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¡Riquísimo!
Actualizado a 11 de enero de 2024, 13:18
Recetas con pepino: deliciosas, saludables, versátiles y para todos los gustos.
Aunque coloquialmente a veces le hacemos de menos ("me importa un pepino"), el pepino (Cucumis sativus L.) es una hortaliza todoterreno que pertenece a la familia de las cucurbitáceas y con la que podemos elaborar un montón de recetas fáciles y rápidas cuando no sabemos qué hacer de comer. Su temporada es el verano, aunque gracias a los cultivos de invernadero puedes encontrarlo todo el año. Existen tres tipos: el corto o pepinillo, el medio largo o francés, y el largo tipo holandés.
Además, su uso va más allá del ámbito culinario porque es la base de muchas mascarillas, cremas limpiadoras y tónicos gracias a sus propiedades refrescantes, astringentes y antiinflamatorias.
El pepino es una hortaliza de bajo contenido calórico debido a su reducido contenido en hidratos de carbono, en comparación con otras hortalizas, y a su elevado contenido de agua. Aporta fibra, vitaminas del grupo B, C, E y A y contiene importantes minerales como el hierro, el calcio, el fósforo, el magnesio y el potasio.
El pepino se puede comer de diversas maneras, siendo en crudo la más habitual. Aunque se recomienda comerlo con la piel para que aporte más vitaminas y fibras, en el caso de que no sea ecológico será preferible que lo peles para eliminar la capa de cera.
Si el pepino está maduro, también tendrás que quitar las semillas, ya que amargan. Para ello, córtalo a lo largo, arrastra una cuchara por ellas y corta los extremos generosamente, al menos un centímetro. A partir de ahí, puedes consumir de diversas maneras.
El pepino se conservará mejor cuanto mejor sea su calidad. A la hora de comprarlo procura elegir los más verdes posibles, y que no tengan zonas blandas, arrugas o agujeritos. Para evitar que maduren demasiado pronto, mantenlo alejado de plátanos, aguacates y tomates. La humedad de la superficie no es nada amiga del pepino y hará que se eche a perder. Para evitar el moho y que se estropeen, sécalos bien y envuélvelos en papel de cocina absorbente. Esto sirve también para el resto de verduras de hojas verdes y las hierbas aromáticas.
A la hora de elaborar recetas con pepino, puede que calcules de más y te sobren algunos trozos o rodajas. Lo que tienes que hacer para que se mantengan frescos y crujientes es envolverlos en un papel de cocina húmedo, y a su vez introducirlos en un recipiente hermético en la nevera en la parte menos fría.
Si has aprovechado una buena oferta en la frutería, pero no vas a consumir todavía los pepinos frescos, puedes congelarlos sin problemas. Solo tienes que lavar y secarlos bien; a continuación, despúntalos y córtalos en rodajas finas. Coloca las rodajas en una fuente apta para congelador, tapa con film y déjalos allí 12 horas. Pasado este tiempo, introduce las rodajas en bolsas herméticas de congelación.
Ahora que ya conoces las propiedades del pepino y cómo cocinarlo y conservarlo, toca ir a la cocina y preparar algunas de las recetas más apetitosas. Encontrarás entrantes, primeros y segundos. ¡Muy completo!
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