Casas de lectoras: la casa de pueblo que llevaba vacía 30 años y Sara y su pareja rehabilitaron en Badajoz

"Soy Sara y tengo 33 años. Hace 8 años, que junto a mi pareja, nos aventuramos a comprar una vivienda de más de 200 años de antigüedad. Una casa ubicada en mi pueblo, Valle de Matamoros, en el sur de Badajoz , con apenas 300 habitantes.
Es una casa a la que le hemos dedicado mucho tiempo, pues su rehabilitación ha sido llevada a cabo por nosotros y nuestras familias, ¡todos hemos hecho hormigoneras y picado paredes" así se presenta nuestra lectora de hoy, Sara González.

"La reforma supuso todo un reto ya que la vivienda llevaba deshabitada más de 30 años. No tenía luz, ni saneamiento de agua y, además, quisimos mantener todas sus bóvedas y muros. La casa tiene 300 m² en planta baja y 350 m² en planta alta (aún en obras), además de contar con un patio de 1.600 m² con cochera, piscina y huerto, en el cual disfrutamos mucho con nuestra hija y nuestro perro. La planta baja tiene dos habitaciones, un aseo y vestidor, un baño, salón, patio de luz interior. Además, de cocina- comedor, despensa y porche" nos cuenta.

"La estancia que más nos gusta es la cocina, ya que, en invierno, como disponemos de chimenea de leña es donde más tiempo pasamos, al igual que en verano, con los amplios ventanales abiertos para el porche que nos permiten disfrutar del aire libre" prosigue Sara.

"En toda la casa los suelos son de barro y los azulejos son pintados a mano, todo llevado a cabo por una empresa artesana extremeña. El mayor encanto de la vivienda son las bóvedas, pues en cada estancia son diferentes y algunas conservan los dibujos originales" añade. Como se puede apreciar en los dos dormitorios, como en el de las niñas donde marcan la separación entre espacios.

El dormitorio principal cuenta, además, con vestidor propio y tiene una decoración clásica, con su cabecero tapizado, el banco con capitoné o las cortinas con estampado de flores.

Como cuenta Sofia la casa cuenta con un completo exterior. El comedor del porche, al estar techado, es una extensión de de la cocina y, además, se puede utilizar durante todo el año.

El baño principal está revestido con azulejos artesanos y tiene un encantador aire rústico con su mueble de obra con frentes de madera, la grifería de inspiración vintage o los complementos de hierro y zinc.

"Espero que os guste, ¡estáis invitadas!. Y También, os animo a que apostéis por antiguas viviendas en pueblos pequeños, tienen mucho encanto y posibilidades" concluye Sara.