¿Vas a reformar el baño? Aquí tienes 30 dudas resueltas

Porque una ducha tiene un acceso más sencillo que una bañera. Esto se traduce en que los platos son más seguros, ya que eliminan las barreras arquitectónicas para entrar y salir. Además, se adaptan al espacio, hay variedad de tamaños o incluso se encargan a medida. Si eres manitas, puedes instalarlo tú mismo.

Debes saber que basta con 70 x 70 cm para una ducha mini (desde 80 x 100 cm para que sea realmente cómoda). En cambio, una bañera XS mide 70 x 140 cm. Además, debes saber que una ducha de unos 5 minutos de duración no debería superar los 100 l de agua, según la OMS. En cambio, llenar la bañera rondaría los 150-250 l, según su tamaño.

Están muy de moda, ya que además de resultar muy cómodos, el baño gana continuidad visual y elegancia. “Y además, se pueden encastrar sin mucha obra y tienen un grosor de apenas entre 25 mm y 40 mm”, nos explican desde Jacob Delafon. Eso sí, debes saber que los platos enrasados necesitan una pendiente de 6-7 cm para desaguar bien. 

Hay varios: la clásica porcelana sanitaria; los llamados sintéticos y los más modernos de resina o carga mineral, que se suelen emplear para platos extra planos. "La porcelana es un clásico que ofrece durabilidad y resistencia al rayado y a los productos químicos agresivos. Además, es más económica. ¿Su problema? Los platos pesan mucho y son frágiles”, explican desde Jacob Delafon.

Existe una gran variedad: las mamparas fijas son las más sencillas y económicas. Las plegables tienen hojas que se recogen sobre sí mismas, tanto hacia dentro como hacia fuera. ¿Las más cómodas? Las batientes, aunque necesitas más espacio.

“Las mamparas que mejor se adaptan son las de puertas correderas. En este caso, asegúrate un acceso cómodo de 50-60 cm. Y para baños mini, valora las de apertura replegable, ya que el vidrio puede doblarse como un libro y ocupa menos espacio. Este sistema de apertura se puede instalar en platos a partir de 55 cm”, sostienen desde Duscholux.

“Sí, el aluminio, porque es ligero, impermeable, es resistente a la corrosión y se le pueden aplicar diferentes acabados (negro, plata, blanco, oro...). ¿Quieres minimizar la perfilería? Opta por separadores de ducha: se instalan con perfiles largueros en las partes superiores para garantizar la estabilidad del vidrio”, apuntan desde Duscholux.

Sí, tanto los perfiles como los cristales. La serie Duscho Gredel Basic-Deco de Duscholux permite decorar el vidrio, con diseños propios o prediseñados, con una pintura vitrocerámica 100% reciclable y ecológica.

Aunque las termostáticas son más caras, el agua sale a la temperatura deseada en apenas unos segundos. Además, la temperatura y el caudal se mantienen constantes. Esto se traduce en un ahorro de agua y energía de entre el 20 y el 50%. Estas griferías, además, cuentan con un bloqueo de temperatura a 38ºC evitando quemaduras. Con la tecnología SafeTouch de Roca, además, se impide que el grifo se sobrecaliente al tacto.

“Las empotradas son hasta un 41% más caras que las de pared, pero presentan muchas ventajas: dan al baño un aspecto discreto y minimalista, optimizan los metros y ofrecen un mayor espacio bajo la ducha manteniendo el confort y la funcionalidad. Además, son más fáciles y rápidas de limpiar”, según Grohe.

Los limitadores de temperatura; los aireadores, que al mezclar aire y agua reducen a la mitad el consumo de agua sin notarlo; la apertura en frío, que impide que la caldera se active cada vez que abres el grifo; o la tecnología EcoJoy de Grohe, que permite cambiar entre el chorro estándar (5,7 l/min) y el eco (4 l/min).

El azulejo es una baldosa cerámica muy poco porosa (por eso se puede limpiar muy bien), que encuentras en infinidad de gamas. Los que más se emplean actualmente son los de dimensiones más grandes. Por su parte, el gres porcelánico es más duro y resistente. ¿Una buena combinación? Poner azulejo en paredes y porcelánico en los suelos, explican desde Porcelanosa.

Las baldosas de gran formato –las hay de 100 x 300 cm– son indicadas para baños amplios, donde se busca un look diáfano y minimizando las juntas”. Además, es en espacios amplios donde podrán lucir todo su tamaño sin tener que cortar las piezas en exceso, cosa que ocurrirá si el baño es pequeño. “Si tu baño es pequeño, lo más recomendable para un baño pequeño sería una cerámica de formato XS –mosaicos de 20 x 30 cm– o mediano – 30 x 60 cm o 30 cm x 90 cm–", sostienen desde Porcelanosa.

Porque se reinventan con nuevas formas, materiales y sistemas de colocación más rápidos. Olvídate de las clásicas teselas cuadradas, ahora las hay circulares, hexagonales, triangulares... En cuanto a los materiales, al vidrio y la cerámica se suman la piedra natural, el metal o la madera. Ahora, además, se colocan fácilmente con mallas decorativas, incluso sobre los azulejos antiguos, siendo ideales para reformas.

