La llegada de una nueva estación trae consigo muchos cambios, especialmente climatológicos. Por ejemplo, en otoño las horas de sol se reducen y las temperaturas van bajando poco a poco en los termómetros. No hace un frío polar como en invierno, pero tampoco el calor del verano. Y estos cambios climatológicos los notamos todos, tanto humanos como el resto de seres vivos, incluidas las plantas.
Por ejemplo, las plantas aprovechan el otoño para prepararse de cara a las condiciones invernales, de ahí que empiecen a dejar de producir clorofila, lo que produce la caída de las hojas, y a entrar en un período de latencia, donde reducen su actividad metabólica para conservar energía. Por eso, durante estos meses las plantas necesitan de unos cuidados especiales para poder sobrevivir a estas temperaturas bajas. A continuación, te contamos cuáles son los cuatro más básicos.
Cuidados básicos para las plantas en otoño
El otoño es una época de transición clave para las plantas, ya que se preparan para el invierno y experimentan cambios en sus necesidades. Durante esta estación, es fundamental proporcionarles los cuidados adecuados para asegurar su salud y ayudarlas a sobrevivir hasta la primavera:
1. Luz solar
El sol empieza a estar menos presente durante la temporada otoñal, por lo las plantas reciben menos horas de luz solar directa. Por eso, es importante que muevas tus plantas de interior a un lugar de la casa donde reciban la mayor cantidad de luz posible, por ejemplo, al lado de una ventana. Para las exteriores, asegúrate de que no tengan alrededor elementos que les bloqueen el paso de la luz.
2. Riego
En otoño aparecen las primeras lluvias y, aunque las plantas necesiten menos agua que en verano, es importante no descuidar el riego. El suelo debe mantenerse ligeramente húmedo, pero no encharcado, ya que el exceso de agua puede dañar las raíces. Un riego moderado, ajustado a las lluvias y al tipo de planta, será lo ideal.
3. Poda
El otoño es la temporada del año más idónea para hacer podas de mantenimiento a tus plantas. Aprovecha para eliminar ramas secas, débiles o enfermas, les será de gran ayuda para fomentar su crecimiento y evitar la aparición de plagas. Además, la poda las ayuda a canalizar mejor sus recursos antes de entrar en su fase de latencia invernal.
4. Abono
Aunque reducen su actividad en otoño, es un buen momento para proporcionarles un abono equilibrado, preferiblemente orgánico, que les aporte nutrientes esenciales. El abono no solo fortalece las raíces, sino que también prepara a las plantas para soportar mejor el invierno y florecer con abundancia en primavera.
Cambios de las plantas en otoño
A medida que las temperaturas empiezan a bajar y las horas de luz se reducen por la llegada del otoño, las plantas experimentan una serie de cambios debido a esta nueva climatología. Uno de estos cambios más significativos es la caída de las hojas en árboles y plantas, caída que se produce porque, para prepararse para el invierno, dejan de producir clorofila, el pigmento que les da su color verde, y aparecen otros también presentes en las hojas, como el rojo, naranja y amarillo.
Básicamente, la caída de las hojas es un mecanismo de defensa de las plantas para conservar energía y agua durante los meses más fríos. Al desprenderse de sus hojas, las plantas reducen la pérdida de agua a través de la transpiración, protegiéndose mejor frente a las condiciones más secas del invierno. Además, muchas plantas entran en un estado de dormancia durante el otoño, disminuyendo su actividad metabólica para ahorrar energía hasta la llegada de la primavera.