Los salones más bonitos del año

Combinar estilos, esa es la clave. Las primeras estaban presentes antes de la reforma. Las segundas fueron la clave para que la luz viajara de la cocina al salón y viceversa, dando, además, la sensación de que está completamente abierta. El resto de este piso es igual de impresionante. 

¿Por qué no aprovechar unas vistas así con grandes ventanales? Eso exactamente es lo que se hizo en este salón, en el que se eligió una decoración sencilla, sin excesos, concediendo todo el protagonismo al paisaje y la increíble luz, como en el resto de esta casa de playa. 

Todo de cuando se construyó en el siglo XVIII. Y es que antes, esta casa era una cuadra. Literalmente. Aunque la chimenea sí que es actual, se ha conseguido integrarla a la perfección. La gran ventana –diseño de la propietaria– lleva la naturaleza al interior, y el sofá y butaca con tapicería clara acentúan el efecto.

Su aspecto sencillo y natural es lo que hace de este salón uno de nuestros favoritos. Además, parece que se funde con el exterior, dando la sensación de que se extiende y se mezcla con el paisaje. La madera reciclada de la mesa, las fibras naturales de los puffs, la lámpara y la alfombra, y el lino del sofá consiguen un aspecto mediterráneo y superfresco.  

Que con los techos blancos no resta, sino que suma. Suma luz, estilo y calidez. La ventana redonda llena de dinamismo este salón y los detalles en caldero son el contrapunto de color.

Y además es librería y tiene chimenea. Este mueble de salón ¡lo tiene todo completamente integrado! La televisión está detrás de uno de los paneles, en la parte inferior hay una chimenea –de verdad– y espacio para un montón de libros y adornos. Esta es solo una parte del piso decorado por Asun Antó.   

Ahí está la clave de este salón de montaña. El peso de la madera, que se aclaró en la reforma, se ve aligerado por el blanco inmaculado de las paredes y el gran espacio abierto en dos alturas. Disfruta del resto de esta cabaña.

Parece un puzzle y está diseñado no solo para dar estilo y personalidad, sino también para evacuar el agua de las dos cubiertas. También es clave la increíble mesa de fibras naturales, que dota de carácter y es una auténtica declaración de intenciones.

Está recubierta de madera de castaño teñida de blanco, lo que aporta un tono grisáceo –presente en las vetas– que convierte al gris en el color predominante. Los cojines y plaids en mostaza y caldero consiguen ese contrapunto cálido y muy vital. Y en el resto de la casa también se ha utilizado la madera de castaño envejecida, ¿quieres verlo?

Es fresco, es acogedor y tiene carácter. ¡Normal! Está diseñado para una familia numerosa a la que le gusta recibir. El color lleva el toque moderno, pero las plantas son las que ostentan un papel fundamental, consiguiendo ese particular aroma a casa de campo. ¿Quieres ver el salón desde más perspectivas? Con vídeo incluido. 

El blanco triunfa en este acogedor y luminoso salón, en el que se ha aprovechado toda la luz que se cuela por las ventanas y se la multiplicado. ¿Cómo? Con espejos. Ambas mesas de centro son de espejo, un recurso que dota de un toque moderno a este salón de líneas un poco clásicas. Por cierto, está en Marbella. ¡Normal que tenga esa impresionante luz! ¿Te animas a ver el resto?

Aunque no lo creas, esta casita de campo solía ser un pajar. Ahora, el gris clarito de las paredes y techos de madera, en contraste con el gris más oscuro del sofá y las lámparas, actualiza su imagen. ¿Otra de sus claves? La moderna chimenea que separa la zona de estar de la de comer.

No hay mejor manera de sacar todo el partido a un salón pequeño que con un gran sofá en L que aproveche por completo el espacio. Los espejos ayudan a que haya más luminosidad, al igual que la ventana que comunica con la cocina. ¡En esta casa dieron con la receta!

El color piedra grisáceo de paredes y techos combina con la madera natural de haya del suelo, y así parece que el tiempo no pasa en este cálido y acogedor salón. Los muebles, todos del mismo tipo de madera y estilos distintos, ofrecen un resultado ligero, acogedor y muy cálido. Mira el resto de esta reforma. 

Es el principal atractivo del acogedor y rústico salón de esta casa. Sin duda, un sueño hecho realidad para cualquier amante de los libros. Y su ventana enmarcada permite disfrutar de unas vistas impresionantes con la compañía de una buena novela. ¿Quién necesita más?

¿Verdad que no puedes dejar de mirar este salón, buscando las diferencias entre uno y otro lado? Y es que su simetría es armónica y delicada. ¿El truco? Las estanterías a medida que lindan con la chimenea y los sofás chesterfield enfrentados. El resto del piso es igual de encantador. ¿Lo visitamos de nuevo?

Son las que consiguen que haya luz en este enorme salón. También las lamas de madera de pino en blanco en paredes y techos. Ambos factores agrandan la estancia. La calidez viene de la mano de los materiales naturales y tejidos gustosos en los sofás.

Que además lucen un look moderno gracias a los colores con los que se las ha pintado. Por dentro en azul, para dar profundidad. Y por fuera en gris, convirtiéndose en el hilo conductor de toda la casa.

El luminoso blanco de las paredes es el lienzo perfecto para llenar este salón con toques de color y un punto de calidez. La doble alfombra y el puff de fibras naturales conceden al espacio de un extra muy cálido y gustoso. Mira el resto de esta casita en tres alturas.

La fusión entre lo clásico del techo artesonado con el actual sofá modular y los materiales naturales –tanto las fibras naturales como el lino del tapizado– es ideal. Nada es convencional en este salón, desde el puff como mesa de centro a la butaca de fibras.