Los formatos XL para el suelo, las baldosas con formas geométricas, relieve y volumen, las texturas que imitan fielmente trenzados, textiles y los nudos y surcos de la madera, los nuevos mosaicos... Eso sí, la enorme versatilidad de la cerámica se traduce también en una amplia gama de precios.

Son superficies ultracompactas fabricadas con una mezcla de diferentes minerales. Destacan por su gran formato –superiores a los 300 x 100 cm–, ligereza y grosores mínimos –desde 3 hasta 30 mm, según aplicación y material–. Además, resisten temperaturas extremas, son impermeables, fáciles de limpiar y de colores inalterables. Sin embargo son materiales caros.

Lo más nuevo de Topcret, especialistas en microcemento, es Baxab, que reúne todas las cualidades del microcemento pero con una alta resistencia al rayado, manchas –uno de sus puntos débiles– y marcas. Desde 69 €/m², en un piso de 100 m².

“Depende de si quieres un producto natural y único o prefieres uno más todoterreno, porque el pocelánico lo resiste casi todo. Con el plus que puede imitar fielmente hasta los mármoles más preciados y exclusivos a precios muy competitivos. Además, los formatos XL de 300 x 100 cm y solo 3 mm de grosor que te ofrece Techlam reducen las juntas y permiten colocar el porcelánico sobre el material anterior”, sostienen desde Levantina.

“Es resistente al impacto, de hecho, más que el porcelánico. Pero es un material poroso, por lo que puede mancharse. Sin embargo existen tratamientos especiales para sellar el poro e impermeabilizarlo. No modifican su estética, pero crean una película oleorepelente que lo protege. Además, en caso de mancharse o incluso de desconcharse, puede repararse de manera fácil. Esto el porcelánico no lo permite, deberás cambiar la baldosa quebrada”, sostienen desde Levantina. 

¡Para nada! Es más, en sus variedades blancas es tendencia. “Muy valorados el Calacatta, con una marcada veta gris; el Argos, con una veta burdeos que le da un toque cálido o el deslumbrante Blanco Ibiza”, apuntan desde Levantina.

Porque puedes disfrutar de un suelo con una apariencia muy lograda de madera, en cuanto a vetas, nudos y textura, pero con todas las ventajas técnicas que ofrece un porcelánico: dureza, alta resistencia, inalterabilidad de su color y fácil mantenimiento.

Puedes optar por la opción convencional y colocar la madera cerámica para simular un parquet o bien jugar con composiciones más innovadoras. De hecho, la línea Starwood de Porcelanosa cuenta con piezas especiales “decoradas” con volumen que crean dibujos geométricos con los que dar un look personal al baño. Y su variedad de formatos permite hacer composiciones de diferentes tamaños de “lamas” de una misma colección para un efecto más dinámico y atrevido.

“La porcelana sanitaria es la más extendida, ya que ofrece gran resistencia y durabilidad”, según Roca. A ella se suman los composites, que permiten realizar cualquier forma, y la nueva cerámica, que repele la suciedad y es más resistente. En este sentido, la Fineceramic, creada por Roca, es un 40% más ligera y un 30% más resistente que la convencional. Y, además, permite unas formas con paredes muy finas y definidas. Un lavamanos de porcelana de Roca, desde 49 € y de Fineceramic, desde 226 €.

“Los exentos quedan más decorativos, visten más el baño. Pero necesitas un mueble de un mínimo de 80 x 45 cm. Además, se comen más espacio de encimera que uno encastrado, siendo este una opción idónea en baños muy pequeños. Aunque debes tener en cuenta que inhabilitan una parte del mueble. Una opción intermedia son los semiencastrados”, según la decoradora Natalia Zubizarreta.

“Sí, por eso recomiendo empezar siempre por el lavamanos. En uno de sobreencimera, por ejemplo, quedan muy bien las griferías empotradas o las de caño alto colocadas en un lateral, que además son más accesibles. También hay griferías que salen del lavamanos y dan un look muy integrado”, advierte Natalia Zubizarreta.

Porque son visualmente más ligeros, dan un look más moderno al baño y son más fáciles de limpiar. Sin embargo, si no puedes empotrar la cisterna en el tabique (necesita una profundidad de al menos 8-9 cm), deberás hacer un murete que la albergue. Por lo que te acabará ocupando casi igual que uno convencional. Además, serán necesarias más obras. 

Los muebles con cajones gaveteros extraíbles son más ergonómicos –evitas agacharte– y optimizan mejor el espacio. Elígelo con guías tipo cocina, son más resistentes y los cajones deslizan mejor, y con compartimentos interiores. Los nuevos diseños vienen con muchas prestaciones: toma de USB, luz...

“Alíate con las baldas, con 15 cm de fondo te caben geles. Ponlas sobre el inodoro o sobre el espejo a modo de altillo. Columnas, espejos-armario, muebles tipo camerino... Y si eliges un mueble volado, basta con 12 cm respecto el suelo para que se vea liviano y sea capaz, a la vez”, opina la decoradora Natalia Zubizarreta.