor en medio de esta zona de paso, empezaríamos por cambiar las piezas más grandes. Es decir, los sofás. Su ubicación nos parece que está bien porque los asientos están dirigidos hacia la pared protagonista, que es la de la chimenea y el televisor (no hay otra pared con posibilidades para colocarlo). 

Salón abierto al recibidor y el comedor con dos sofás en L.

Cambiaríamos los dos sofás por un solo modelo en L que cumpla la misma función que los que tenía Anna: 'cerrar' el salón de los espacios abiertos que hay alrededor. Eso sí, con la parte del sofá que da al comedor más corta. De esta forma, no perderían capacidad para sentarse y quedaría más espacio frente a la chimenea.

Otra opción sería poner un sofá recto mirando hacia el televisor y dibujar la L con un par de butacas en el lado que da al comedor. 

Estéticamente, el sofá lo elegiríamos clarito y con el respaldo más bajo. Al ser una zona diáfana, es importante tener en cuenta el peso visual de los muebles, y así el sofá no tendría tanto impacto a la vista. 

El salón luminoso de la lectora de El Mueble Anna Rocamora. 

¿Y los complementos?

Otro cambio que haríamos sería quitar la butaca roja porque está justo en el paso hacia la escalera. Esa esquina es perfecta para crear un bonito rincón con una mesita auxiliar y una lámpara de sobremesa o de pie, que dé una luz cálida. 

En las ventanas pondríamos cortinas de lino blancas para vestir el espacio y disimular la carpintería negra, y remataríamos la zona de estar cambiando la alfombra (demasiado pequeña) por una más grande y clara que cubra bien bajo el sofá. El toque final lo daríamos con los cojines, combinando lisos y estampados en diferentes formatos y en colores neutros y cálidos.

Si tú también quieres participar...

El ganador/a recibirá el asesoramiento de una estilista de El Mueble y un interiorista de IKEA para hacer un restyling de su salón, con piezas de la firma sueca, y se hará un reportaje fotográfico que publicaremos próximamente en El Mueble. El nombre del afortunado se anunciará a través de www.elmueble.com y las redes sociales el 13 de diciembre de 2022. ¡Suerte!

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