Antes y después: de 2 dormitorios infantiles sosos al mejor espacio para 2 hermanos (con planos)

"Nuria nos contactó para darle una vuelta a las habitaciones de sus hijos, un niño y una niña de edades similares y para realizar una redecoración en su habitación matrimonial. Había un punto muy importante a respetar: los niños querían dormir juntos", nos explica Mar Vidal, de @mv_interiorismo. ¿Cómo podían hacerlo?

¿La solución de Mar Vidal? "Nos decantamos por transformar una de las habitaciones en un cuarto de juegos para que los niños pudieran dar rienda suelta a su imaginación. El elegido para ello fue el dormitorio de la niña", explica Mar. 

Realizaron en madera pintada en verde, unas estanterías pequeñitas que albergan la colección de coches de los niños. Además, customizaron dos muebles de almacenaje de cubos de Ikea con tiradores de cuero en cajones y puertas y cajas con lettering. Sin olvidar, el sobre de manera para cada uno. 

Lo más espectacular de esta sala es la casita de juegos, una estructura con puerta y ventanas que contiene una cocinita y una zona comedor. Además, la casita tiene hasta una pequeña barra-cornisa y dos jardineras pintadas en tonos blancos y verdes. 

El cuarto de juegos mide 15 m², espacio suficiente para crear un espacio único y muy original. Concretamente, tiene 5,03 m de ancho por 3,09 cm de largo. 

Quedaba pendiente el espacio donde los niños pudieran dormir juntos. La mejor opción para ello era el antiguo dormitorio del niño. Un espacio ideal para poder colocar las dos camas y conseguir que ambos se sientan cómodos. ¿Quieres ver cómo lo hicieron?

El objetivo era que los niños durmiesen lo más juntos posible, pero no en literas. "Realizamos para la habitación de dormir una cama casita, el emblema de Picarazán, pero muy grande, que albergase a ambos niños en forma de L con sus propias ventanas. Diseñamos un papel pintado y el resto de la habitación lo pintamos de un tono almendra clareado", nos explica Mar. (

El objetivo era que los niños durmiesen lo más juntos posible, pero no en literas. "Realizamos para la habitación de dormir una cama casita, el emblema de Picarazán, pero muy grande, que albergase a ambos niños en forma de L con sus propias ventanas. Diseñamos un papel pintado y el resto de la habitación lo pintamos de un tono almendra clareado", nos explica Mar. La cama, desde luego, es una preciosa cama Montessori.

El dormitorio infantil dispone de 16,22 m² con 5,34 m de anchura y de 3,07 m de largo. Unas medidas muy adecuadas para poder situar las camas en forma de L sin que el espacio quede muy pequeño.