La lectora Neus vive con sus hijos y su pareja Naser, de origen libanés, en la Cerdaña: "su pequeño paraíso". La casa, de unos 200 m2, pertenecía a los padres de él y la decoración estaba algo anticuada. ¡Había papel pintado en todas las habitaciones! Pero su distribución, era realmente perfecta.
Antes del salón-comedor
Después del salón-comedor
Para decorarla, se inspiró en El Mueble. Aunque reconoce que es bastante autodidacta. Antes de acceder al interior, encontramos un vestíbulo: "protege la casa del frío y del calor y es comodísimo para dejar las botas de esquí antes de entrar en casa, a por un té calentito frente a la chimenea", detalla.
Ahora el salón es súper amplio y puedes ver el gran jardín de 300 m2 con árboles frutales a través de sus tres grandes ventanales. Que, a la vez, lo convierten en un espacio acogedor y luminoso. Como no podía ser de otra manera, en su rincón favorito de la casa.
En el comedor, uno de los muebles más especiales de la casa: una alacena antigua que restauró ella misma. "Aunque el reloj del salón también me llevó lo mío", confiesa la lectora.
Algunas piezas pertenecieron a los bisabuelos de Naser y otros son creaciones propias. ¿Un ejemplo? La lámpara y los espejos de madera recogida de las montañas del valle.
Antes deL altillo
Según cuenta, la reforma fue íntegra pero, por suerte, vivieron la experiencia sin demasiados problemas. Otro de los puntos destacados en esta transformación es el altillo.
Después del altillo
La madera estaba por todas partes, pero con un poco de color, la verdad es que parece otro. Para aprovechar el espacio, han creado un despacho y han colocado un práctico sofá coma en el rinconcito. ¡Qué buena idea!
antes de la cocina
Si te fijas en la cocina, el antes y después ha sido realmente radical. Cambiaron suelos y alicatados de las paredes y renovaron por completo los muebles y la encimera.
Después de la cocina
La estancia está abierta al salón por un gran arco y cuenta con una práctica despensa que, según dice, "es la joya de la corona". Les permite almacenar mogollón de cosas.
Hacia las habitaciones, encontramos un pasillo que funciona como vestidor con puerta corredera y una habitación destinada a los zapatos. Y al final del todo, una trampilla con una escalera plegable que da acceso a otro altillo.
El beige es el protagonista absoluto de la decoración de la casa. Los muebles y textiles en tonos arena transmiten mucha paz. "Y en invierno, con la nieve del exterior, ¡queda precioso!", explica Neus.
¿Otro rincón? El dormitorio. Tiene un baño en suite con bañera y unas vistas preciosas del jardín. Un lugar perfecto para relajarse y desconectar, "donde el sonido de los pájaros sirven de despertador", sentencia la lectora.