Cómo elegir la alfombra del salón: 19 ejemplos muy El Mueble llenos de estilo

Elegir la alfombra para el salón es una de las tareas más importantes si quieres que sea cálido y acogedor. Además, te ayudará a delimitar las distintas zonas, protege la pisada y es un buen aislante térmico y acústico. Para elegirla, la forma del salón y cómo están colocados los muebles son clave. Por ejemplo, si los sofás van apoyados en la pared, coloca las patas delanteras encima de la alfombra. ¿Otro consejo? Si tus sofás tienen una tapicería clara y quieres mantener la luminosidad de la estancia, elige una alfombra para el salón que también sea de un color suave. 

En los salones decorados con colores y estampados lisos, la alfombra puede ser el punto discordante que lleve un punto más personal. Por ejemplo, en este salón, la interiorista Pia Capdevila se decantó por una alfombra tipo kilim en tonos beige y marrones, que contrasta con los tonos blancos y grises del resto de la decoración. Las alfombras son el recurso perfecto para añadir algo de dinamismo al salón. 

...y te diré cómo poner la alfombra del salón. En el caso de que los sofás funcionen para separar ambientes y esté en medio de la estancia, lo adecuado al elegir la alfombra del salón es decantarse por un modelo XL. Como en este salón reformado por la interiorista Bárbara Sindreu, en el que la alfombra acoge al sofá en L, la mesa auxiliar y la butaca.     

Con mucha luz, buenas dosis de blanco, muebles a medida y un ambiente de lo más acogedor. Descubre cómo tener un salón ideal en este vídeo. ¡Apunta!

Las alfombras del salón pueden servir también para aportar texturas a la decoración. Elige modelos con relieves como las que decoran este espacio. Y no, no tienen por qué tener el mismo diseño. Lo importante para que el conjunto esté unificado es que sean de la misma tonalidad o, al menos, de la misma gama cromática. 

Si quieres esconder un suelo estropeado o frío, las alfombras serán tus grandes aliadas. Pero, además, se trata de un recurso que protegerá tu pisada y te ayudará a subir la temperatura de la estancia. También actúan como aislantes térmicos y acústicos, de manera que ayudarán a mantener el calor en casa y actuarán como barrera ante el ruido. 

Una alfombra con ribete en el salón ayudará a destacar su presencia, además de ser un recurso que eleva la decoración. Suelen ser alfombras de fibras sintéticas y muchos modelos se pueden colocar hasta en el exterior. Este tipo de alfombras destaca por su resistencia. 

Aunque existen diferentes materiales con los que se confeccionan alfombras, entre los más populares por su resistencia encontramos las fibras naturales. Y es que este tipo de alfombras son la mejor opción para un salón de look natural y acogedor. Además, ofrecen mucha calidez, aunque son más sensibles a las manchas y su limpieza es algo más complicada. Aprende cómo limpiar alfombras de fibras naturales paso a paso.  

Otras de las alfombras que destacan por su resistencia son las de fibras sintéticas. Cada vez se emplean más materiales como el poliéster o el polipropileno para la confección de alfombras con resultados increíbles. Son resistentes, muy fáciles de limpiar y aguantan el tránsito alto.  Es habitual una confección resultante de la mezcla de fibras sintéticas y otras naturales como el algodón o la lana.

El algodón también es un material idóneo para la alfombra del salón. Se trata de un material muy resistente y que, dependiendo de las dimensiones de la alfombra, podrás meter en la lavadora, lo que facilita su limpieza. 

Las alfombras de lana son las más cálidas y agradables a la pisada. Son perfectas para zonas de tránsito alto. Lo mejor es que ofrecen mucha suavidad y calidez en la pisada. Además, son muy fáciles de limpiar.

¡Pues ponla! Eso sí, ten en cuenta que entonces más que como aislante térmico y acústico, tendrá una función meramente decorativa. Tampoco conseguirá proteger el suelo al completo, pero el efecto será de diez y conseguirás dotar a tu salón de cierto dinamismo. 

Si te has decantado por una alfombra redonda para el salón, es importante que la mesa de centro tenga también esa forma para que el conjunto resulte equilibrado. Y no tienes que limitarte a una sola, puedes poner dos, y de distintos materiales, como se ha hecho en este salón. 

Cuando tu salón presuma de mucho color, como este en el que la librería de origen se ha pintado de un llamativo color verde, evita elegir una alfombra con estampados o de un color intenso. En estos casos, es mejor decantarse por un modelo de un color liso y neutro. Las de yute, en estos casos, serán la mejor opción, ya que, además, aportan mucha calidez. 

Lo más normal es que el salón comparta estancia con el comedor. Y las alfombras (al igual que las lámparas) pueden servirte para diferenciar los ambientes de manera elegante y discreta. Lo ideal es que elijas modelos distintos, aunque de la misma gama cromática para que su presencia pase desapercibida, pero sin dejar de cumplir su función.

Al elegir tu alfombra, piensa siempre en las dimensiones y mide antes. Pero si no encuentras ninguna que encaje con el tamaño exacto, piensa que siempre es mejor que la alfombra sea un poco más grande que no que quede raquítica. 

Para mantener las proporciones de la estancia, así como potenciar el equilibrio, tendrás que tener en cuenta de tu salón para elegir la alfombra. Si el espacio es más bien alargado, la mejor opción es una alfombra también rectangular. En el caso de que sea cuadrado, decántate por uno que cumpla con esa forma.  

En el salón, agradecerás que la pisada sea mullida y cómoda. Por eso, una alfombra de pelo largo es una magnífica opción si, además, también te gusta andar descalza. En cambio, las de pelo corto son más fáciles de limpiar. 

Esta elección dependerá del resto de gamas cromáticas que decoren tu salón. Si te has decantado por unas tonalidades neutras, puedes elegir una estampada y combinar varios cojines lisos con alguno de sus colores. En cambio, si tienes unas cortinas o tu sofá es estampado, mejor elige un modelo liso. 

Son frescas, elegantes y, tan en tendencia, que aportan un punto entre clásico y moderno muy atractivo. Y más si se elige con un colorido estampado, como en este salón. Las alfombras kilim no fallan en el salón, pero también son estrella en el dormitorio o decorando un pasillo.