Una buhardilla de 65 m2 para vivir en familia que creció con la ayuda de muebles a medida y grandes ideas (con plano)

La diseñadora optó por sumar personalidad con la ayuda de un tono Everest y decidió integrar las vigas en la decoración para dar un toque industrial. "Resultaron muy útiles para colocar las lámparas de techo y los apliques a diferentes alturas. Jugar con la iluminación me permitió crear un ambiente más acogedor. Además, les sugerí utilizar las columnas como muro fotográfico para que pudieran colgar en ellas sus recuerdos favoritos", continúa la responsable del proyecto.

Al lado, ubicó una práctica cocina en forma de U que, a su vez, hace de separador del salón. "Esta distribución ofrece infinitud de ventajas: es estética, práctica, tiene muchísimo almacenaje y lo más importante, ¡es comodísima para el día a día! Ocupa todo el espacio disponible y los electrodomésticos están incorporados en el mobiliario para que todo tenga cierta coherencia", detalla Véronique.

¿La clave de este espacio? Diseñar muebles más altos de lo habitual y aprovechar al máximo cada rincón de almacenaje. "En el interior de los muebles que hacen de encimera coloqué cajones y armarios destinados a guardar todo el menaje, además de baldas metálicas en los cajones para aprovechar los espacios bajo pendiente", admite.

Usar el color blanco para ganar amplitud no falla, "pero lo que no todo el mundo sabe es que, cuando tenemos una habitación luminosa, los colores fríos como el azul o el verde pálido también hacen que los rincones se vean mucho más espaciosos", confiesa la diseñadora. Buen ejemplo de ello es el dormitorio, que es tres en uno y ha sabido aprovechar al milímetro. 

La joya de este espacio es un mueble muy especial, ¡que también es tres en uno! Hace de cabecero, tabique y espacio de almacenaje para la zona del despacho. "Por un lado, está formado por tableros de partículas melaminados color Everest y, por el otro, por unos de MDF con laca micrón en color esmeralda. ¿Un detalle? El lateral hace de mesita de noche y tiene espacio para colocar una pequeña lámpara. Además, al estar abierto, ¡es un elemento decorativo ideal!", agrega Véronique.

Era importante disponer de una zona de despacho bien equipada. En este caso, la diseñadora optó por crear una mesa larguísima con un tablero y colocar un práctico mueble de almacenaje junto a ella, donde la pareja puede guardar todos sus documentos y material de oficina.

Crear un vestidor amplio, práctico y estético también fue todo un reto. "La verdad, fue el diseño más importante porque debía simular una pared entera, ser decorativo y aportar orden. Debía adaptarse a cada esquina y cada viga y sus puertas debían llegar desde el suelo hasta el techo. En el centro, le incorporamos un toque de color esmeralda para evitar cargarlo y aportar dinamismo. Y evitamos usar tiradores para mantener la línea de limpieza que tanto nos gusta", explica.

En el plano con el diseño inicial puedes ver mejor como todos los espacios del salón-comedor-cocina se separan a partir de muebles hechos a medida, toques de color y detalles de iluminación.

La responsable de este proyecto es Véronique Wuhrlin de Schmidt, una firma francesa especializada en equipamiento a medida innovador, elegante y funcional y comprometida con el medio ambiente.