Casas de lectoras: la espectacular casa de 300 m2 de la interiorista María Reyna en Madrid

"Me rechifla El Mueble, llevo leyéndola desde muy joven, cuando mi madre la llevaba a casa. Y entre ella, que tenía un gusto exquisito y mucho estilo, y vuestra revista, es como ya siendo mayor y después de haber hecho otra carrera, me lancé a estudiar interiorismo. Así que se puede decir que habéis tenido algo que ver en el curso de mi historia". Ella es María Reyna (@mariareyna.ma) y trabaja como interiorista, aunque "llevo 12 años sin ejercer porque me he dedicado a la familia, aunque ahora estoy empezando a coger proyectos otra vez", cuenta. Vive en este impresionante casa de 300 m² en Madrid.

"Esta casa es el sueño que tuvimos durante muchos años. Cuando nuestra niña era bebé solíamos salir a pasear y pasábamos por el parque que hay enfrente de nuestra actual casa, y siempre imaginábamos que podíamos comprar una de aquellas casas tan grandes, al lado del parque… Y bueno, pasaron los años y pudimos cumplir nuestro sueño", confiesa nuestra lectora.

"Nuestra casa tiene 300 m², más la zona de garaje, bodega y trastero. Cuando la compramos era un mix de colores con una distribución complicada, con puertas que se abrían del revés, paredes llenas de cabezas de animales, hasta había una piel de oso (con cabeza y todo) como alfombra, el ático parecía un tablero de ajedrez... Estaba compartimentada y necesitaba claramente una renovación profunda", explica la protagonista de hoy.

María destaca un detalle a tener en cuenta: "No es una casa del todo convencional, es triangular, lo que ha supuesto un reto en muchas cosas, aunque creo que le da encanto y personalidad".

"El salón es un gran espacio abierto, que incluye el comedor, una zona de estar con chimenea y otra zona donde está la televisión", detalla María.

"En la planta principal se hicieron muchos cambios. Son casi 100 metros por planta, pero estaba llena de puertas dobles y madera oscura. Tiramos todo abajo, menos un pilar. Hemos dejado una planta abierta, con una pared de cristal móvil que puede separar la cocina para evitar olores, ruidos de campana, etc.", describe María.

"La cocina, en blanco y madera con el suelo en tonos verdes y grises, no puede ser más cómoda. Es fácil de limpiar y muy agradable para estar con amigos y cenas informales. Ahora que no podemos juntarnos muchos, es un lugar ideal para tomar algo mientras se prepara la comida, o simplemente por estar", afirma la interiorista lectora.

"Firmamos la compra en pleno confinamiento, una locura, y comenzamos las obras enseguida. Hubo que renovar fontanería, electricidad, todos los suelos… lo que pensábamos que iba a ser un lavado de cara y tirar algunas paredes se convirtió en una gran obra, pero claramente ha merecido la pena. Aún faltan muchísimas cosas, pero no tenemos prisa. Hemos incorporado algunas piezas de herencia, como el baúl o el jarrón chino enorme que hay en el salón. Al principio pensé que no iría nada bien, pero la verdad es que le da un toque un tanto kistch y mucho color", cuenta María.

"Antes la casa tenía tres dormitorios con baño incorporado en la segunda planta, y pasamos a tener dos, uno con baño y vestidor y el otro con el baño fuera. El principal tiene un vestidor enorme y un baño con ventanal, que da un buen rollo increíble. Y el otro es el dormitorio de nuestra niña, muy espacioso, con muchos armarios y un escritorio enorme donde puede estudiar, hacer manualidades...", detalla nuestra lectora.

El vestidor es una habitación más, con muy buena iluminación natural. Está lleno de armarios sin puertas, un detalle que hace que el orden se convierta en un factor muy importante.

"El ático parecía un tablero de ajedrez, y los anteriores propietarios lo usaban sobre todo de trastero. Ahora es un espacio cálido y acogedor, donde tengo mi estudio y donde planeamos organizar un pequeño chill out, para ver la tele, leer… No he mandado fotos porque aún no está ni medio listo, poco a poco, es una casa muy grande y estoy disfrutando mucho buscando cada mueble, papel pintado, accesorio…", explica María.

Y añade: "Y por último el sótano, que era un cuarto de plancha enorme, y que ahora tiene una habitación multiusos (donde irá un sofá cama para visitas), otro baño completo, cuarto de almacenaje para limpieza, lavadero, y el acceso al garaje".